Encender la llama del arte

En los fogones de la artista gaditana Gloria Garrástazul se cocinan ilustraciones y diseños alegres, de colores vivos. Para ello utiliza los ingredientes más creativos e imaginativos, que mezcla y guisa a fuego lento hasta dar con el plato deseado, con la obra que busca. Con una larga trayectoria en el mundo de la ilustración y el diseño, con estudio propio en Cádiz, de nombre Capacero, desde 2007, es ahora cuando Gloria Garrástazul ha debutado en el para muchos, que no para ella, ansiado mundo de la exposición individual. Así, recogió el guante del proyecto Planeta Cádiz y llevó al restaurante La Candela la exposición Migas con chocolate, un homenaje al dúo musical femenino Vainica Doble con la cocina como hilo conductor.

En el restaurante de Feduchy, cuya decoración es también obra de esta gaditana, pueden contemplarse tres cuadros de la artista. El encargo le llegó casi a la par que la muerte de Gloria Van Aerssen, la mitad de Vainica: "Su muerte me afectó en la forma de concebir mi trabajo. A partir de ese momento hablaría de la cocina, de la mujer, de Vainica Doble, de sus canciones de música dulce con letras mordaces y transgresoras para la época y para dos mujeres. Lo que ellas hicieron con la letra y la música he querido yo hacer con la imagen, con la ilustración y el diseño gráfico: crear un conflicto, un cortocircuito".

Déjame vivir con alegría, Chiribitas de limón y La cocina mágica son las tres canciones del dúo que titulan las obras de Gloria Garrástazul, en las que, además, el mundo de la cocina está presente a través de las materias primas, la elaboración y el disfrute final del plato.

Se trata de la primera exposición individual de una artista que se declara no relacionada con el mundo de las galerías, que sí ha participado en muestras colectivas, como la del botones Spirou que se pudo ver hace poco en Cádiz y que ahora está en Sevilla, y que se dedicó a la ilustración y al diseño gráfico después de licenciarse en Medicina y cursar un máster de creación digital en Valencia

Aunque en sus comienzos profesionales se planteó salir de Cádiz, Gloria Garrástazul decidió quedarse en su tierra y montar Capacero Estudio, el rincón desde el que da vida a sus creaciones y desde donde proyecta toda su obra, accesible en su propia página web (capacero.com). Los encargos le llegan a Garrástazul desde múltiples lugares, pues igual crea el atrezzo de un romancero en carnaval, que el interior de puestos en la Plaza de Abastos de Cádiz, que el diseño de los perfumes para bebés de Tous o las ilustraciones de una historia didáctica editada por Leroy Merlin sobre el buen uso de los elementos que integran un hogar. O sus trabajos científicos, ilustraciones para publicaciones de ciencia: "Me encanta trabajar en este sector y me siento muy cómoda por mi formación médica. Son trabajos técnicos, más 'serios', en los que hay menos predominancia del color. Son trazos serios y en blanco y negro".

Implicada en el ámbito cultural de su ciudad natal, Gloria Garrástazul ha sido una de las participantes en el encuentro Culturas Comunes: "Ha sido muy gratificante, se ha dado la oportunidad de hablar a personas de distintas áreas y se han puesto sobre la mesa temas que nos preocupa desde hace ya muchos años. Ha sido una oportunidad para escuchar y decir".