'El 47' y 'La infiltrada', un premio doble histórico en los Goya
La Academia premia por primera vez como Mejor Película a dos cintas en una gala en la que El 47 consiguió el mayor número de galardones
La fotos de los ganadores de la gala de los Goya celebrada en Granada
Granada/Los hijos del Rock and Roll del Bienvenidos del granadino Miguel Ríos fue el inicio vibrante de la 39 gala de los Goya que se celebró en Granada este sábado con una gala presentada por Maribel Verdú y Leonor Watling en la que hubo un hecho histórico: una premio ex aequo a la Mejor Película: El 47 y La Infiltrada. Un hecho que remarca el dicho de que “todo es posible en Granada” y que sorprendió a todos.
En número, El 47 fue la ganadora de la noche al conseguir cinco estatuíllas: Mejor Película, Mejor Actor y Mejor Actriz de Reparto para Salva Reina y Clara Segura, Mejores Efectos Especiales y Mejor Dirección de Producción.
La otra mejor película fue La Infiltrada, que consiguió también el Goya a la Mejor Actriz Protagonista para Carolina Yuste, también favorita en las apuestas.
Segundo Premio, la película de Los Planetas que no es sobre Los Planetas y que jugaba en casa por haberse rodado parte en Granada, se llegó el Goya a la Mejor Dirección para Isaki Lacuesta y Pol Rodríguez, que dio las gracias a los músicos y la relación con el cine como un acto de fe. La película también ganó el Goya a Mejor Sonido para Diana Sagrista (que gana su segundo Goya), Eva Valiño, Alejandro Castillo y Antonín Dalmasso y el de Mejor Montaje, para Javi Frutos.
Eduard Fernández se alzó con la estatuilla de Mejor Actor Protagonista, premio para el que era el favorito en las quinielas por su papen en Marco.
La gaditana Laura Weissmahr se alzó con el Goya a Mejor Actriz Revelación por Salve María, que agradeció a todos los que confiaron en ella y que dijo que la película es la mejor demostración de lo que dos amigas pueden crear juntas.
Una emocionada Maribel Verdú presentó a su amiga Aitana Sánchez Gijón. “Te quiero porque eres luz y talento”, le dijo sin poder reprimir las lágrimas a la flamance Goya de Honor de la Academia de Cine. “Llevas 40 años en la elite de un mundo donde resistir un rato es un completo milagro”, le dedicó, calificándolo de “Goya de amor”.
Tras recordar en un vídeo sus principales interpretaciones en estas varias décadas que ya lleva detrás de las cámaras, un Palacio de Congresos en pie se rindió a la actriz, que con la mano en el corazón, abrazada a su amiga Verdú y una gran emoción disfrutó del gran homenaje del cine español a su intachable trayectoria profesional.
“Gracias a la Academia por semejante honor y gracias por entregármelo el mismo año que se lo entregáis al amor de mi vida, Richard Gere”, dijo. “Mis inicios están poéticamente ligados a esta tierra, Granada, con Federico García Lorca. Desde ahí mi camino ha sido el trabajo y quiero compartir el Goya con todos los compañeros que siguen adelante empujados por su vocación y su talento. Va por vosotros”, aseguró, aludiendo también a las mujeres y su papel en el cine. “Hay que tener miedo a los nuevos imperialismos y a las limpiezas étnicas”, reivindicó ante los actores quien también en su día fue directora de la Academia de Cine.
Antonio Banderas, uno de los actores españoles más internacionales, entregó el Goya Internacional a su “amigo” Richard Gere. La sala de nuevo en pie para ovacionar al actor americano que se ha afincado en España y que se atrevió con el español con un “muchas gracias, es fantástico”, asegurando que tiene “muchas cosas por hacer” en su nuevo hogar, España, y que es un poco “prematuro” este premio. “Los actores estamos todos locos, seguimos siendo niños y nos gustan las historias en forma de películas”, aseguró Gere, con un discurso en el que no pasó de largo la situación de EEUU, ahora “un lugar oscuro” con Trump.
Alejandro Sanz interpretó Abre la Puerta, de Triana, en una interpretación que llevó el flamenco a la gala en un momento en el que se recordó a los granadinos universales Carlos Cano, Mario Maya, Enrique Morente, Manuel de Falla, Mariana Pineda y Federico García Lorca.
