“El tema de ‘Cai’ es imposible quitarlo del repertorio de cada concierto”
Niña Pastori | Cantante
La intérprete isleña, agradecida por el trato que recibe en su tierra, regresa al Teatro Falla de Cádiz dentro de su gira ‘Bajo tus alas’, con dos espectáculos que tienen el lleno asegurado
Niña Pastori regresa a Cádiz, al Gran Teatro Falla, donde esta noche y mañana ofrecerá el concierto de su gira Bajo tus alas. Las últimas canciones de la cantante de San Fernando junto a sus temas de siempre en un espectáculo que tiene el lleno asegurado, hasta el punto de que se añadió un segundo concierto al único previsto inicialmente en la programación.
–De nuevo en el Teatro Falla, con todo vendido y una función más de la inicialmente prevista: ¿se puede pedir algo más?
–La verdad es que no, la verdad es que yo me siento muy querida, no como le pasa a otros artistas que no se sienten profetas en su tierra. Y yo siempre me he sentido querida, no desde que saqué el primer disco, sino desde niña cuando empecé, siempre con el cariño de mi gente, y sigue siendo así. Es una maravilla, una bendición y un gusto poder cantarle a tu gente y sentir su apoyo.
–Pero es que el resto de conciertos va también muy bien. Hay muchas fechas y con buena respuesta en taquilla.
–Este es el segundo año con la gira de este disco, hemos hecho un 2018 estupendo, maravilloso, con todo lleno y con conciertos en muchísimos rincones de España. Se suponía que este año iba a ser para preparar el siguiente trabajo y, finalmente, salieron muchos sitios más y estaremos hasta la primera semana de agosto... Espero que me den vacaciones.
–¿Y este ritmo frenético lo tienen asumido los artistas?
–Bueno, es un gusto porque realmente trabajar haciendo un disco con lo que cuesta hoy en día, lo complicado que está todo, lo cuesta arriba que está todo, y lo difícil. Y luego hacer un disco para obtener la recompensa de tu público es un reto.
–Evidentemente el público de Niña Pastori es fiel: ¿ofrecerle novedades en un concierto es difícil, cómo se plantea Bajo tus alas en este caso?
–Es difícil, pero yo siempre me dejo llevar por el día y doy mucho paso a la espontaneidad, a lo que va surgiendo. Y al final los conciertos siempre son distintos porque si estás abierto a eso, siempre surgen cosas o algún amigo que te acompaña esa noche, algo. Están abiertos a eso, a abrir tus alas a la espontaneidad que es importante. Hay siempre un guioncito, pero cada día intenta estar abierto a eso. Y así cada día es único. Se van cambiando canciones, te vas dejando llevar por el día, por como estás de la voz, que es una cosa que nunca se sabe hasta que no te pones. Hasta que no llega el día no sabes: porque te has resfriado, porque no has descansado lo suficiente. Y vas modificando. Y de repente otros días estás como un cañón y decides arriesgar alguna cosa. Siempre surgen cosas bonitas.
–Y las peticiones del público.
–También, también. Siempre están los clásicos. El tema de Cai es imposible quitarlo del repertorio. Primero, porque yo no quiero, porque es una canción que me traspasa, que me eleva. Pero también la gente no quiere dejar de escucharla en cualquier lugar. Es una canción tan bonita que a la gente le da igual. Yo estoy en Barcelona y la gente la pide. Esté donde esté. Es una canción bonita: que habla de mi tierra, mejor para mí que haya sido así. Pero es que realmente es una canción muy bonita, que tiene unos arreglos muy bonitos. Es una canción muy rica en todos los sentidos.
–En medio de todo el nuevo disco de la gira surgió el proyecto de Realmente volando, con una grabación en directo en el Teatro Real.
–Sí, muy contenta porque no tenía nada en directo y me pareció que era un buen momento para compartir canciones con otros compañeros, y fue maravilloso. Para mí fue importante compartir mi música con otros. Generalmente, escuchas tus canciones por ti misma, y cuando escuchas tus canciones interpretadas por otros, que le dan otra visión, otras formas, me pareció algo muy bonito para el recuerdo, incluso para mí como persona, no ya como artista.
–Para llegar a eso, para que otros interpreten sus canciones, hay que tener un cierto bagaje. ¿Qué queda de aquella Niña Pastori de Entre dos puertos, el primer álbum?
–Bueno, quedan cosas, yo pienso que sí. Cosas que son tuyas que están desde que naces y que vienen con tu personalidad. Vas creciendo y vas madurando en muchas cosas, pero hay cosas que no se pierden. Y creo que eso nos pasa a todos. Yo sigo soñando con cosas bonitas y tengo ilusión por lo que hago todavía, eso no lo he perdido para nada.
–Acaba de ser nombrada embajadora de la provincia, otro reconocimiento más.
–Sí. Mi madre me llamó: “Señora embajadora” (ríe). Y muy bien, una maravilla. Es lo que te decía antes, me siento querida en mi tierra, respetada, y eso es un gusto. Un reconocimiento como éste es un placer, y en mi caso que me siento mega, extra, orgullosa, no sé cómo ponerlo, de haber nacido aquí, y para dedicarme a lo que me dedico me ha venido como anillo al dedo haber respirado este aire.
–Y dentro de dos semanas tenemos a Alejandro Sanz como Hijo Adoptivo de Cádiz. Esta tierra parece agradecida.
–Yo pienso que sí, en mi caso seguro. Hablas con otros artistas, de otros lugares, y no se sienten reconocidos, que suele pasar también. En muchos sitios hay esa queja. Pasa en España, pero también en otros países cuando vas. En mi caso, no. Y no de ahora, porque cuando arranqué e iba a los concursos, siempre tenía mi gente, mi público de la peña de mis padres, que venían y me acompañaban. Un apoyo desde que era una niña, y es maravilloso tener a la gente arropándote desde el principio. Son cosas que no se olvidan.
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