Armando Bó ('El presidente'): "La serie es un animal productivo muy difícil de dominar"

Cádiz/Se disculpa por el símil futbolístico pero, para que lo entendamos, “un showrunner es un 5 –un todocampista–, mientras que un director vendría a ser un 9 o un 10”. Armando Bó, argentino, creador de la magnífica El presidente –una sátira de ficción sobre los hechos alrededor del FIFA-Gate– y Oscar al mejor Guion al estar entre los firmantes de Birdman, insiste e insiste durante la clase magistral que este lunes 9 de octubre ofreció en el South Series en la necesidad de “definir el rol” de esta figura reciente que “marca la diferencia” en el resultado de una ficción episódica ya que, a su juicio, “una serie es un animal productivo muy difícil de dominar”.

Y el showrunner –ese “guionista/productor/director”–, no cabe duda para el también escritor en Biutiful, es el perfecto domador “siempre que esté implicado en el proceso de la serie desde la idea inicial hasta que se lance”, aseveró durante la sesión que se anunciaba como El proceso creativo en las series de ficción pero que para el realizador “es imposible de separar de los procesos productivos”.

Evidente. Puedes tener la historia pero los recursos con los que cuentas para contarla “tendrán un impacto directo en la parte creativa, en ese cómo contarla”. “Ocurre que una serie puede tener dos primeros capítulos magníficos pero luego empieza a decaer y, a veces, es porque todos los recursos se han puesto en los comienzos, porque no hay nadie que tenga esa visión global de lo que es una serie, de la parte de producción y de la artística”, viene a decir Bó volviendo a enarbolar la bandera del showrunner.

“Los americanos lo tienen muy claro, el showrunner es el punto de vista de la serie, el que tiene que estar en todos los procesos y el que le recuerde a todo el mundo la historia que estamos contando”, explicó ante un auditorio lleno y entregado al director y guionista que dejaba sentencias para enmarcar: “Una serie es el arte de saber cómo sacrificar”.

Por eso, opinaba Bó, quizás el showrunner debería estar “más separado de la figura del director, que mirará por el episodio en el que participa” y, decididamente, “deberá tener conocimientos de producción y de guion”. Deberá conocer “las reglas del juego”.

Un juego “complicado” el de las series, “más que el de una película”, porque intervienen más elementos: “más gente, más guiones, más tiempos”. “En una serie, cuando te pones a reescribir un guion –para Armando Bó la reescritura es “crucial”, como un proceso de decantación de “un vino o un whisky”– en producción se echan a temblar”, reía ante la complicidad del director y escritor Carlos Padial, conductor de la cita.

Quizás el showrunner aplacaría los ánimos. “Pero cuesta plata, aunque, quizás, también la ahorra...” ¿Cuánto vale un poco de orden ante el maravilloso caos?