Exposición en Pinillos sobre la profunda relación de Falla con Cádiz

Cádiz/Desde hoy miércoles hasta el 28 de noviembre estará abierta al público la exposición Cádiz: música y luz en Manuel de Falla, que organiza la Fundación Archivo Manuel de Falla, el Festival de Música Española de Cádiz Manuel de Falla, de la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico a través de la Agencia Andaluza de Instituciones Culturales, y el Museo Provincial de Cádiz. Comisariada por José Ramón Ripoll y con fotografías de Joaquín Puga, la exposición se puede visitar en la Casa Pinillos del Museo Provincial de Cádiz, de miércoles a sábado, de 10.00 a 14.00 horas.

Cádiz ha estado siempre presente en la vida y obra de Manuel de Falla. La ciudad, la luz atlántica, el mar, los amigos, la historia, la nostalgia y su mitología han creado una especie de íntimo paraíso al que el artista recurre constantemente tanto en su música como en sus testimonios públicos y epistolares.

Así, en esta exposición se reconstruye un circuito personal, no solo de la infancia y juventud del músico gaditano, sino también de la relación establecida con su tierra natal en la lejanía: un sentimiento más próximo a una abierta concepción del paisaje privado que a cualquier tipo de localismo reductor.

Por medio de una sucesión de imágenes capturadas por el fotógrafo Joaquín Puga desde una óptica descentrable, que busca planos distintos a los aparentemente reales, y de un texto autónomo para cada foto que conforman un poema completo, elaborado por el poeta y musicólogo José Ramón Ripoll, se invita al visitante a participar de una sonora ensoñación por medio de la mirada y la palabra, con la intención de oír la luz de Cádiz a través del compositor Manuel de Falla.

Como explica el propio Ripoll, comisario y autor de los textos de la muestra, “hay que destacar el papel fundamental desempeñado por La morilla, su niñera, procedente de la serranía rondeña y gaditana, que según el propio testimonio del autor, le cantaba de viva voz melodías populares, romances antiguos, fandangos y coplas aflamencadas, elevando así el primer peldaño de una escalera hacia una música desconocida, a la que el compositor no tardaría en subir”.

Cada una de las fotos se acompaña en la exposición de unos versos de Ripoll que, en su conjunto, forman un poema completo. Los títulos de las fotografías y de esos versos en principio sueltos son: “Mar, Plaza de Mina, Patio, Cancela, Escaleras, Pila bautismal, Plaza de San Antonio, Títere, Campo del Sur, Farola, Pianos Quirell, Caleta, Santa Cueva, Oratorio, Salón Viniegra, Catedral, Convento de San Francisco, Bahía, Teatro, Balaustrada, Isla de Sancti Petri, Castillo, Cripta y Atlántida”.