Jackson, sometido a una segunda autopsia a petición de la familia
La investigación considera que el médico personal del cantante, Conrad Murray, no es sospechoso
La petición de una segunda autopsia por parte de los familiares de Michael Jackson sembró un halo de misterio sobre el fallecimiento del Rey del Pop hace cuatro días, cuando el mundo quedó en estado de 'shock' y ahora espera el anuncio de su funeral. El portavoz del Instituto de Medicina Forense del Condado de Los Angeles, Brian Elias, informó el sábado de que los Jackson pidieron una segunda autopsia al recibir el cuerpo del cantante la noche del viernes.
Aunque esta segunda autopsia, llevada a cabo por un patólogo contratado por los Jackson, ya ha sido consumada, no se ha divulgado ni una palabra de sus resultados, según publicó el diario Los Angeles Times citando fuentes cercanas al caso. La prueba terminó realizándose a pesar de que el pasado viernes el Instituto de Medicina Forense descartara, en un informe preliminar, sospechas criminales en el fallecimiento del ídolo del pop. Sin embargo, la institución precisó que las causas exactas de su muerte se determinarán en un estudio toxicológico que se demorará entre "cuatro a seis semanas".
La familia de Jackson, no obstante, alberga serias dudas sobre el papel desempeñado por el médico personal del cantante durante su ingreso hospitalario. Tanto es así que Conrad Munray, el cardiólogo que se cree fue la última persona que lo vio con vida, hubo de reunirse el sábado por segunda vez con la Policía de Los Ángeles, en presencia de un abogado .
Durante esta reunión, el médico "aclaró algunas inconsistencias" sobre la muerte de Jackson, según declaró su representante, Miranda Sevcik.
"Los investigadores dicen que el doctor Murray no es de ninguna manera sospechoso y se mantiene como un testigo más en esta tragedia", afirmó Sevcik.
Agregó que el cardiólogo -que tiene consultas en Las Vegas y Houston- ha permanecido en Los Ángeles desde el fallecimiento del cantante.
"Viajó en la ambulancia al hospital y se quedó allí durante horas consolando a la familia Jackson - declaró Sevcik-. El doctor Murray seguirá cooperando completamente con las autoridades y pide que todos recemos por la familia Jackson".
Según versiones, Murray le administró a Jackson una inyección de Demerol -un narcótico sintético similar a la morfina- poco antes de morir, circunstancia que ha de ser tenida en cuenta a la hora de poner en pie cuáles fueron las causas exactas que provocaron el paro cardíaco del paciente.
A esta polémica han venido a unirse las declaraciones de Grace Rwaramba, la ex nodriza de los tres hijos de Michael Jackson, aparecidas ayer en el semanario británico The Sunday Times.
Rwaramba declaró que, a menudo, debía realizarle lavados de estimado al cantante a consecuencia de los cócteles de analgésicos que tomaba. "Había que hacerle lavados de estómago con mucha frecuencia. Mezclaba demasiado -aseguró al rotativo-. Hubo un momento en que estaba tan mal que no permitía que sus hijos lo vieran. Comía siempre muy poco y mezclaba demasiados analgésicos".
Por otra parte, distintos implicados en la organización de los conciertos que Jackson planeaba realizar en Londres en julio, revelaron cuán contento y enérgico había estado el artista en un ensayo general de su recital en el Staple Center de Los Angeles, el miércoles en la noche, a menos de un día de su muerte.
Las reacciones de los distintos líderes mundiales han continuado a lo largo del fin de semana -incluyendo una carta de condolencia del presidente estadounidense, Barack Obama, a los miembros de la familia- mientras los admiradores del cantante seguían realizándole numerosos homenajes callejeros en todo el mundo.
En Reino Unido, el último recopilatorio de Jackson (Numbers Ones), se ha aupado al primer puesto de la lista de ventas oficial, la BOC. Otros cuatro álbumes -Thriller, King of Pop, Off the Wall y The Essential- han entrado en la lista de los veinte más vendidos.
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