Eduardo Guerrero trae al Falla luz con su sombra
Festival de la Música Española de Cádiz
El bailaor gaditano, muy querido y apoyado por los aficionados de su tierra, regresa esta tarde de sábado al Gran Teatro Falla con una nueva entrega de su investigación de ‘sombra efímera’
Cádiz/En estado de gracia, con reconocimientos y trabajos dentro y fuera del flamenco a nivel nacional. Así llega Eduardo Guerrero a su casa, al Gran Teatro Falla, dentro del Festival de Música Española de Cádiz y como gran, y casi único, atractivo de la celebración municipal del Día del Flamenco que se conmemora este 16 de noviembre. Así llega Eduardo Guerrero a casa, a dar luz con su sombra, con su sombra, la de su última investigación coreográfica que se alarga hasta alcanza una nueva etapa: Sombra efímera II.
Tras convertirse en la imagen de la firma española Adolfo Domínguez , tras participar como artista invitado en la malagueña gala de los Max, tras verlo bailar frente a la Lucha de San Jorge y el Dragón, de Rubens, que cuelga del Museo del Prado, en la hermosa iniciativa del Día del Turismo en apoyo a los Tablaos Flamencos de Madrid. Tras todas estas cosas bonitas, vuelve Guerrero a su tierra, a mostrar el resultado de un proyecto de investigación cuya última parte se armó gracias a la residencia de un año que el artista consiguió en los Teatros del Canal en Madrid.
“Tener a nuestra disposición un espacio como Teatros del Canal por un año, y no preparar una pieza en un par de meses, como es lo habitual, ha sido clave para el equipo pues nos ha dado la posibilidad justo de eso, de convertirnos en un equipo, de conocernos a otro nivel, de contar nuestras experiencias, vernos de otra manera y, desde ahí, trabajar”, explicaba Guerrero a este periódico hace ya casi un año con motivo del estreno de este Sombra Efímera II en el Teatro Maestranza de Sevilla.
Una pieza donde prosigue su búsqueda artística internándose en nuevos diálogos con el espacio teatral y con las artes. Un camino que ya emprendió en la Bienal de 2018 cuando se enfrentó e a la gran burbuja creada por Marco Canevacci en Sombra efímera.
Y lo hace con la dirección artística de Mateo Feijóo, el cante de Samara Montañés y Manuel Soto y el toque de Javier Ibáñez, un elenco con el que ha trabajado mano a mano esta propuesta que da un paso más en la indagación de la relación entre el flamenco y el concepto site specific, esta vez, generando otras lecturas con el espacio convencional e integrándolas, así, en un paisaje simbólico con tintes oníricos.
“Creo que es uno de los trabajos más sinceros y más diferentes que he hecho y con el que todos hemos aprendido más”, decía el bailaor y coreógrafo en esos primeros días de diciembre de 2019, “deseoso”, entonces, de que surgiera la oportunidad de traer este espectáculo a su Cádiz.
Casi un año después, una pandemia, un confinamiento y nuevas medidas de restricciones horarias, Guerrero ha encontrado el camino de vuelta a casa. Para bailar. Porque hay baile, mucho y del bueno, en Sombra efímera II. Los palos tradicionales, bases, siempre dan soporte y robustez a sus propuestas aunque coqueteen con lo contemporáneo.
Verá el Falla bailar a Eduardo, a Edu, al querido Edu. Aunque los piropos salgan disparados desde detrás de una mascarilla y la hora, la horita, sea muy poco flamenca. Pero Cádiz se volcará y Edu y compañía, a buen seguro, también.
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