La joya del imperio romano en Cádiz: ¿Qué ver en Baelo Claudia?
Arqueología
Situada en la ensenada de Bolonia, en pleno paraíso natural, se abre paso la ciudad romana de Baelo Claudia, el único conjunto arqueológico de la provincia, cuyos orígenes se remontan al siglo II a.C. Un bello enclave donde se encuentran los elementos más representativos del perfecto entramado urbano que culminó en la primera mitad del II d.C., y que nació y desarrolló gracias a la industria de salazones. El propio centro de interpretación atesora muchas obras aquí localizadas, así como una maqueta del enclave y varios monitores interactivos en inglés y español que contextualizan geográficamente el yacimiento. Tras su visita se abre paso el conjunto arqueológico. Aquí te presentamos algunas de las piezas imprescindibles que no puedes perderte.
La escultura de Trajano
La colosal figura de Trajano que preside el foro de Baelo Claudia como uno de sus grandes símbolos es una réplica de la original y una de las grandes joyas arqueológicas prestadas al Museo Provincial de Cádiz. Con esta colosal pieza la ciudad romana quiso ofrecer su homenaje al nuevo emperador. Se localizó en las excavaciones llevadas a cabo en la zona de la basílica de Baelo Claudia, con la cabeza separada del cuerpo y situada a sus pies y ocupaba un lugar importante en el intercolumnio central de la basílica, delante de la tribuna de magistrados, presidiendo de este modo los actos públicos que allí se celebraban.
Escultura del Doríforo
Doríforo, que significa el portador de lanza, es una obra clásica de Policleto -siglo V a. C.-, y es la primera copia de la España romana de la que se tiene constancia. Está realizada en mármol importado de las Islas de Paros, en el Egeo, que eran las más prestigiosas del mundo antiguo y se concibió como parte del programa decorativo del más alto nivel para el conjunto termal en Baelo. El Doríforo, que fue restaurado en el propio laboratorio de Baelo Claudia, forma parte del discurso museográfico del conjunto.
Inscripción y escultura togada de Junia Rufina
Junia Rufina tuvo que ser una mujer realmente influyente en la ciudad romana de Baelo Claudia pues un monumento funerario en honor a su memoria de cuatro metros de altura y flanqueado por unas bellas columnas y capiteles corintios de mármol importados podía verse poco antes de entrar por la puerta de Carteia del conjunto arqueológico. Según las investigaciones, parece que ella misma fue la promotora del edificio. De su figura se conserva en el conjunto la escultura togada tardorromana que fue localizada en 2004 y se expone en el museo del edificio y una singular inscripción, única en Hispana por conservar intactas todas sus letras. El conjunto funerario del que un día formó parte se levanta junto a la entrada, que era donde se enterraban a los poderosos.
Los silenos
Los silenos son dos esculturas que remataban el pulpitum del teatro -área que separa la orchestra de la escena- de una forma espectacular y que completaban los ricos revestimientos de mármol y estucos pintados.
Las figuras de los silenos aparecen barbadas, desnudas, recostadas cada una hacia un lado sobre una piel de animal y apoyadas en el codo con las piernas semi-flexionadas. Están abrazando un odre, a través del cual arrojaban agua a modo de fuentes sobre dos piletas adosadas al muro de la escena. El juego del agua combinado con la belleza del grupo escultórico y los revestimientos hacían de ese lugar un punto de referencia estética dentro del teatro. Fueron hallados en 1985.
La gran ingeniería romana en tuberías de plomo
Entre los grandes legados del imperio romano figuran sus obras de ingeniería y sus acueductos. Prueba de ellos son las tuberías de plomo del siglo I d. C. procedentes del cruce del decumanus maximus con el cardo del teatro y que pueden verse en el centro de interpretación de Baelo, con una longitud del caño principal de 1,42 metros, con diámetro de 5 cm, y el segundo y el tercer tramo de tubería con unas medidas de 76 y 59 cm respectivamente, ambos con un diámetro de 9,5 centímetros. Además, el bote o sifón tiene 50 centímetros de altura. Fueron halladas en 1978.
El circuito
Una vez que se visita el centro de interpretación como antesala del propio conjunto se abre paso la mágica ciudad de Baelo Claudia, a los pies del mar. En el recorrido puede verse la puerta de Carteia, como punto de entrada, las calles -decumanus-, restos de murallas, de necrópolis, de acueductos, de edificios administrativos como la basílica, la schola, tiendas, el mercado, las termas, sus fábricas de salazones -una de ellas entre los últimos hallazgos-, taberna, el foro o plaza principal con la réplica de Trajano que luce en el Museo de Cádiz, cuatro templos situados ya en la terraza alta -tres dedicados a la tríada capitolina y uno a la diosa Isis-, y su gran teatro, donde, además, se hace numerosas representaciones todo el verano.
Las visitas: Entrada gratuita de martes a domingos y festivos, de 9:00 a 18:00; Domingos, festivos y lunes víspera de festivos, de 9:00 a 15:00 horas. Lunes cerrado.
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