Los efectos de la Dana, la situación de Palestina, la inmigración climática o los incendios en Los Ángeles tuvieron mención en la gala.
La película La habitación de al lado, de Pedro Almodóvar, que no pudo acudir este año a la gala por un accidente doméstico, se llevó tres Goya: el de Mejor Dirección de Fotografía fue para Edu Grau; el de Mejor Música Original fue de nuevo para un imbatible para Alberto Iglesias, que tiene ya 12 premios Goya, el mayor número de la historia y que vuelve a tener este reconocimiento de la mano de una película de Almodóvar, que también recibió el Goya de Mejor Guión Adaptado, un premio que recogió su hermano.
Casa en llamas se llevó el Goya a Mejor Guión Original de Eduard Sola.
Pepe Lorente se llevó el Goya a Mejor Actor Revelación por La Estrella Azul y el trabajo de Karmele Soler, Sergio Pérez y Nacho Díaz se llevó el premio al Mejor Maquillaje y Peluquería por su trabajo en Marco.
Arantxa Exquerro por La Virgen Roja se llevó el Goya al Mejor Diseño de Vestuario.
El Goya a la Mejor Canción Original se lo llevó La guitarra flamenca de Yerai Cortés con la canción Los Almendros de Antón Álvarez, Yerai Cortés y La Tania. La película se llevó después su segundo premio con el Goya a Mejor Película Documental producida por Antón Álvarez, más conocido como C. Tangana.
El flamenco se volvió a escucharse en la gala en un tributo a García Lorca en la voz de los hermanos Morente, Estrella, Soleá y Kiki, con el Anda Jaleo grabado en la gala en un vídeo grabado en La Alhambra; Dellafuente y Lona Índigo cantando el Verde que te quiero Verde.
La música fue parte importante en la gala en una ciudad de la música que comenzó dando la bienvenida a los asistentes con Miguel Ríos sobre el escenario acompañado de varios actores nominados y Amaral. Rigoberta Bandini interpretó El Amor.
El Goya a la Mejor Dirección de Arte fue para Javier Albariño por La Virgen Roja y Mariposas Negras se llevó el de Mejor Película de Animación.
Cafunè, palabra portuguesa, se alzó con el Goya a Mejor Cortometraje de Animación producida y dirigida por Carlos Fernández de Vigo, junto a su equipo, y que consigue el Goya tras cuatro nominaciones; el Mejor Cortometraje Documental premió a Semillas de Kiwi, de Carlos Valle y que cuenta la historia del hospital de Panzi en El Congo y los desgarradores testimonios de las mujeres atendidas; el Mejor Cortometraje de Ficción fue para La Gran Obra, de Álex Lora y Lluís Quílez.
El ganador del Goya a la Mejor Dirección Novel fue para Javier Macipe, por La Estrella Azul, que con este se llevaba su segundo Goya reconociendo una película arriesgada que cuenta la historia de Mauricio Aznar, un rockero que perdió el norte y viajó a Argentina para buscarlo.
Se recordaron los 14 goyas de Mar Adentro hace 20 años y su Óscar para hablar del derecho a la muerte digna, en palabras del propio Javier Bardém.
Ainda estou aquí, que habla de la memoria histórica en Brasil, ganó el Goya a la Mejor Película Iberoamericana, siendo el primer Goya para una película brasileña en la historia; y Emilia Pérez se llevó el Goya a Mejor Película Europea, en cuyo agradecimiento dijero que “ante el odio y el escarnio, más cine y más cultura”. La cinta no ha llegado exenta de polémica a la gala tras el veto a Karla Sofía Gascón.
El presidente de la Academia, Fernando Méndez Leite, trasladó en su discurso su agradecimiento a la ciudad de Granada como grandes anfitriones y prometiendo volver en 2031 “cuando sea Capital de la Cultura”. Méndez Leite aseguró que batallea entre despachos para conseguir derechos para la industria del cine y ha dicho que “merece la pena trabajar por la Academia de Cine”, recordando a Marisa Paredes, expresidenta y recientemente fallecida.
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