La víctima del parricidio de Sanlúcar peleó por sobrevivir hasta el final
Incredulidad entre los familiares y vecinos del fallecido tras la detención de su hijo, acusado de homicidio
El cadáver presentaba más de una docena de puñaladas en pecho, espalda y manos
Cádiz/Antonio Núñez peleó por su vida. Así lo atestigua la autopsia que le ha sido practicada a su cuerpo en el Instituto Anatómico Forense y que arroja algunos detalles nuevos. De esta forma se sabe que recibió más de una docena de puñaladas, repartidas principalmente en tórax y espalda. Pero también había cuchilladas en sus manos, en ambas, lo que demostraría que Antonio intentó defenderse hasta el final del feroz ataque que acabó matándolo. Un asalto que, en principio, la Policía endosa a su hijo, Antonio Nuñez Castro, de 18 años de edad y que en la tarde de ayer fue detenido por los agentes tras declarar en varias ocasiones en la Comisaría de Sanlúcar de Barrameda, localidad que está conmocionada por estos hechos.
Porque la confusión que provocó la muerte violenta de Antonio Núñez en el vecindario del Barrio Alto de Sanlúcar el pasado lunes por la noche se transformó ayer en incredulidad de toda la población al conocer la detención de su hijo mayor como presunto autor del apuñalamiento múltiple.
La víctima, de 43 años y natural de Sanlúcar, era un conductor de autobús con cerca de dos décadas de experiencia en la profesión. Durante casi diez años trabajó con su tío Manuel Núñez, un conocido empresario del sector en este municipio gaditano, y posteriormente pasó a incorporarse a otra de las grandes firmas privadas de autocares que están radicadas en la localidad. Casado con Águeda Castro y padre de tres hijos, desde hacía más de 15 años residía en Residencial Lazareno, una construcción de 16 viviendas ubicado en Cruz del Monaguillo, una de las calles comerciales del Barrio Alto de la ciudad.
Cuando a última hora de la tarde del lunes se produjo el crimen en el propio domicilio de la familia Núñez, esta popular vía de Sanlúcar se vio tomada por vehículos policiales y de emergencias sanitarias. Numerosos vecinos de la zona se concentraron sorprendidos en la zona sin saber aún a ciencia cierta los pormenores del luctuoso hecho. La vivienda quedó precintada por la Policía. Y la familia, en estado de shock. Y eso que, tras la llamada del hijo mayor a la Policía denunciando el fallecimiento de su padre, aún nadie podía esperar que el desenlace fuera doblemente duro.
A la mañana siguiente, en el colegio Virgen de la Caridad, de El Palmar, donde está escolarizado el hijo pequeño de la familia, de tres años, los padres no hablaban de otra cosa. En medio de la confusión, las primeras versiones incluso atribuían la muerte a un ataque cardiaco. En las redes sociales, la hija de la familia, alumna de Secundaria del centro Nuestra Señora de la Caridad, publicaba su profundo dolor: "Te amo, papá. Gracias por haber hecho mis días mejores, mis lágrimas en risas, por todo… Por guiarnos por buen camino y no dejarnos nunca, por ser fuerte siempre. Gracias por ser tú mi héroe, por darme la paz que me das. Te amo y te amaré siempre". En relación a las circunstancias de la muerte, apuntaba únicamente que "aún soy incapaz de creérmelo todo, es una pesadilla…".
El hijo mayor de la víctima, de 18 años, Antonio Núñez Castro, que se encuentra detenido, fue alumno del instituto Doñana, pero desde hacía algún tiempo ni estudiaba ni trabajaba. Todos los vecinos y amigos consultados por este medio afirmaban ayer que padre e hijo "se llevaban bien" en el seno de una familia "normal" y "educada". Por eso no acaban de creerse lo sucedido, llegando a apuntar algunos que el dramático final se debió, al parecer, a una discusión de carácter económico y que se fue de las manos.
Efectivamente, la noticia de la detención cayó como una bomba en el Barrio Alto. "Es imposible que fuera su hijo", "me parece una idea macabra", comentaban en Cruz del Monaguillo, donde ayer se dieron cita medios de comunicación de ámbito nacional para recoger testimonios del suceso. El Ayuntamiento optó por no pronunciarse públicamente. Este diario intentó sin éxito obtener impresiones del alcalde u otros responsables municipales.
El funeral se celebró ayer al mediodía en la Parroquia de Nuestra Señora de la O en medio de escenas de duelo. Desde media hora antes de la llegada del féretro ya había personas esperando en el entorno de la Iglesia Mayor de la ciudad. Familiares, amigos, compañeros de profesión, vecinos y conocidos despidieron a la víctima sin encontrar aún un relato razonable para lo ocurrido. La conmoción seguía apoderándose de Sanlúcar casi 48 horas después del apuñalamiento mortal. Ahora se espera que Antonio Núñez Castro pase en las próximas horas a disposición judicial.
La autopsia confirma el ensañamiento
Mariano Galán, amigo del fallecido, se refirió a él como "todo un caballero, un gran profesional del mundo del transporte, una persona que siempre respetó a todo el mundo". En cuanto al hijo, manifestó que "aparentemente era un chaval como cualquier joven de hoy, que quería alcanzar las cosas sin ningún sacrificio, hasta el punto de que llegó a enfrentarse a su propio padre". Como todos los presentes, no encontraba una explicación a la trágica muerte que, según afirman algunos vecinos que han compartido impresiones con personas muy próximas a los Núñez en estas jornadas tan aciagas, supone un "doble disgusto" para la familia.
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