La Fundación Rafael Alberti se extingue tras diecisiete años de vida
La viuda del poeta y sus hijos se opusieron a la continuidad de la entidad en la última reunión del patronato, tras la reciente dimisión de María Asunción Mateo, aunque la casa sí seguirá funcionando como museo
El patronato de la Fundación Rafael Alberti, reunido el pasado 26 de octubre en la que fuera casa del poeta durante su infancia, en El Puerto de Santa María, ha acordado la extinción de la entidad cultural tras diecisiete años de funcionamiento. La Fundación se constituyó en realidad en el año 1989 pero no fue hasta 1993 cuando se inauguró la sede en la que ha venido desarrollando su actividad, bajo la presidencia de la viuda del poeta, María Asunción Mateo, hasta que esta presentó su dimisión al alcalde de El Puerto el pasado mes de agosto.
Desde que se hiciera público el abandono de María Asunción Mateo, hace alrededor de un mes, nada había trascendido sobre el futuro de la Fundación, pero ayer las cartas quedaron boca arriba con una rueda de prensa ofrecida por el concejal de Cultura de El Puerto, Millán Alegre, y el aún secretario de la Fundación Rafael Alberti, Enrique Pérez Castallo. En la reunión del patronato, celebrada el día 26 de este mes, estuvieron presentes el alcalde, Enrique Moresco, el concejal de Cultura y los dos hijos de la viuda del poeta, Marta y David Borcha. María Asunción Mateo, aunque había presentado su dimisión estuvo en la reunión pero se mantuvo al margen de las votaciones, según explicó Millán Alegre.
La propuesta del Ayuntamiento de El Puerto era la de seguir adelante con la Fundación, y Moresco y Alegre trasladaron a los demás patronos las gestiones que se estaban realizando con otros organismos públicos, proponiendo una modificación de los estatutos para permitir el nombramiento de nuevos patronos. Para modificar los estatutos es necesario contar con el voto de las tres cuartas partes de los miembros del patronato, por lo que la propuesta fue desestimada ante la decisión de los miembros de la familia. Tanto David como Marta Borcha Mateo expusieron que dado que su madre había venido desempeñando el cargo de presidenta de forma desinteresada y sin percibir sueldo alguno, y debido a la actual situación económica, resultaba "inviable" seguir llevando a cabo los fines fundacionales recogidos en los estatutos de la Fundación, por lo que propusieron la extinción de la entidad y la creación de un centro museístico y cultural dedicado a la vida y obra de Rafael Alberti, que pueda dar continuidad a la conservación, exposición e incluso ampliación de la donación depositada en la sede de la Fundación. Hay que recordar que el legado del poeta fue donado a su ciudad natal en el año 1978, ampliándose sus fondos en 1994 tras la apertura de la sede de la Fundación, en la casa de la calle Santo Domingo, donde Alberti vivió de niño.
El concejal Millán Alegre explicó que tras el "bloqueo" de la situación, y respetando la voluntad de María Asunción Mateo, "patrona fundadora y depositaria de los derechos morales del poeta", el resto de los miembros del patronato acordaron por unanimidad, previa realización de un estudio jurídico y económico que garantice la viabilidad y legalidad del proceso, la extinción de la Fundación Rafael Alberti.
El patronato quiso agradecer públicamente la labor de María Asunción Mateo durante estos diecisiete años y su plena dedicación "de forma altruista". Millán Alegre garantizó además que la actual sede de la Fundación seguirá funcionando como museo y seguirá albergando actividades organizadas por el Ayuntamiento, aunque se tendrá que buscar una nueva fórmula de futuro, quizás la creación de un patronato municipal en el que podrían tener cabida otras administraciones y entidades.
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