Una violación a una niña de 11 años en Cádiz, un osito de peluche y una confesión tardía
Un hombre es condenado a 11 años y medio de prisión después de admitir que agredió sexualmente a una menor
Reconoció los hechos después de escuchar a la víctima en el juicio
A prisión tras ser detenido en Cádiz con grabaciones de abusos sexuales a un menor
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Cádiz/Con un osito de peluche entre las manos, debordada y con su agresor sexual a pocos metros de distancia detrás de un biombo, prestó declaración una menor de 14 años de edad en la sala de vistas de la Sección Primera de la Audiencia de Cádiz el pasado mes de mayo. Él lo hizo antes. Después, tomó la palabra ella. Nunca había testificado durante la fase de instrucción por el trauma sufrido. Estaba totalmente bloqueada. Pero el día del juicio contó todo lo ocurrido. Con detalles, con entereza, pero también con dolor.
Al día siguiente, tras esa primera sesión plenaria, el acusado decidió conformarse: optó por confesar la autoría de los hechos y pactar una pena que le valdría una rebaja en la condena finalmente impuesta. Todo eso lo hizo 24 horas después de que ella tuviera que sentarse ante un tribunal y volver a revivir y narrar el terrible episodio que vivió cuando tan sólo tenía 11 años. Él tenía 29.
El violador fue condenado en firme a 11 años y seis meses de prisión y al pago de una indemnización a favor de la víctima de 40.000 euros.
Ha quedado probado pues que el procesado se hizo pasar por un menor a través de una aplicación de mensajería instantánea para mantener relaciones sexuales completas con la menor, así como para conseguir material pornográfico de ella. Además, coaccionó al padre de la víctima para evitar que éste interpusiera una denuncia cuando tuvo constancia de lo sucedido.
Entre los meses de marzo y mayo de 2022 el agresor, de 29 años de edad entonces, entabló conversaciones con la niña –a sabiendas de su edad– a través de una aplicación informática semejante a WhatsApp “con la finalidad de atacar su indemnidad sexual y obtener pornografía infantil”. Así, se hizo pasar por un adolescente de 17 años aunque con posterioridad le dijo a la perjudicada que tenía 20.
A través de la citada aplicación, el hombre propuso noviazgo a la niña y concertó con ella varias citas. “De esta manera, consiguió embaucar a la menor, inmadura y con un deficitario bagaje de experiencias vitales y de conocimientos en cuestiones como la sexualidad y la sociabilidad”.
Además, el hombre “obtuvo imágenes de la menor desnuda” y “mantuvo relaciones sexuales” completas tanto en el domicilio de la víctima como en un hotel entre octubre y noviembre de 2022.
El 22 de noviembre de 2022, el condenado introdujo en la funda del móvil de la menor 50 euros que ella se había negado a recibir.
También, “mientras mantenían relaciones”, él le entregó a la niña su teléfono móvil en varias ocasiones “para que tomara vídeos y fotografías de los actos sexuales”, un material que posteriormente envió a la chica.
Los hechos descritos fueron objeto de denuncia por parte del padre de la menor el 15 de diciembre de 2022, quien se personó como acusación particular en el procedimiento judicial abierto. Y es que el progenitor recibió el 24 de noviembre de 2022, antes de la apertura de la causa, un mensaje del encaudado con la finalidad de impedir la denuncia. El mensaje decía “yo tengo toda la información de tu hija y si voy a prisión, vosotros tampoco vais a salir bien”; un texto que acompañó con una fotografía del DNI de la menor. Veinticuatro minutos más tarde el padre recibió otro mensaje que rezaba “¿tu hija está bien?”.
La niña no quiso declarar durante la instrucción del caso, tuvo una actitud “evitativa” y se mostró “desbordada emocionalmente”, pues presentaba “sintomatología depresiva y postraumática”.
El agresor sexual se encuentra privado de libertad por este procedimiento desde el 19 de diciembre de 2022, días después de que el padre de la menor presentase la denuncia contra él.
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