Arte y memoria en la carpeta de la disidencia
arte | autores de la posguerra española
Hoy se inaugura en los Claustros de Diputación la muestra 'Exiliarte' formada por medio centenar de las obras entregadas a Rafael Alberti en su exilio en París
Cádiz/Dice Carmen Bustamante, y no le falta razón, que Exiliarte "es un homenaje a los que homenajearon". Y es que la comisaria de la muestra que desde hoy se puede visitar en los Claustros de Diputación nos pinta un viaje. El de una carpeta con un destinatario, Rafael Alberti. Una carpeta que sale de España con un buen número de obras con destino París donde se alimenta de otro buen número de piezas. La carpeta de la disidencia. La carpeta de los artistas del exilio, el exterior y el interior. La carpeta de los que se fueron, de los que se quedaron apretando los dientes. Y de los que nunca volvieron... La carpeta que el 8 de junio de 1966 llegó a manos del poeta portuense en la Salle de la Mutualité de París en el transcurso de un acto en el que un gran número de artistas plásticos y unos 200 intelectuales de diferentes filiaciones políticas rindieron homenaje al autor de La arboleda perdida, todo un símbolo de la diáspora española y de la libertad.
Un homenaje a los que homenajearon. A una generación de artistas, la de la posguerra española, de la que se da buena cuenta en el medio centenar de obras que sobreviven en dicha carpeta que desde el pasado año custodia la Real Academia de Bellas Artes de Cádiz y que se convierte en el germen de Exiliarte. Memoria de una carpeta dedicada a Rafael Alberti. París 1966/Cádiz 2018, la exposición que se pone en pie , en y en colaboración, con Diputación de Cádiz hasta el 29 de abril.
Monjalés, José Guerrero, Zanetti, Ricaro Zamorano, Antonio Saura, Juana Francés, Mercedes Ruibal... Cada nombre, cada obra, encierra una historia, una historia olvidada que, en no pocos casos, se resume en un exilio forzado y forzoso, o en el sufrimiento de una nueva guerra en un nuevo país o, incluso, en el internamiento en un campo de concentración...
Cada nombre, cada obra de Exiliarte nos llama a la historia del arte y a la historia silenciada. Porque Exiliarte también es la historia de Radio París, con Adelita del Campo y Julián Antonio Ramírez, que cuando se vinieron para España trajeron consigo multitud de cintas de sus programas recuperadas por la Universidad de Alicante en su proyecto Devuélveme la voz, entre ellas, la que recoge este acto de homenaje al portuense que podremos escuchar, a fragmentos, en la exposición diseñada por Arantxa Morales y Javier Reina. Porque Exiliarte es la historia de la casa del pintor Rufino Ceballos por donde pasaron Alberti, Nicolás Guillén, Picasso, Blas de Otero, Marcos Ana... Porque Exiliarte es la historia de los grupos El Paso y de Estampa Popular, que desde dentro hicieron tanto por la normalización de la vanguardia española y la introducción de la modernidad histórica en nuestro país (El Paso) y por hacer comprensible y asequible al ciudadano un arte comprometido contra la dictadura franquista (Estampa Popular). Porque Exiliarte es Arte y es Memoria.
Así, en Exiliarte el visitante podrá leer (y escuchar en algunos casos) parte de las palabras que los intelectuales partipantes en el homenaje a Alberti organizado por Asociación Cultural Franco-Española y presidido por su director y escritor francés, Jean Cassou. Una acto al que se adhirieron desde el que meses después fuera nombrado Nobel de Literatura, Miguel Ángel Asturias, a un jovencísimo Fernando Quiñones, a los escritores Camilo José Cela y José María Pemán (en absoluto sospechosos de compartir lealtad política con Alberti) pasando por Alfonso Sastre, Tierno Galván, La Pasionaria, Miguel Delibes, Gabriel Celaya, entre una interminable listas de nombres. No todos pudieron estar presentes, por eso en la muestra se exhiben algunas de las cartas originales que los intelectuales enviaron al portuense con cariñosas palabras de afecto, cedidas por la Fundación Alberti.
El reflejo de este acontecimiento en la prensa española del momento también queda recogido en la muestra. Y no es asunto menor. De hecho, fue el primer acto de la disidencia antifranquista realizado fuera de España que pudo ser publicado por los medios nacionales ya que unos meses antes, justo en marzo, se había aprobado la Ley de Prensa e Imprenta con la que el régimen franquista buscaba dar una imagen de apertura hacia el exterior (obviamente una cortina de humo más). Así , los artículos (algo breves, como cabía esperar) que ABC y El Norte de Castilla publicaron del acto se pueden ver en uno de los paneles informativos de la exposición que destaca por un diseño limpio y claro que hace legible y ameno el paseo por las diferentes secciones.
Secciones que al comienzo del recorrido están dedicadas al contexto del momento y al acto de homenaje al literato pero que, poco a poco, y de forma muy natural, van introduciendo las diferentes obras que formaban parte de una carpeta que originalmente estaba formada por un centenar de obras de las que Alberti seleccionó una parte, entre ellas cuadros de Tàpies o Miró, y las restantes, las 52 obras de 49 autores que se exponen por primera vez y que desde hoy podemos ver en Cádiz, quedaron en París. Una carpeta que el destino quiso que pasara a manos de la galerista vasca Sol Panera con quien la Academia de Bellas Artes de Cádiz firmó un convenio de cesión.
Obras de Monjalés (que un año después tuvo que salir huyendo tras ser condenado a 14 años de prisión sólo por participar en la huelga del 1 de mayo del 67), de Mercedes Ruibal (a la que Alberti conoció en Buenos Aires ya que el padre de la artista también tuvo que exiliarse a Argentina) o de Juana Francés (fundadora del grupo El Paso y que luego fue desplazada por sus mismos compañeros... la historia universal de la mujer....) asaltan nuestros ojos dejando testimonio de los diferentes estilos y técnicas de los artistas de la posguerra, desde la abstracción, al realismo, al informalismo... Todo cabe en esta miscelánea artística e histórica que tiene un doble valor, un doble interés y un doble motivo para ser visitada.
Como complemento, el Servicio de Vídeo de Diputación de Cádiz ha realizado una pieza documental que se proyecta en la muestra en la misma sala en la que también está visible la carpeta propiamente dicha. Carpeta como la que el crítico de arte, escritor y poeta Corredor Matheos, que hoy estará en la inauguración de la muestra junto a la galerista Sol Panera, llevó desde Barcelona al homenaje con algunos de las obras de los más relevantes pintores catalanes. Una carpeta llena de nombres, algunos, hoy olvidados.
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