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Hallan el primer vivero romano de toda Andalucía en el Cabo de Trafalgar

Arqueología

Este yacimiento de explotación industrial marítima está asociado a una gran mansión adaptada a esta práctica

Los trabajos realizados por la UCA también ahondan en un yacimiento prehistórico con evidencia de industria marina y dos fábricas de salazones

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Vídeo de la campaña arqueológica en el Cabo de Trafalgar /UCA

En dos semanas de intenso trabajo, el Grupo de Investigación HUM-440 del Departamento de Historia, Geografía y Filosofía de la Universidad de Cádiz ha excavado un importante asentamiento romano y también prehistórico vinculado al sector industrial marino. Concretamente, ha documentado los restos de una zona residencial romana en la que vivían los dueños del primer vivero romano de toda la Bética y que se ubica en el tómbolo de Trafalgar. También se ha documentado una industria de salazones en la misma zona con piletas en buen estado de conservación y otra ubicada a unos 500 metros en la playa, así como un yacimiento prehistórico con elementos cerámicos asociados y restos vinculados a esta misma industria.

La excavación de estos elementos de los que se tenía alguna evidencia por unas prospecciones de los años 70 se ha completado con el estudio de una necrópolis rupestre con tumbas cavadas en la roca que podría ser medieval o de época moderna, una cantera romana con secuelas del tsunami provocado por el terremoto de Lisboa de 1755 y la documentación de la torre moderna que se levanta en la zona y que se vincula al Ducado de Medina Sidonia.

Estos son los prolíficos resultados de la primera fase del proyecto de investigación Arqueostra, financiado por los Fondos Feder y la Consejería de Formación Económica, Industria y Conocimiento y que persigue ahondar en los orígenes de la ostricultura en el Sur de la Península Ibérica y en el Norte de África Occidental. Una iniciativa que se ha llevado a cabo bajo la dirección del Catedrático de Arqueología de la UCA, Darío Bernal, y el profesor de Arqueología, José Juan Díaz, y en la que han participado los profesores de Prehistoria también de la UCA José Ramos, Eduardo Vijande y Juan Jesús Cantillo. La excavación puntual ha sido autorizada por la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía, con Ángel Muñoz como inspector de este yacimiento que alcanza una hectárea.

"El proyecto pretende estudiar el origen de la ostricultura en Andalucía y Norte de África y queríamos estudiar el yacimiento del Cabo de Trafalgar que es conocido por las fuentes clásicas, que lo citan como el promontorium de Juno, pues era un hito muy importante en la navegación", contextualiza Darío Bernal.

Los primeros estudios se remontan a los 70, pero no había gran información salvo la existencia de un yacimiento bastante deteriorado. La sorpresa por tanto ha sido mayúscula en esta primera fase en la que han podido constatar la potencia arqueológica de todos estos restos romanos "que eran más importantes de lo que parecían y están en mucho mejor estado de conservación de lo que se esperaba".

La participación de Vijande, Ramos y Cantillo ha venido con el hallazgo del yacimiento prehistórico en el que "se han localizado niveles de posición primaria de historia reciente con cerámica hecha a mano y la evidencia de actividad industrial y de explotación de recursos marinos".

¿Qué se hacía en este vivero romano?

Esta es la gran pregunta del proyecto, reconoce Darío Bernal. "Y es muy interesante porque cuando los romanos conquistan Península Ibérica empieza la explotación industrial de todo hasta el V, pero este vivero de unos 100 metros aproximadamente es de época anterior de Augusto y, además, se abandona muy pronto, el en siglo I d. Cristo, en época flavia, de modo que se abandona justo cuando entra en esplendor la industria de explotación marina y hay que indagar el por qué".

Junto al vivero hay restos de la que podría ser "una gran masión marítima que adaptaron a esta práctica y cuyos dueños podían ser colonos itálicos trasladados a la Península Ibérica, pues los italianos patentaron la acuicultura". Una práctica que suponía un elemento de ostenación, riqueza y poderío en aquella época, añade el catedrático de Arqueología.

La segunda fase de esta campaña empieza el próximo mes de mayo.

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