Frágil recomposición histórica
Rafael de Leonor y Pilar Morillo hablarán esta tarde en el CUC del delicado proceso de restauración de los 22 volúmenes que integran el 'Diario de las Cortes (1811-1813)'
Cuando en las curtidas manos de Rafael de Leonor y Pilar Morillo cayó la antiquísima edición que del Diario de las Cortes (1811-1813) atesora la Biblioteca de Unicaja de Temas Gaditanos Juvencio Maeztu, se enfrentaban a un gran reto. Devolverles la funcionalidad y esplendor original a este pedazo de la historia gaditana desgranados en 22 volúmenes. Esa era la misión encomendada a los restauradores, por cuyas manos han desfilado las 10.000 páginas que integran este manual que hoy luce como la joya de la corona de la muestra Originales de las Cortes de Cádiz, en la sala de exposiciones del CUC
Del laborioso proceso de restauración hablan esta tarde a las 20.00 horas los artífices de este delicado trabajo, en la sala multiusos del Centro Cultural de Unicaja. Juntos desgranarán la tarea que emprendieron en el taller de la restauradora Pilar Morillo, durante nada menos que 18 meses.
Y no es para menos. Abrir cualquiera de estos manuales era prácticamente una proeza, coinciden los restauradores, quienes aseguran que las páginas prácticamente "se desprendían", dado el pésimo estado de conservación que presentaban. Una vez finiquitada la exposición, esta edición impresa entre la Imprenta Real y Nacional, volverá a estar disponible.
Los daños más importantes que sufrían los ejemplares se deben al ataque de pequeños insectos bibliófagos, que provocaron desde la pérdida de algunas zonas, formación de galerías en las hojas, e incluso perforaciones en el soporte y en la estructura.
Por este motivo la recomposición ha sido todo un reto, "dada la complejidad técnica de la restauración, para lo que ha sido necesario establecer de antemano el método de trabajo y organización", explica el especialista Rafael de Leonor, que ha actuado de cicerone de Pilar Morillo en esta hazaña. "He aprendido mucho con él porque no había tocado nunca el papel".
La organización ha sido crucial en este proyecto asumido por la Fundación Unicaja. Y es que el proceso fue simultáneo para los 22 volúmenes, aunque ejecutado de una forma muy metódica, en un mano a mano entre ambos expertos.
Pilar y Rafael cuentan a Diario de Cádiz el proceso, paso a paso. Se fotografió, paginó, desmontó, limpió de forma mecánica y acuosa, se desadificó, se reintegró manual y mecánicamente y se consolidó. Esto en lo que respecta al cuerpo del libro. Pero "la encuadernación, realizada en pergamino, también se ha mantenido", señala de Leonor, experto restaurador del Archivo Histórico Municipal durante años.
Y es que la intervención que juntos marcaron perseguía perpetuar el "aspecto de libro antiguo", asevera Pilar Morillo, para quien ha sido "muy emocionante descubrir el papel, dada la delicadeza que exige". Para de Leonor ha supuesto "un desafío, por el volumen y el estado de las hojas, muchas desprendidas, lo que afectaba bastante a l a estructura".
Los libros están realizados con papel de elaboración artesanal denominado de trapos, con tintas de impresión y encuadernación semiflexible. Sus cubiertas son de pergamino y contiene unas tapas de cartón fino. Una obra "artesanal y básica". Vamos, que no era de lujo, a juzgar "por los materiales y acabados", aseveran.
Hay que tener en cuenta el contexto en que se gestó. Las maratonianas sesiones de las Cortes del Doce. "Tenían que trabajar con rapidez y se hicieron seguramente muchas copias", comentan.
Durante la puesta en valor de estos ejemplares se han encontrado filigranas (marcas de agua) de las distintas casas de molinos de papel, procedentes de numerosos puntos de España, cuentan a modo de curiosidad.
Los detalles de esta frágil recomposición histórica se recogen en un vídeo que se proyecta junto a esta auténtica obra de artesanos.
También te puede interesar