El stock de viviendas nuevas en la provincia adelgaza lentamente

El sector, controlado mayoritariamente por los bancos, ha conseguido desprenderse de algo más de 4.000 pisos desde 2010 Cádiz, a la cola de Andalucía en construcción

Las torres de La Casería, en San Fernando, un símbolo de la burbuja que en la actualidad comercializa Magnum&Partners, especializada en vender promociones en poder de los bancos.
Las torres de La Casería, en San Fernando, un símbolo de la burbuja que en la actualidad comercializa Magnum&Partners, especializada en vender promociones en poder de los bancos.
Pedro Ingelmo Cádiz

24 de febrero 2014 - 05:01

Diez mil demandantes menos de empleo en el sector de la Construcción en la provincia en sólo dos años, de 39.799 -enero 2012- a 29.701 -enero 2014-, es un dato que podría indicar un repunte de la actividad que nos llevó a la burbuja y, tras su estallido, a la mayor crisis económica conocida en democracia. Sin embargo, los empresarios no son capaces de explicar muy bien esta tendencia. Porque ellos no están contratando en grandes cantidades. Entre otras razones porque no hay obras. Emilio Corbacho, secretario provincial de Fadeco, la Federación que aglutina a las empresas del sector de la Construcción en la provincia, admite que "se está dando algo más de rehabilitación, pero muy poca construcción de vivienda protegida por falta de financiación y apenas nada de vivienda libre". Nicolás Rodríguez, presidente de los empresarios de Chiclana, una de las poblaciones de la provincia, con Jerez, donde más se sopló la pompa de la burbuja, también se muestra escéptico: "¿Repunte de la Construcción? Para nada. Esa caída tiene que tener que ver con otros motivos: que han pasado a demandar en otros sectores, que han vuelto a los estudios, que se han ido fuera... en Chiclana el sector sigue como estaba hace un año: mal".

Corbacho dibuja un panorama complejo porque "los trabajadores a los que expulsó la burbuja tienen poca formación y muy poco encaje en otros sectores. Por eso es necesario un impulso público al sector. Somos los únicos que podemos absorber desempleo de una manera significativa. Estamos como locos por contratar. Pero esto es muy difícil con el stock de viviendas nuevas que tenemos".

Ahí está el meollo. 14.441 hace exactamente un año, que es el último dato que ha ofrecido el Ministerio de Fomento. El cálculo es que en 2013 la reducción ha sido parecida, por lo que a la espera de datos oficiales es muy posible que la provincia esté rondando un stock de unas 13.000 viviendas que nadie ha habitado y que no tienen comprador. En 2010 esa cifra era de 17.080, con lo que las promotoras que sobreviven y principalmente los bancos, que son las primeras inmobiliarias de la provincia, sólo han conseguido quitarse unas 4.000 viviendas de encima. Un ritmo demasiado lento, consideran los constructores, como para esperar un repunte del sector. De hecho, con poco más de 200 nuevas viviendas en 2013, la provincia está a la cola de la región en Construcción.

La prueba está en que ha desaparecido por completo la práctica de la venta sobre plano en la provincia y apenas existen promociones de vivienda libre propiamente dichas. Una de las pocas, sino la única, es Las Dunas de Punta Candor, con 54 unidades previstas y que se está realizando en Rota por la empresa constructora local Felipe Castellanos y cuyo promotor es Altamira. ¿Quién es Altamira? La división inmobiliaria del Banco de Santander, creada para dar salida a las miles de viviendas que cayeron sobre su cartera. Con más de 250 viviendas, Altamira es la inmobiliaria que más promociones oferta en la provincia, aunque no sea la que más viviendas tenga. Sin embargo, Altamira está en casi todos los grandes municipios y la que tiene una mayor diversidad de oferta. Haberse lanzado a finalizar el proyecto de Rota indica dos cosas: que Rota, con la llegada del escudo antimisiles y una población de 3.000 vecinos nuevos puede considerarse un oasis en el mercado inmobiliario o que se puede experimentar para ver cómo va a respirar el mercado nacional a medio plazo.

Hay quien cree en ello, como la firma de arquitectos Gumersindo Fernández, que crea proyectos para que, a partir de ellos, puedan nacer cooperativas que impulsen su construcción. Y lo hace en Cádiz ciudad, caso de la promoción de la calle San Rafael o Huerta del Obispo, lo que tiene indudablemente más valor por ser un espacio urbano prácticamente colmatado a unos precios el metro cuadrado absolutamente prohibitivos y que se encuentran entre los más altos de España.

Esto es la excepción. Lo habitual es que en el mercado de vivienda nueva encontremos a bancos que en su día financiaron promociones. Dentro de este campo es significativa la presencia de Magnum & Partners, un intermediario especializado en colocar viviendas de bancos. Esta sociedad, creada en 2006 por altos ejecutivos de grandes compañías bancarias y eléctricas de España y Portugal, tiene en la provincia una labor titánica: vender 154 pisos en las tan criticadas torres de La Casería, en San Fernando, tres grandes bloques a pie de playa construidos en su día por Arenal 2000, la firma capitaneada en su día por uno de los grandes nombres propios de la burbuja, el empresario cordobés Rafael Gómez, Sandokán. Ese proyecto iba a poner boca arriba buena parte del urbanismo de la Isla. Las cuatro torres más que se proyectaron nunca se construyeron.

Otros bancos presentes en la provincia en el mercado inmobiliario son Solvia, la división del banco Sabadell, Servihabitat, de La Caixa, y Unicaja, que actúa con su propio nombre comercial. Entre todas ellas tienen en el mercado de la provincia cerca de 200 viviendas nuevas de promociones que fueron cazadas por el estallido de la crisis.

Pero si hablamos de burbuja tenemos que acudir a Jerez, donde han desaparecido las firmas que durante mucho tiempo se escucharon en la ciudad con sus grandes promociones que hicieron crecer a lo ancho la localidad hasta hacerla inabarcable. En Jerez, curiosamente, la promotora que más viviendas tiene en cartera es precisamente eso, una promotora, no un banco. Y no una gran empresa, sino una sociedad media, de origen familiar, que mantuvo su prudencia en los años locos, donde fue sobre seguro en la Costa del Sol con más de 1.500 viviendas: las vendió todas. Se trata del Grupo AS, iniciales de Antonio Serrano, su fundador, y en la actualidad cuenta con una cartera en la provincia de algo más de 300 viviendas. En una época compleja ha finalizado una promoción entera de viviendas de protección, Residencial Santa Marta, 114 unidades en la zona sur de Jerez. En un hecho atípico, la promoción está vendida en su totalidad.

Pero con toda esta oferta existente, con más de un centenar de promociones atrapadas, el mercado de compraventa no acaba de despuntar por más que sean los bancos los que están interesados en desprenderse de ellas. En la provincia siguen bajando las operaciones al mismo tiempo que se reduce el precio del metro cuadrado. Los últimos datos publicados por el INE muestran una peligrosa aproximación de la venta de vivienda usada, mucho más asequible, a la vivienda nueva. En concreto, en 2013 se vendieron 3.292 viviendas de segunda mano y 3.504 viviendas nuevas. Nunca habían estado tan cerca. 5.204 viviendas nuevas se vendieron en 2011 y 4.599 en 2010. Las usadas en 2011 fueron 3.938 y en 2010 3.442. En cualquier caso, cifras descendentes que Emilio Corbacho cree que no invertirán su tendencia mientras no exista una política que incentive la actividad de un sector clave en el empleo.

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