"Quiero mostrar mi visión del arte"
Festival Flamenco de Jerez | Francisco Hidalgo
El creador de Algodonales presenta el 1 de marzo en la Sala Compañía, dentro del Festival de Jerez, su primera producción propia, 'Ver, oír y bailar'
Francisco Hidalgo no lo ha tenido “nada fácil” pero, como dice el mismo bailaor y coreógrafo, “no hay ningún impedimento que supere a la vocación”. Y Francisco Hidalgo, nacido en Algodonales, una preciosa población “sin escuela y sin muchas oportunidades para comenzar en el flamenco”, quería ser bailaor. Hoy, casi dos décadas después de que la llama prendiera en serio, llega al Festival de Jerez, de donde tanto bebió el artista, para presentar su primera producción propia, Ver, oír y bailar.
–Pronto lo veremos en el Festival de Jerez. Es un festival especial para usted, ¿no?
–Pues sí, porque es un festival que sigo muy de cerca desde que era muy niño y vivía en Algodonales. Siempre me escapaba a sus cursos y a ver sus espectáculos. Y aunque el pasado año ya participé pero como finalista del Concurso Turín de la Frontera, dirigido por Manuel Betanzos, esta vez llego en una relación directa con el festival y para presentar mi primer espectáculo propio.
–’Ver, oír y bailar’. Suena a lección. No sé si a darla usted o a mostrar las que le han dado...
–Lo segundo, por ahí van los tiros. Es un espectáculo muy personal, como te digo, el primero con compañía propia, por eso quería mostrar mi visión del arte, el concepto que yo tengo con respecto a la comprensión del arte. Me considero un bailaor tradicional pero es verdad que soy muy inquieto e intento buscar nuevas formas y nuevos lenguajes de expresión conmigo mismo. Y ambas facetas quería que estuvieran aquí, así que es un espectáculo basado en el flamenco tradicional pero siempre con el objetivo de buscar un lenguaje propio a través de ese clasicismo. Es un espectáculo cargado de las referencias que yo he tenido, de los maestros en los que yo me he fijado… De las formas, sobre todo, flamencas que me han hecho ser bailaor.
–Referencias como...
–Pues siempre tengo presente el baile masculino y me fijé mucho en su momento, y todavía hoy a través de vídeos, en Enrique el Cojo. Me gusta mucho su forma de braceo, su forma de marcar las letras por alegrías, el aire que lleva, el carácter que le imprime al baile. Me gustan muchos las líneas de Rafael de Córdoba, que me parece un artista súper interesante, súper elegante. Rafael El Negro también me gusta mucho en la bulería, en cómo recoge el cante, los pellizcos que le imprime a los remates. Y, bueno, Gades, por supuesto, en sus líneas y formas.
–¿Hay línea argumental? ¿Qué o cómo estructura el espectáculo?
–Pues sobre todo creo que tenemos una estructura musical. Hemos elegido palos de diferentes puntos geográficos que han tenido influencia en el flamenco pero que también han tenido también mayor influencia en mí a la hora de bailar. Por la parte de Cádiz hemos cogido las cantiñas, por la parte de Sevilla la soleá y seguiriyas, por Utrera hemos cogido la bulerías... Así que musicalmente he marcado un guión con respecto a mis influencias musicales y a mis gustos de cuando yo empecé a bailar y cuando escuchaba el cante, porque siempre he sido muy aficionado al cante desde pequeño e iba a los festivales que había antiguamente por allí por mi zona. He querido plasmar los estilos de cante que más me han influenciado a mí y que más me marcaron a la hora de tomar la decisión de bailar.
–¿Y cómo se toma esa decisión? ¿Cómo prende la llama en usted?
