Los Dioses del Prado llegan a la Casa de Iberoamérica de Cádiz

Cádiz/El alcalde de Cádiz, José María González, ha conseguido que Cádiz sea una de las escasas ciudades en las que se podrá ver una de las grandes exposiciones organizadas por el Museo del Prado y la Obra Social la Caixa: "Arte y mito. Los Dioses del Prado".

La presencia en Cádiz de esta exposición, conformada por piezas esenciales dentro del catálogo de la mayor pinacoteca de España, se ha cerrado tras intensas negociaciones que el alcalde ha mantenido en las últimas semanas con los responsables del Prado y, sobre todo, con José Pedro Pérez-Llorca, el gaditano presidente del Patronato del Museo del Prado.

La petición ya ha obtenido el beneplácito del centro cultural y de La Caixa y se espera que, una vez pasen las fiestas de Navidad, se pueda cerrar el convenio de colaboración entre todas las instituciones implicadas en el que sin duda será uno de los grandes eventos culturales de la ciudad de los últimos años.

José María González ha ofrecido a los organizadores de esta exposición las instalaciones de la Casa de Iberoamérica, un centro cultural de gran capacidad y con numerosas salas, igualmente amplias, ideal para dar cabida a una muestra de este calibre. La fecha que se maneja para la visión en Cádiz de "Arte y mito", fija la inauguración el 26 de septiembre de 2019 y la clausura el 6 de enero de 2020. Aunque pueda considerarse como tardía la fecha elegida, lo cierto es que son numerosas las capitales que estaban intentando conseguir para ellas esta muestra, que ya tiene un calendario muy apretado, por lo que los organizadores han dado prioridad a la visita a la capital gaditana.

"Arte y mito. Los Dioses del Prado" nace de una "alianza estratégica" que mantienen desde 2015 el museo nacional y la Obra Social 'la Caixa' y que desde el pasado mes de noviembre se puede ver en la sede de CaixaForum Palma.

La muestra ofrece, según destaca la entidad cultural, una amplia mirada sobre la mitología clásica y su representación a lo largo de la historia del arte, a través de pinturas, esculturas y objetos fechados entre los años centrales del siglo 1 A.C. y finales del siglo XVIII. Se destaca así como una muestra "diacrónica", (la evolución de un hecho a lo largo del tiempo) a partir de 50 obras de las colecciones del Museo del Prado. Y entre este medio centenar de obras se cuentan con autores como Rubens, Ribera o Zurbarán, entre muchos otros grandes autores cuyas obras están en la pinacoteca nacional. Es decir, un auténtico lujo para Cádiz.

La exposición, comisariada por Fernando Pérez Suescun, jefe de Contenidos Didácticos del Museo Nacional del Prado, está dividida en ocho secciones de carácter temático y ofrece, simultáneamente, "distintas representaciones de dioses y variadas interpretaciones de un mismo episodio mitológico, haciendo posible apreciar al mismo tiempo la riqueza iconográfica, geográfica y cronológica de las colecciones del Museo del Prado".

Una historia que contar es la primea área que abre la exposición. Aquí el relato se centra en la evolución histórica de los mitos, que nacieron primero como narraciones no escritas que iban transmitiéndose de forma oral "modificándose paulatinamente con nuevos añadidos". La muestra refleja la dificultad que ha supuesto que algunos dioses sean conocidos por sus nombres griegos mientras que otros lo sean por la designación romana. El segundo gran apartado se refiere a Los dioses del Olimpo, "el lugar donde tenían su morada los principales dioses griegos".

La tercera sección se centra en los Espíritus libres, donde se relata que "los dioses clásicos aparecen en los mitos acompañados de todo tipo de seres y personajes, vinculados a menudo a distintos fenómenos de la naturales, de los que se sirven para satisfacer sus necesidades o apetitos carnavales, y a los que también hacen partícipes de sus fiestas y celebraciones".

En Amor, deseo y pasión, el amor se representa "como un niño alado que se divierte jugando con los corazones de dioses y mortales, a quienes inflama con su antorcha o hiere con sus flechas. Las de oro provocan amor; las de plomo, en cambio, odio".

El quinto bloque de la exposición se denomina Faltas y castigos, donde se hace patente que "la violencia es inherente al ser humano, y los dioses grecorromanos, que adquirieron apariencia humana e interactuaron con los hombres, no escaparon a ese principio general".

Con Metamorfosis divinas y humanas, se cuenta que "los principales dioses grecorromanos tenían una extraordinaria capacidad para alterar sus aspecto físico y adquirir una nueva identidad. De ese modo alcanzaban sus objetivos, relacionados en la mayor parte de las ocasiones con el placer carnal". De ahí a los Héroes, que junto a los dioses y semidioses "jugaron un papel fundamental en los mitos clásicos". En su reflexión se cuenta que éstos "podían ser hijos de un dios y una mortal, o de una diosa y un mortal; pero también hubo héroes que eran hijos de dos simples mortales. De ellos quedan sus hazañas, con las que alcanzaron fama y gloria". La ingente exposición organizada por la Obra social 'la Caixa' y el Museo del Prado se cierra con La guerra de Troya, "el gran enfrentamiento entre griegos y troyanos, pero en ella también intervinieron de forma activa y decisiva muchos dioses que, por distintas razones, decidieron apoyar a uno u otro bando".

La exposición recorre así una parte de nuestra mitología más apasionante con obras como Vulcano y el fuego, de Rubens; La caída de Faetón, de Jan Carel van Eyck o Detalle de la cabeza del dio Baco, de Ribera, entre otras muchas que convertirán a la Casa de Iberoamérica en uno de los principales alicientes culturales del país.