Biblioteca Provincial de Cádiz: los guardianes del tesoro del saber

Día Internacional de las Bibliotecas

La Biblioteca Provincial de Cádiz custodia en sus dependencias más de 23.000 títulos publicados entre los siglos XVI y XIX, además de ofrecer en préstamo el año pasado unos 37.000 libros contemporáneos

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Exposición en la Biblioteca Provincial

Un hombre consulta un libro en una de las salas de la Biblioteca Provincial de Cádiz.
Un hombre consulta un libro en una de las salas de la Biblioteca Provincial de Cádiz. / Julio González

Si es verdad que todo está en los libros, y toda la pinta tiene de ser verdadera la popular expresión, todo a su vez cabe en una biblioteca, y mucho más en el conjunto de todas las bibliotecas que hoy, 24 de octubre, celebran su día internacional, una simbólica conmemoración que cobra más significación si cabe en esta era digital en la que en ocasiones estamos a punto de perder los papeles. El papel, otrora pergamino, en el que durante siglos se ha ido atesorando el saber de la humanidad, el conocimiento que ha hecho avanzar sociedades y que, con sus frenazos totalitarios, ha ido conformando el mundo hasta la imperfección actual. El saber, por ejemplo, que almacena en su edificio de la avenida Cuatro de Diciembre, frente a la plaza de las Tortugas, la Biblioteca Provincial de Cádiz donde un libro eclesiástico impreso en 1480 es su ejemplar más antiguo. De la mano de su directora, Elena Sanz, descubrimos algunas otras de las joyas que se custodian en sus dependencias y nos acercamos a una biblioteca que en 2022 dio en préstamo un total de 37.000 títulos.

Porque muchas son las funciones de esta biblioteca cuya historia se remonta a mitad del siglo XIX, fue creada en 1851 con 12.000 volúmenes, y que ha tenido a lo largo de este tiempo varias sedes hasta asentarse en el edificio actual después de una profunda reforma entre 1971 y 1981. Su origen, como muchas otras bibliotecas de la época, se sitúa como recuerda su directora en las consecuencias de la desamortización del gaditano Mendizábal. Tras el cierre y derribo de conventos y otros centros de la Iglesia surgió la preocupación por salvaguardar el rico fondo bibliográfico que poseían, lo que justificó la creación de bibliotecas en las que se almacenaron buena parte de aquellos históricos libros.

Y ejemplo claro de aquella amnistía literaria es la propia Biblioteca Provincial de Cádiz, donde el libro más antiguo data de 1480 y es un valioso ejemplar de tema eclesiástico que procede precisamente de aquel histórico embargo de bienes y propiedades de la Iglesia católica. De hecho, muchos de los volúmenes que se custodian en la sala del Fondo Bibliotecario Patrimonial proceden de aquella desamortización.

Una sala especial, muy especial. No sólo por los libros antiguos que guarda, entre ellos veinte incunables, sino por sus especiales características, con una temperatura adecuada y, sobre todo, con esenciales medidas para mantener a raya la humedad, el gran enemigo de los libros y el papel.

La directora Elena Sanz junto a valiosos ejemplares del fondo patrimonial.
La directora Elena Sanz junto a valiosos ejemplares del fondo patrimonial. / Julio González

En sus muebles especiales, denominados compactos y con movimiento para desplazar las estanterías creando un espacio entre sí, se almacenan debidamente catalogados libros de los siglos XVI a XVIII, joyas para investigadores y expertos que, en algunos casos, se encuentran digitalizados asegurando de esta forma su pervivencia futura en nuevos formatos y también frenando el posible deterioro de excesivas consultas.

En total, esta sala alberga, además de los 20 incunables, 1.286 títulos del siglo XVI, 3.807 del XVII y 9.128 títulos del esplendoroso XVIII gaditano. La biblioteca, además, posee otros 9.167 títulos publicados en el siglo XIX. Como queda dicho, muchos de estos volúmenes llegaron a la biblioteca vía decreto de Mendizábal, aunque hay otros que lo han hecho a través de sustanciosas donaciones, como la realizada en el siglo XIX por José Manuel Vadillo, que depositó en el centro un total de 8.000 volúmenes.

Entre los libros históricos que muestra Elena Sanz con la colaboración de su equipo de bibliotecarios destaca un ejemplar de 1572 de ‘Civitates orbis terrarum’ y del titulado ‘Emporio del Orbe, Cádiz ilustrada’, el célebre y clásico volumen de Fray Gerónimo de la Concepción que se publicó originariamente en Amsterdam en 1690 y en cuyas páginas el autor formula la sorprendente teoría, con un detallada árbol genealógico incluido, de que la Virgen María fue una gaditana...

El primero de los libros citados, por su parte, es un rico volumen que forma parte de un ambicioso proyecto editorial con dibujos, imágenes, grabados y planos de multitud de ciudades europeas, que se hacían acompañar de textos en latín sobre la historia, la geografía y los aspectos sociales y económicos de cada ciudad.

Junto a esta delicada labor de custodiar estos valiosos fondos patrimoniales, la Biblioteca Provincial de Cádiz cuida también un fondo periodístico muy estimable: hasta 888 títulos de periódicos publicados hasta el siglo XIX y que en este caso demuestran la pujante prensa gaditana de la época. ‘El argonauta español’, de 1790, es el ejemplar más antiguo; junto a ellos, números de periódicos tan históricos e interesantes como ‘El Conciso’, ‘Diario Mercantil, ‘La Pensadora Gaditana’ o ‘El Mercurio Gaditano’.

Pero las bibliotecas son centros contemporáneos que necesitan de usuarios, de lectores, para mantener vivo su objetivo más preciado: el fomento de la lectura. En ese empeño se mueve cada día el equipo dirigido por Elena Sanz. Una biblioteca que ha tenido históricamente 49.000 socios, otra cosa son los “usuarios activos”, y que sigue nutriendo sus fondos con nuevas publicaciones y con los libros que después son prestados a los socios para su lectura domiciliaria. Un fondo que se incrementa, por ejemplo, con los libros que se publican en la provincia de Cádiz, y de los que por ley hay que depositar un ejemplar en esta biblioteca por su carácter provincial.

Hasta 37.000 títulos se prestaron el año pasado, en una clasificación que en lo que va de 2023 encabezan los ejemplares de cómics y mangas japoneses en lo que supone una de las tendencias más firmes de la lectura contemporánea. Quitando este género literario, los libros más prestados en lo que va de año son ‘Historias de mujeres casadas’, de Cristina Campos; ‘Revolución: una novela’, de Arturo Pérez Reverte; ‘Lejos de Luisiana’, de Luz Gabás, y ‘La maniobra de la tortuga’, del gaditano Benito Olmo.

Son préstamos que se hacen por un periodo de quince días y renovables por otros cinco. Los usuarios son, en su mayoría, personas de mediana edad y también el llamado público familiar, los más pequeños que llegan al centro con sus padres para llevarse a casa la siempre agradable tarea de leer. Esa tarea que hace volar la imaginación del lector sin más límite que sus ansias de aprender con las historias verdaderas y de soñar con las historias de ficción.

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