–Pues hay que partir de la base que yo lo he tenido muy difícil porque Algodonales es un pueblo de 5.000 habitantes donde no ha habido escuela ni conocimiento profundo del baile ni de la danza, en general. De hecho, me acuerdo cuando le dije a mis padres que quería bailar parecía que le había dicho que… yo qué sé… (ríe), y ya cuando me fui a Barcelona con 17 años, que me había contratado el Tablao Cordobés, parece que le dije a mi padre que me iba a la guerra.... La que se formó en mi casa… Pero, bueno, a lo que me refiero, es que lo he tenido difícil así que mi afición viene tanto de los programas que Canal Sur echaba hace 15 años los viernes por la noche , el de La Venta del Duende, la Llama Viva…, como de los festivales de verano que se hacían por allí por Algodonales cuando yo era pequeño. Yo veía bailar y es que ponía hasta nervioso... Luego, en casa, me hacía mis propias coreografías, me montaba mis películas... Y ya empecé a bailar en una escuela chica que había en el pueblo donde te enseñaban sevillanas y rumbas pero cuando ya me podía mover solo, con 12 o 13 años, me fui a una escuela de coros y danzas de Ronda. Cuando salía el viernes del colegio cogía un autobús para Ronda a las tres de la tarde y me volvía para Algodonales en el último autobús... Luego ya llegó Sevilla, los cursos del Festival de Jerez, que iba a todos los que podía y me los costeaba dando clases en Algodonales a niñas... Y así, poco a poco, con mucho trabajo y mucha vocación.
–Ahora vive en Madrid, ¿no?
–Sí, y estoy muy feliz. Este año acabo una licenciatura en Pedagogía de la Danza y el trabajo, gracias a dios, me va muy bien. Me vine para un mes, porque cuando quedé finalista del Concurso de la Unión me ofrecieron un contrato en el Corral de la Morería para contrato y, al final, me llamó algo la atención de aquí con respecto a la danza que sentía que me tenía que quedar. Madrid me ha abierto mucho la mente, me gusta lo que me está aportando Madrid en el arte.
–’Ver, oír y bailar’ es el primer espectáculo de su propia compañía pero, ¿ya le está dando vueltas al futuro?
–Yo espero que en el Festival de Jerez me salga mucho trabajo y pueda hacerlo muchas veces (ríe), espero seguir estudiando y trabajando pero es verdad que ya le estamos dando vueltas a un espectáculo sobre el expresionismo alemán. Es un proyecto en el que ya estoy trabajando con la directora escénica; además después de Jerez, tengo una gira por Brasil, en la que estaré impartiendo cursos y realizando actuaciones en teatros de diferentes ciudades como Sao Paulo, Campinas y Belo Horizonte, entre otras; y de cara al otoño me han ofrecido un proyecto para coreografíar bajo la dirección escénica de Amanda Phillis, un espectáculo con 15 bailaores, con el cuál estaremos un mes en un Teatro de Piccadilly en Londres.
–Ha coreografiado también otros dos espectáculos anteriores a esta producción propia, ¿verdad?
–Sí el primero fue Los silencios del baile que me encargó la Fundación Casa Patas e hicimos una gira por diferentes ciudades de Estados Unidos. Al año siguiente me propusieron hacer una nueva gira y creé Binomio, con lo que sí, son espectáculos míos pero producidos por la Fundación Casa Patas. Ver, oír, bailar sí ya es mi primer espectáculo con mi propia idea, desarrollado a mi forma en todos los sentidos: artísticamente, estéticamente, económicamente… Es como mi primer niño. Lo he hecho con mucho cariño y con mucho respeto.
–Y con el acompañamiento de...
–Pues mira estarán Juan de Mairena y Jesús Corbacho al cante; José Almarcha al toque; Roberto Jaen, a las palmas; Anabel Moreno como artista invitada al baile; Guadalupe Jiménez en el diseño de iluminación y Víctor Guadiana en el espacio sonoro. Además tengo como directora escénica a Mariana Collado, que me ha apoyado muchísimo en todo el proceso de creación. La verdad que tengo mucha suerte porque no sólo son grandes profesionales sino un gran equipo humano.
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