25 años de la gran pista sobre el Faro de Gades
Arqueología
Este jueves 18 de marzo se cumple un cuarto de siglo del descubrimiento de los grafitos hallados en el interior de la cisterna de la Fábrica de Salazones
Cádiz/Nombrado profusamente por las fuentes medievales y buscado, sin suerte, en diferentes enclaves de la ciudad, el Faro de Gades sigue siendo un monumento a medio camino entre la realidad y la leyenda, incluso, 25 años después del hallazgo de la gran pista que reforzó la verdad de su existencia, los grafitos dibujados en la pared de la cisterna de la que fue la Factoría de Salazones del Cádiz romano.
Este jueves 18 de marzo, precisamente, se cumple un cuarto de siglo del hallazgo de estas obras realizadas por un anónimo ciudadano de Gades cuando ya la factoría estaba abandonada (siglo V d. C. parece ser) y que vieron la luz casi dos mil años después, en 1996, durante los trabajos en el solar donde se levantaba el desaparecido Teatro Andalucía. Dos dibujos realizados con carboncillo que sugieren la existencia “claramente” de un faro o, incluso, “puede que de dos faros diferentes”, explica Juan Ignacio Vallejo, director del Museo de Cádiz, donde se custodian las piezas desde el mismo año de su descubrimiento y que en estos días celebra la efemérides rescatando y difundiendo su historia en las redes sociales.
“Es curioso que estos dibujos se hicieron sin pretensión de ser un documento histórico, pues parecen más el ejercicio de entretenimiento que hizo alguien en el siglo V d. C. cuando la factoría ya estaba abandonada, y, sin embargo, se convirtieron en un documento histórico de una o, posiblemente, dos construcciones verticales de la que, a día de hoy, no tenemos testimonios materiales”, explica Vallejo sobre las obras que aparecieron en dos paredes diferentes de una misma pileta. “Una de ellas parece ser, sin lugar a dudas, un faro, y así se interpretó desde el principio. El otro dibujo representa otra estructura formada por una serie de cuerpos escalonados, quizás con la representación de paramentos típicos de época romana... Pero ahí la interpretación está más en el aire aunque tampoco parece extraño que pueda ser un faro más pues los textos que nos ha llegado siempre hablan de la existencia de más de un faro en Cádiz por la particularidad de la navegación y de la costa”, resuelve sobre estas representaciones iconográficas del Faro o los Faros de Gades (o las Gadeiras).
Así, y aunque en la Historia han existido diversos elementos de localización visual de la costa como el uso de fogatas, “que también se planteó por las evidencias en el propio yacimiento de la factoría de salazones, donde se encontraron restos de fogatas de época púnica y otros paralelos en yacimientos de la costa norteafricana”, aduce, es más probable presuponerle a una ciudad de tanta importancia como Gades un faro, “del que tanto hablan las fuentes escritastanto hablan las fuentes escritas al igual que de otras construcciones que también debía tener una ciudad de pro y que todavía no han aparecido como el circo o el castelo acquaem, esa estructura que recogía el agua que aportaba el acueducto”, defiende.
Vallejo tampoco se cierra en banda a pensar que desde el interior de la cisterna el artista no tuviera a la vista el Faro o los faros que acabó dibujando. “No sé, es que el problema es que todavía no conocemos bien la orografía del lugar en aquella época, ni conocemos bien lo que fue Gades desde el punto de vista urbanístico. Se supone que hablamos de una zona a la orilla del canal Bahía-Caleta, aunque todavía hay discusiones de si en esa época estaba totalmente colmatado, lo que explicaría el abandono de la Factoría, pero, en cualquier caso, si el Faro estaba en el espolón del castillo de San Sebastián, quizás lo podría ver..., no sé, pero lo que es seguro es que dibujó algo que vio en la ciudad”.
El Castillo de San Sebastián, donde se levanta el actual faro y donde también se levantó el faro anterior. ¿Es ahí donde se situaría el Faro de Gades? “Los testimonios escritos no dejan clara su ubicación pero ese saliente es uno de los más prominentes de la ciudad. Es cierto que se hicieron sondeos durante las intervenciones en el Castillo creo que de cara al Doce y se encontraron restos constructivos pero no sé hasta qué punto se podían asociar a un faro. Lo que sí se demostró es que era una zona de ocupación desde época relativamente temprana, a época fenicia prácticamente...”, relata el director del Museo que llama la atención sobre el cambio significativo que experimentó esta ubicación, “primero, con la construcción del originario castillo de San Sebastián, que exigió una nivelación del terreno, y después, con la construcción del segundo cuerpo, donde se ubicó el faro desde el primer momento”. Estos movimientos de tierra “junto a la acción del mar” son para Vallejo una posible explicación de que, aun levantándose en ese lugar, no se hayan encontrado restos arqueológicos del Faro de Gades.
¿Y en lo que fue el puerto de Gadir? “Sí, actualmente se están estudiando cuál es la interpretación de las estructuras localizadas en la Cueva del Pájaro Azul. Si se sigue trabajando, y sé que lo están haciendo, en esa hipótesis de que aquello corresponde al puerto de Gadir pues habría que valorar la posibilidad de que una estructura así pudiera haber estado en esa zona y, claro, los lugares que suelen funcionar se siguen utilizando en otros periodos, claro”, opina con prudencia.
Y es que muchas incógnitas planean todavía sobre uno de los pocos vestigios de Gades que, junto al templo de Hércules, debió sobrevivir a la crisis de la ciudad en el siglo IV d.C., según el texto de Avieno, y que, también por fuentes escritas, sabemos que, finalmente, fue destruido por el almirante almorávide Ibn - Maimún en el año 1145 al creer que estaba lleno de tesoros de oro.
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