Preliminares COAC
¿Quién canta hoy jueves 30 de enero en el Teatro Falla? Orden de actuación de la octava sesión

La voz de la mina

Un libro sobre los cantes de esta zona es la mejor guía para el LII Festival Internacional de los Cantes de las Minas, que da comienzo el próximo miércoles, 1 de agosto

El cantaor de Osuna Manuel Cuevas obtuvo la XLII Lámpara Minera.

30 de julio 2012 - 05:00

Esta obra es una brújula muy útil, en cierto modo imprescindible, para adentrarse en ese complejo entramado musical y de denominaciones que son los cantes de las minas. Unas fórmulas melódicas que han perdurado gracias a la labor que desde 1961 lleva a cabo el Festival Internacional de las Minas de La Unión, cuya 52ª edición dará comienzo el próximo día 1. El tejido nominativo de los cantes mineros fue un caos hasta que dicho festival impuso un canon que es, con buena lógica, al que se atiene principalmente esta obra. Hasta la llegada del festival, y en buena medida también después del mismo, las denominaciones de taranta, minera, cartagenera, murciana, levantica y taranto, incluso la de malagueña, eran extremadamente ambiguas. En los discos del Cojo de Málaga, verdadero configurador de estos cantes, se le llama taranta, levantica o murciana al mismo diseño melódico. Lo mismo podemos decir de las etiquetas de los grandes creadores del cante contemporáneo: Chacón, Escacena, Marchena, Vallejo, Antonio Grau, José Cepero y el propio Antonio Piñana. El Festival Internacional de las Minas, que esta semana alcanza su 52ª edición, trató de poner orden en esta confusión nominal y melódica, y en cierta forma lo consiguió. Ortega se ha atenido por tanto a esta clasificación.

El libro propone un análisis musical de cada una de las variantes melódicas que encontramos en los cantes mineros y propone una denominación y genealogía para cada una de ellas. Es curioso que lo que llama Ortega taranta clásica se conozca también, indistintamente, como taranta de Linares o de La Unión, cuando su fisonomía actual se debe en una medida grande al cantaor sevillano Pepe Marchena. Ortega da como paradigma de esta taranta el cante titulado Yo de ti me enamoré del cantaor mencionado, aunque para la trascripción usa una grabación en vivo de Manolo Romero de 1978 en el Antiguo Mercado de La Unión. Lo que resulta curioso es que todavía hoy el marchenero evoque tantas suspicacias en los ámbitos considerados más ortodoxos de la reflexión flamenca. Pero la realidad actual de la taranta es Marchena, aunque con antecedentes notables como Escacena. Además de esta taranta clásica, hay otras tarantas con cadencia al V grado en el cierre del primer verso, en diferentes variantes que acuñaron El Cojo de Málaga, Manuel Vallejo, José Cepero y Antonio Piñana. Todas ellas son analizadas en esta obra. Un segundo grupo de tarantas eligen el grado II como candencia para el cierre del primer tercio, así lo hacen Escacena, El Cojo de Málaga y Vallejo. La taranta llamada del Frutos es un cante de Levante que bien podría catalogarse también como malagueña, e incluso como fandango. Se tiene constancia de otras tarantas anteriores a éstas, como las firmadas por Fernando el de Triana, La Gabriela, El Pena y Antonio Grau, el hijo del Rojo el Alpargatero. Otras tarantas de nueva factura que analiza Ortega en esta obra las firman por Camarón y Curro Piñana, lo que evidencia la buena salud creativa que aún hoy rige en dicho estilo, el más fértil en nuestros tiempos, junto al taranto.

La cartagenera presenta actualmente dos melodías bien diferenciadas, una ligada a la figura de Chacón, y otra, llamada clásica, cuya creación atribuyen algunos al Rojo el Alpargatero. Respecto al cante por mineras, verdadera estrella del festival de La Unión, y tomado como propio en la localidad murciana, todas las variantes melódicas de este cante se basan en la misma estructura musical, sobre la que se establecen algunas variaciones ornamentales en el tercio primero y tercero. Con tres variantes principales: Antonio Piñana, Pencho Cros y Encarnación Fernández las acuñaron.

Estos cantes son las estrellas, los que más consideración económica alcanzan, en el Festival Internacional del Cante de las Minas que, por otro lado, reivindica todas las formas musicales del panorama flamenco, como recogen sus bases, con premios a los estilos bajo-andaluces, malagueños, granadinos, onubenses, etcétera. También reivindica el baile del taranto, el toque por tarantas y la mejor interpretación instrumental no guitarrística. En 2012, como es tradicional, la mayor parte de los intérpretes que optan a los premios procede de Andalucía, especialmente de Sevilla, que se postura para el Desplante Minero en los pies del Nano y de una joven veterana bailaora como Maribel Ramos. El toque de Morón está representado por un sobrino nieto de Diego del Gastor, Antonio de Morón. Evaristo Cuevas, de Osuna, aspira por cuarta vez a la Lámpara Minera, galardón que ya obtuvo su hermano Manuel. Nutrida es la participación de Huelva, que vive una segunda edad de oro del cante, aunque buena parte de la misma está asentada en Sevilla: Cristina Soler, Jesús Corbacho, Guillermo Cano y Sebastián Cruz. La programación completa se puede consultar en www.fundacioncantedeslasminas.org

José F. Ortega Sevilla, Signatura de Ediciones, 356 pp. Incluye transcripciones musicales de los cantes.

No hay comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Instituto de la Cultura y las Artes de Sevilla (ICAS)

Teatro Lope de Vega de Sevilla: objetivo abrir en 2025

Lo último