Benítez Ariza publica la tercera parte de las entradas de su blog
El libro 'Pintura rápida' (La isla de Siltolá) recoge una selección de los textos publicados en la bitácora 'Columna de Humo', durante el otoño de 2008
Aunque pensó en bautizar esta tercera recopilación de textos de Columna de humo -el blog que mantiene en Blogger- bajo el nombre de Diario de un otoño, al fin, el título escogido por José Manuel Benítez Ariza fue el de Pintura rápida: no sólo lo plástico tiene un protagonismo especial en esta entrega - "Frecuento a muchos amigos pintores y es una actividad que me ayuda mucho a la hora de pensar en la creación", comenta- sino que la propia técnica del diario tiene mucho que ver con el bosquejo o los apuntes de pintura rápida. Unos esbozos en los que tiene más peso "el apunte natural -explica Benítez Ariza-. Pretendo dejar constancia de sitios que he visto, de cosas que he oído, y que si no se escriben, se olvidan, parece que no han dejado huella. Pero si uno tiene la paciencia de anotarlas o dejarles el poco de chispa que tiene, te dan el tono de lo que uno ha vivido. Es una forma de revivir, para ti y para los lectores, impresiones que de otra manera se perderían".
Pintura rápida es la tercera selección de textos del blog pero la segunda publicada -un tercer grupo de textos, que abarcan todo un año, verán también la luz en breve-. Algo que el autor no esperaba cuando comenzó la bitácora, que inició "como recopilador de artículos". Más tarde, al ver las posibilidades de la herramienta, vio que podía utilizarlo como ese "cuaderno de muchas cosas: de lecturas, de películas vistas... que siempre había querido llevar pero nunca había hecho. Este formato ofrecía interactuar con el público, cosa que lo sacaba del monumento a la vanidad que puede parecer un diario personal. El mantener un diálogo vivo, continuado y simultáneo con los lectores es muy estimulante".
"Además -continúa- te sirve para preguntarte qué es la intimidad. Este diario mío no es exhibicionista en el sentido obvio, pero hay una intimidad más difícil de compartir que la evidente que es la de pensamiento. Así que, en ese sentido, supone también algo de investigación, ver hasta dónde quiero y puedo llegar".
Es inevitable, viendo los textos de Benítez Ariza, pensar en otro gran aficionado a los dietarios, Andrés Trapiello: "Para mí -comenta al respecto-, Trapiello es el gran maestro. Su aportación al género del diario es haberlo convertido en un ejercicio literario abierto (más allá del ejercicio de vanidades), con reglas muy claras, que el lector reconoce. También me aportó el plantearlo como un diario abierto, redefiniendo como hemos dicho el concepto de intimidad. Para mí, es el iniciador de todo un género que seguramente tendrá muchas nuevas entregas".
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