"Espero que la película pueda molestar a algún sector de Cádiz"
45ª muestra cinematográfica del atlántico alcances 3 Estreno
El realizador Gonzalo García Pelayo regresa hoy a la gran pantalla tras más de 30 años con la puesta de largo de 'Alegrías de Cádiz' El director mantuvo ayer un encuentro con los medios
Llena de ecos, de paralelismos, de luz, jarana y mar. Como en un retrato a mano alzada, Gonzalo García Pelayo recrea para los medios de comunicación los trazos principales de su nueva película que hoy tendrá su estreno absoluto en la 45 Muestra Cinematográfica del Atlántico. Llena de guiños, de tópicos intencionados, de referencias a su propia carrera... Alegrías de Cádiz supone el regreso del controvertido director a la gran pantalla tras un largo paréntesis de 31 años. Un punto y seguido en sus intenciones a tenor de sus declaraciones en el encuentro que el artífice de Vivir en Sevilla mantuvo ayer con los medios de comunicación. "Espero que la película pueda molestar a algún sector de Cádiz", provoca el patriarca de Los Pelayo que recuerda la letrilla del cuarteto 'El Velatorio' -"aquí estamos dando por culo como usted ve..."- y el revuelo que en el 78 se formó en la ciudad hispalense con su cinta dedicada a la capital andaluza. "En Cádiz espero que les guste a unos y les disguste a otros, ya que gustar a todo el mundo resulta sospechoso", bromea.
En este clima de agradable complicidad y cariño, Javier Miranda, programador de Alcances, presenta a este madrileño que en estos treinta años ha realizado sus "ejercicios espirituales" en el "Carnaval de Cádiz", uno de los grandes protagonistas de su nuevo filme, y del que toma su espíritu "rompedor, chocante y punky", además de tocar también otros palos como el flamenco y la literatura. Todos ellos arrullando una historia "de amor y desamor" a medio camino entre la ficción y el documental. Una película "ligera", un "ensayo más que una novela", una vista de Cádiz asomándonos a los ojos de sus mujeres.
Ellas, las mujeres de esta película, son en cierta manera la personificación de la ciudad, o viceversa. Por eso, para tener una visión aún más completa, el personaje protagonista, Pepa, lo interpretan "cuatro mujeres diferentes". Cuatro chicas que salieron del casting que García Pelayo realizó hace unos meses en la ciudad. De allí también nace ese "coro griego" disfrazado "de tanguillos y alegrías" que forman las cuatro jóvenes de lo que en la cinta se llama el grupo Revuelo. "Cuando hicimos el casting vimos que se presentaron unas chicas más jóvenes de lo que esperábamos para el papel protagonista pero formaron tal, revoloteaban tan bien ante la cámara, que decidimos cogerlas a todas y crear este grupo Revuelo que, en cierta manera, van contando también la historia", explica el director ante la atenta mirada de sus chicas.
Una historia de la que poco nos deja ver su autor. Un hilo argumental creado "en la segunda fase y parte de la tercera del rodaje" que transcurre siempre "mirando al mar" y con la luz de Cádiz como telón de fondo ya que sólo han rodado "dos escenas de noche", como especifica José Enrique Izquierdo, director de fotografía de Alegrías de Cádiz y colaborador de García Pelayo en varias de sus películas anteriores.
Y es que la magia de las Alegrías de Cádiz también se produce detrás de las cámaras, esa magia producida por la combustión de los reencuentros. El de García Pelayo con Izquierdo -"como dos amigos que se encuentran y retoman la conversación donde la habían dejado"-; el del director con el cine -"me fui porque mi cine no interesaba y he regresado cuando he visto que comenzaba a interesar de nuevo"-; y el más emocionante, si cabe, el del celuloide con el espíritu de Miguel Ángel Iglesias, actor de cuatro de las películas de García Pelayo, invocado en este filme por su hijo Jeri, protagonista masculino de Alegrías de Cádiz. "Jeri Iglesias es la viva encarnación de su padre. Jeri es mitad él mismo y mitad su padre. La gran sorpresa de la película ha sido encontrar de nuevo a Miguel en su hijo, es algo que nos ha dejado a todos perplejos. Daba escalofríos escuchar a Jeri porque parecía que Miguel había vuelto", se congratula el director que opina que esta película es "la reunión de muchos talentos, el principal, el de Jeri".
Talentos como el del músico sevillano y enamorado de Cádiz Fernando Arduán (que también cuenta el personaje de Jeri a través de sus canciones), el de la cantaora gaditana Mariana Cornejo, el del corista Julio Pardo, el del poeta Luis García Gil, el del boxeador y poeta Óscar García Pelayo, el de las chirigotas del Love y Vera Luque, el del Yuyu y el de dos "genios de este país" como son Selu García Cossío y El Gómez "que ha escrito un romance para la película interpretado por Salvador Fernández Miró", adelanta el director.
Una fiesta de la alegría que se podrá ver desde hoy, y hasta el próximo sábado en los Multicines El Centro, y que en noviembre viajará al festival de Viena, dentro de la retrospectiva que han preparado sobre el cineasta, y primer destino original de esta película.
Una fiesta llena de futuro -"cuando uno se hace mayor le gusta rodearse de gente joven"- y de pasado -"en cierta manera es una segunda parte de Vivir en Sevilla, todo el lenguaje de esa película lo hemos querido decir voluntariamente en esta cinta"- . Una fiesta del fondo pero, sobre todo, de las formas porque, como nos demuestra la Historia del Arte, es importante decir "pero también el cómo se dice". Y en Cádiz se dice riendo, cantando, se habla "redondo", apostilla García Pelayo.
Alegrías de Cádiz, alegría pura sin buscar el contrapunto de la tragedia, pero sin pretender convertirse "en un pregón a la ciudad", "no me gustan los pregones", asevera el director que sabe difuminar fronteras, iluminar las zonas grises con luz, mar y jarana.
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