"El Cádiz de las Cortes fue un escenario fascinante y magnético"
El escritor Jesús Maeso presentó ayer, en el Salón de Plenos del Ayuntamiento, su última novela, 'En una tierra libre' · La obra recrea el periodo doceañista en una trama que mezcla amor e intriga
"Esto es una novela -subrayaba, aunque fuera cosa ya conocida, Jesús Maeso-. Está escrita para emocionarse, para estremecerse". El autor aclaraba así el propósito último de su última creación, En una tierra libre (Grijalbo), en un Salón de Plenos abarrotado. Precisamente, el mismo escenario en el que se desvela el misterio principal de su nueva historia: "A principios del XIX, este era el salón que utilizaban los políticos municipales para las grandes recepciones", apuntaba el autor.
En una tierra libre (Grijalbo) es la primera -de las ya once novelas publicadas por Jesús Maeso- que tiene a Cádiz como protagonista absoluta. Como protagonista, y no como escenario: peculiaridad en la que insistieron tanto el escritor como el historiador José María García León, encargado de presentar el encuentro: "Sobre las Cortes de Cádiz -comentó García León-, excepto las aportaciones de Galdós y Ramón Solís, no se ha escrito mucho. Y aún menos, si consideramos sólo los textos de ficción. La novela de Maeso cubre un gran hueco ya que, no sólo se trata de una obra magnífica para aprender historia y deleitarse sino que, también, resulta un título necesario dada la raquítica bibliografía sobre la época".
Maeso llegó a Cádiz -rememoró el propio autor- hace 42 años. O los hará, la semana que viene. Llegó aún no cumplidos los veinte, montado en el "ferrobús" y con "una maleta a rayas", y lo primero que hizo fue comer en El Sardinero: "Los que sois de aquí -continuó explicando el escritor -, no os podéis hacer una idea de la luminosidad etérea que tiene este sitio, la simpatía, lo adaptable en medidas que es esta ciudad... Inevitablemente, me quedé a vivir aquí".
Desde entonces, Jesús Maeso se ha convertido en un "paseante empedernido" de las calles de Cádiz. Una ciudad que, en 1812, fue un "rincón fascinante y magnético -indicó el novelista-. Una ciudad sitiada, que podía estar asustada y no lo estaba: la Bolsa del país estaba en la calle Arbolí, el comercio seguía funcionando, había cafés, tertulias políticas, participación femenina..."
Todo ello le da enjundia al viaje iniciático del protagonista de En una tierra libre: el naviero Germán Galiana, sumergido en una búsqueda continua "del amor y la libertad" y que se ve inmerso en el misterio de la desaparición de las dos joyas más importantes de la Corona española: la Perla Peregrina -que se dice luciría luego Liz Taylor- y el Diamante Azul.
"Mis lectores saben que mis historias tienen una arqueología profunda. En esta ocasión -reveló Maeso-, yo he recurrido a las fuentes de escuela inglesa, a Blanco White o Alcalá Galiano. Escapo a muchos de los tópicos de la época. Por ejemplo, ninguno de los principales periódicos del momento -El Conciso y El Diario Mercantil-, recogieron en sus páginas que se exclamara '¡Viva la Pepa!'. Y muy pocos gaditanos de aquella época comprendían realmente qué estaba pasando. En la Constitución del Doce, se hicieron proclamas por la nación, el rey y la Constitución. El hemiciclo de San Felipe Neri acogió la creación del texto máximo de nuestra historia: alumbramos una Carta Magna que decía que la soberanía residía en el pueblo, que establecería el principio de las libertades comunes y que crearía los conceptos de patria y España".
"Siempre digo que, cuando algún personaje o hecho español merece los halagos de un inglés o un francés, es algo a tener muy en cuenta -prosiguió el escritor-. Me parece extraordinario, por ejemplo, que Jeremy Bentham le dijera en una carta a Jefferson que los hechos más extraordinarios del mundo estaban sucediendo en Cádiz. Que era allí donde, por primera vez, el ejército de Napoleón Bonaparte iba a ser derrotado y donde, además, se estaba vislumbrado el sistema político más avanzado de la época".
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