El Festival de Tarifa reflexiona sobre ser artista en una dictadura

Cita con el cine africano

El encuentro de cine acoge una mesa sobre los escasos autores que consiguen crear y divulgar sus trabajo en Guinea Ecuatorial

Participante en uno de los encuentros on line del festival. / La Red Van
R. C.

07 de diciembre 2020 - 06:00

Cádiz/El domingo en el que España celebró sus 42 años de Constitución, el Festival de Cine Africano de Tarifa Tánger posó su mirada en una de las dictaduras más longevas de África: la de Guinea Ecuatorial. Un país sobre el que España ha perdido su memoria colonialista. De esta forma, la rama de reflexión y conversación del VIII Árbol de las Palabras tituló su sesión del 6 de diciembre No obstante, crean: Ser artista en Guinea Ecuatorial, centrada en un país en el que son escasos los autores que consiguen crear y divulgar sus trabajos dentro de sus propias fronteras.

La guionista Rocío Cadahia, el escritor guineano afincado en Barcelona, Juan Tomás Ávila, uno de los principales intelectuales opositores a la dictadura de Obiang, y el actor Marcelo Ndong participaron en una conversación moderada por la periodista de raíces guineanas Lucía Mbomio, en la que ahondaron acerca de cómo, en un país sin libertad de expresión, los artistas encarnan voces de resistencia que hablan como emisarios en el exilio.

Durante el encuentro informaron de que en Guinea existen muchos raperos, sobre todo jóvenes, que están siendo muy contestatarios. También, colectivos LGBTI y movimientos de mujeres que están contribuyendo de manera contundente a luchar contra el machismo, especialmente a través de la literatura. Así como grupos de teatro, que hacen una enorme sensibilización sobre temas como usar preservativos o vacunarse.

Marcelo Ndong contó que la gente “amenazaba” a su marioneta porque “hablaba mucho”, además de dar mucha importancia a que los chicos guineanos aprendan a leer y escribir. Por su parte, Rocío Cadahia puntualizó que no es que exista una línea de censura concreta “como en el franquismo”, sino que en Guinea “la censura ocurre debido a múltiples factores”. “Si se les diesen oportunidades a los jóvenes, si se les formara en arte y cultura, –opinaó la guionista–se podría cambiar el país”.

Por su parte, la periodista y escritora Lucía Mbomio se refirió al “etnoracismo, debido al colonialismo, que ha hecho que en Guinea Ecuatorial no se ponga en valor lo propio, sino lo ajeno”; y el Juan Tomás Ávila reflexionó sobre el miedo “que no es lo que nos hace menos críticos. Sino que queremos avanzar en igualdad.” El escritor, exiliado en Barcelona, ha invitado a “poner el foco sobre los que impiden la creatividad”, y asimismo ha recordado a los guineanos la importancia de darse cuenta de lo que significa haber sido colonizados. “En Guinea nos han quitado algo. Hagamos lo que hagamos, necesitamos autoestima. Porque si tienes autoestima harás muchas cosas que no sabías que podías hacer”, puntualizó.

Dos documentales ilustran este eje temático que se pueden disfrutar tanto de forma presencial en salas de Tarifa, como en el canal en Filmin del festival. El escritor de un país sin librerías, de Marc Serena, da a conocer un país que aún sufre las consecuencias de años de dominación colonial a través del escritor participante en la mesa. Otro documental, Manoliño Nguema, de Antonio Grunfeld, indaga en un sexagenario artista africano formado en España y que ahora regenta una pequeña guardería en Guinea Ecuatorial.

En las sesiones presenciales de Tarifa, ayer el público pudo disfrutar de dos títulos del maestro del cine africano Djibril Diop Mambéty en el Teatro Alameda dentro de la sección A carcajadas: Le Franc y el mediometraje Hyènes. Por otro lado, se han proyectado otros dos títulos de la sección La próxima vez, los fuegos, dedicada al racismo sistémico que padecemos en Occidente: Idrissa, crónica de una muerte cualquiera, de Xapo Ortega, Xavier Artigas sobre la muerte de un joven guineano de 21 años en un centro de detención de inmigrantes de Barcelona y I am Not Your Negro, en la que Raoul Peck reimagina Remember This House, la obra inacabada del activista por los derechos de los afroamericanos James Baldwin.

Además, el festival, junto a la red permanente de festivales cinematográficos de Alentejo, Algarve y Andalucía, en un proyecto conocido como Ventana|Janela Eurorregión AA, acogió un encuentro transfronterizo en el que han participado los festivales Ficcab de Benalmádena, Ficsan de San Roque, Cortogenial de Puente Genil y Periferias de Marvão.

El objetivo de la red permanente de festival es crear un catálogo común de películas para la programación de cine africano y de sus diásporas en el marco de los respectivos certámenes y festivales, además de poner las bases de una red estructurada y dinámica de festivales de cine de la Eurorregión que ponga en valor el trabajo de cada festival.

En Tarifa, los representantes de estos festivales, además de participar en el encuentro transfronterizo, acudieron a las proyecciones presenciales, a las sesiones virtuales de El Árbol de las palabras, al Aula de Cine de Javier H. Estrada y mantuvieron un encuentro sobre el papel de las mujeres en los festivales con Loles Peña, presidenta de ASFAAN.

En la extensión del FCAT en el Parque Metropolitano Marisma de Los Toruños y Pinar de la Algaida, en El Puerto, se proyectó la aclamada película inaugural del festival, You will die at 20, de Amjad Abu Alala (Sudán).

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