Un equipo de investigación de la UCA halla la ciudad romana de Flavia Sabora en Málaga

Arqueología

El sistema de geodetección que dirige Lázaro Lagóstena ha identificado en Cañete la Real el trazado de lo que podrían ser las calles, termas con ábside, casas e incluso un templo perteneciente a esta pequeña ciudad fundada en el 80 a.C.

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Equipo de georradar en la zona de trabajo
Equipo de georradar en la zona de trabajo / M.H.

La ubicación de una pequeña ciudad de la época flavia acaba de confirmarse por parte de un equipo de la UCA en el municipio malagueño de Cañete la Real. Se trata de Flavia Sabora, un área urbana demasiado pequeña como para adoptar la entidad de gran ciudad romana, pero más extensa que una simple villa rural. Una especie de centro administrativo de prestigio que seguramente proliferaron en Hispania, en la bética y en la provincia de Cádiz, explica Lázaro Lagóstena, investigador responsable del departamento de Historia, Geografía y Filosofía de la UCA y coordinador del equipo de Geodetección del Patrimonio Histórico-Arqueológico que ha localizado esta urbe.

A través del potente sistema de arqueología no invasiva que regenta su equipo han podido testificar que bajo el terreno de más de dos hectáreas donde intuían aguardaba esta ciudad, han localizado la planta de la nueva ciudad de Sabora. Para su fundación “el emperador Vespasiano tuvo que dar el visto bueno”, pues la antigua se ubicaba en un cerro y el nuevo emplazamiento quería instalarse en un llano, que a su vez era una tierra más fértil.

La ciudad de la que se conocía su existencia, pero sin ninguna evidencia arqueológica certificada, pasaría a llamarse Flavia Sabora, se fundó en torno al 79-80 a.C., “y por el análisis de planimetría” parece que estaba dotada de “el clásico trazado de calles de época romana, zona de ínsulas romanas integrada por viviendas, una zona termal con un ábside, un área de almacenes públicos, e incluso lo que podría ser un templo, entre otros edificios”. Un espacio “con todos los elementos habituales en ciudades de estas características que habría que estudiar en detalle", comenta Lázaro Lagóstena, y para lo que han presentado un nuevo proyecto de investigación a la Junta de Andalucía con el que pretenden profundizar en las características de la ciudad.

Para obtener esta información a través del escaneo del terreno han usado vuelo de drones, su equipo georradar y han procesado los datos con software. Así, si la administración autonómica lo aprueba, seguirán investigando la fisionomía de ciudad que se pretende poner en valor. “El Ayuntamiento de Cañete la Real ha iniciado el procedimiento para declarar BIC el espacio y luego pretenden excavar una parte del valle donde está se encuentra la ciudad para ponerla en valor porque, además, es una zona con un gran atractivo natural”.

El origen de la investigación

En julio de 2020 se percataron de que había expoliadores en la vega de Cañete la Real. A los pies del cerro donde se ubicaba la ciudad de Sabora, la antigua, aparecieron restos de mármoles que les llevaron a intuir que la nueva Flavia Sabora se encontraría allí, según informaba entonces el periódico Málaga Hoy.

Fue cuando el Ayuntamiento del municipio se puso manos a la obra y localizó una primera ortofoto con la planta de lo que sería la ciudad obtenida en 2012. Y es que la ciudad estaba documentada, pero no localizada, por lo que decidieron dar parte a la Delegación Cultura de la Junta y, posteriormente, entró en acción la unidad de geodetección de la UCA.

La posible ubicación de este yacimiento dio lugar a la creación una plataforma vecinal que quería proteger el espacio e impedir la instalación de una planta fotovoltaica cuya construcción podría dañar los restos arqueológicos. Finalmente, desde el Consistorio se aprobó la suspensión durante un año de todas las licencias para la instalación de este tipo de proyectos en el término municipal.

Hasta el momento, todo lo que se sabía de la ciudad romana era una tabla de bronce que hablaba de su origen y que pasó a formar parte de la colección de Carlos V. Pero el incendio del antiguo Real Alcázar de Madrid la destruyó, aunque ya se sabía de su contenido.

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