Aparecen docenas de partituras del XIX en el Archivo Histórico Municipal

Un año de investigación en el Archivo Histórico Municipal de Cádiz no ha sido aún suficiente para descifrar el enorme valor de las cincuenta cajas repletas de partituras aquí almacenadas, en su mayoría inéditas y pertenecientes al último tercio del XIX.

José Antonio López Camacho, director de música de la banda Julián Cerdán de Sanlúcar y el estudioso de música José Manuel Ruiz son los responsables de esta investigación que no ha hecho más que comenzar. "Se trata de uno de los archivos musicales más importantes aparecido en años, en cuanto a la relevancia de los autores y la importancia que pudo tener para la música procesional del momento", comentó a los medios José Manuel Ruiz, que presentó las obras hasta ahora identificadas acompañado del concejal de Cultura, Antonio Castillo, y del técnico del Archivo Histórico Municipal Teo Cardoso. De hecho, añadió, "Cádiz tuvo un gran auge musical de 1878 a 1920 y con toda probabilidad fue el foco de un estilo musical concreto".

En total, ayer se presentaron más de una veintena de obras manuscritas -algunas originales de puño y letra del autor- entre las que se encuentran desde partituras de música procesional, obras para orquesta, pasodobles y fantasías militares. Entre los hallazgos, destaca la aparición de una pieza del músico Manuel López Farfán titulada La defensa de Cádiz, que en su día dedicó al centenario de la Constitución de 1812. La obra está fechada en septiembre de 1910 y fue entregada al Ayuntamiento gaditano. A modo de anécdota, Manuel Ruiz mostró otro manuscrito encontrado en el anexo de esta obra en el que López Farfán se pone a disposición del Consistorio de Cádiz para interpretar dicha pieza. Al parecer, con motivo de la efemérides se puso en marcha un concurso, pero se desconoce si se llegó a interpretar en la ciudad. Quizás ahora, con motivo de los actos del bicentenario, llegue a representarse por fin en la ciudad. "El objetivo es sacar a la luz estas piezas porque son parte de la historia de Cádiz. Ahora está todo en manos del director de la Camerata del Falla, José Luis López Aranda", dijo Antonio Castillo.

Aparte de esta pieza, se mostraron obras de Ramón Roig Torné, Al pie de la tumba y ¡Una lágrima!; de Ramón Rovira Delgado, muy conocido en las ferias, bailes, conciertos y demás acontecimientos celebrados en la época, con Vía Crucis (Marcha Fúnebre); de Leopoldo Martín, han aparecido las composiciones Pobre hija mía, ¡Descansa en paz! y A la memoria de Gayarre. Por su parte, de Damián López se ha encontrado Saeta (Marcha fúnebre), datada de 1890 a 1894 y en cuya parte central lleva una saeta, quizás para ser cantada en procesión, "la primera conocida hasta ahora". Además, de José Gisbert han aparecido La Magdalena; de Álvaro Milpager, Una promesa a la Virgen y ¡Descanse en paz!; de Miguel Hilarión, Christus Factus; y del autor del famoso pasodoble El abanico, la composición Vía Crucis. Asimismo, se han localizado las obras El llanto y El sepulcro, de José Gabaldá Bel, "que nos remonta a los orígenes de la música procesional", y del gran músico italiano Don Luigi Mancinelli, con óperas muy conocidas en el panorama internacional, se presentó Roma. Por último, también se reseñaron las partituras del maestro Eduardo López Juarranz, cuyas obras ¡Ha muerto!, La Santa Cruz y Marcha fúnebre, reseñadas incluso en artículos de prensa, han sido localizadas ahora.

Nada de esto hubiera sido posible, según comentó Ruiz, sin la labor de José Pérez Rúa, "desconocido músico gaditano que aparece como propietario de las obras".

En la actualidad, la investigación se encuentra en su primera fase, de organización, a lo que le seguirá la de catalogación y digitalización, para que todos los ciudadanos puedan tener acceso a estos fondos. "Lo que presentamos hoy es sólo un avance de la historia popular de la música procesional de Cádiz desde sus inicios, hasta nuestros días", comentaron.