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Literatura
Jesús Relinque (Cádiz, 1980) alcanza su tercera novela poniendo en valor el género de la fantasía urbana que tantas alegrías le dio en su debut con La llave de los misterios, en el año 2018, y que ha alcanzado ya siete ediciones. Ingeniero técnico informático, el escritor gaditano ya había participado en obras colectivas de género, además de ser un reconocido experto en la historia del videojuego al que le ha dedicado también diferentes ensayos y artículos en revistas especializadas. Entre tanto, el autor nunca abandonó otro de sus intereses, el mundo del misterio, y al hallazgo en Cádiz de una de las primeras sectas espiritistas españolas dedicó su segunda novela, La ciudad oscura, que hizo también entroncar con el universo de La llave de los misterios. Con Los jinetes del sueño, la novela que ha publicado este año, retoma las aventuras de la pandilla protagonista de su obra inaugural y promete que no será la última de la saga...
–Con ‘Los jinetes del sueño’ se reencuentra con sus chicos de El Club de los Pringaos. ¿Era algo premeditado desde ‘La llave de los misterios’?
–Pues la verdad es que no. Yo siempre he ido cubriendo objetivos poco a poco, cumpliendo metas. Así, La llave de los misterios tuve la suerte de publicarla en 2018 después de un largo proceso de pensar y repensar mis vivencias de juventud y pasarlas por los filtros de lo fantástico y lo misterioso. Visto que tuvo bastante aceptación pues publiqué, en forma de precuela, La ciudad oscura, y ahora he retomado el contacto con el grupo a raíz de que en una presentación en Sevilla, un lector me pidió, “llévate al Club de los Pringaos a la Expo de Sevilla”. A ese lector le debemos Los jinetes del sueño, y me da coraje no acordarme de su nombre (ríe).
–También Sevilla es una ciudad que usted conoce bien, ¿ha vivido allí, verdad?
–Pues nada más que 15 años me he tirado en Sevilla aunque ahora, gracias al teletrabajo, me he podido volver a Cádiz. Conozco bien Sevilla, sí, pero la que aparece en este libro la conocí de lejos, sólo fue una vez con 12 años a la Expo y apenas me acuerdo... Hombre sí recuerdas el impacto entonces de aquellos pabellones, de los espectáculos, de la gente de diferentes culturas... Y, claro, cómo no, de aquel misterioso incendio en el Pabellón de los Descubrimientos poco antes de que se abrieran sus puertas... Pero, claro, he tenido que volver a investigar esa época y esos eventos tan especiales.
–Y el resultado es una nueva aventura de sus chicos. ¿Cómo llegan a Sevilla?
–Pues esta historia transcurre dos años después de la de La llave de los misterios, con los chicos cruzando ya las puertas de la adolescencia con sus hormonas en ebullición. Estarían en lo que era 8º de EGB, qué antiguo suena eso, ¿verdad?, y eso nos da la excusa perfecta del viaje de fin de curso que los profesores deciden que sea en Sevilla con motivo de la Expo. A partir de ahí, este hilo me da para ir entrando en misterios y leyendas populares, al igual que hice con Cádiz en la primera entrega. Los chicos se toparán con sucesos extraños que les ocurren de noche, cuando duermen, comienzan a pasar cosas raras, a mezclarse con recuerdos traumáticos y con la visita de una sombra oscura en forma de jinetes... Eso se ramificará en diferentes tramas y subtramas donde los chicos tendrán que averiguar por qué esos jinetes vienen a darles por saco (ríe).
–¿Cómo ha sido para usted el reencuentro con sus chicos? ¿Ha fluido?
–Fluir es un verbo bonito, así ha sido. Un reencuentro entre viejos amigos. Pero la verdad es que juego con ventaja porque al ubicar esas edades en ese tiempo concreto es como viajar a través de ellos a mis recuerdos. Ha sido sencillo, sí, lo complicado hubiera sido hablar de niños de 13 o 14 años en la actualidad (ríe). La verdad es que estaba deseando salir de nuevo de aventuras con ellos y ha sido muy satisfactorio. También he dejado alguna trama por ahí para continuar...
–Entonces, ahora sí, habrá nuevas aventuras, ya premeditadas, de El Club de los Pringaos
–(Ríe) Sí, sí, esta vez se ha dejado por ahí un cabo para poder retomarlo siempre que los lectores me den la posibilidad y quieran, claro. Realmente ahora quedaría muy bien decir sí, todo estaba planeado, pero ni de coña. La primera meta de todo aquel que e embrolla en esto de la escritura es publicar tu primer libro y luego pues ya se van enlazando las cosas, pero al principio no tienes planeado nada, al menos, yo.
–Ya ha realizado algunas presentaciones pero, ¿tiene algún próximo evento que podamos reseñar?
–Sí, ya hemos hecho diferentes presentaciones, en Cádiz la hicimos en el Pay Pay, pero ahora estaremos en la Feria del Libro, también aquí en el Baluarte de la Candelaria. Así, el viernes 15 de julio a las 20.00 horas estaré firmando en el stand de La Ratonera, mientras que un par de día antes, el miércoles 13 a las 10 de la mañana haremos una ruta sobre La llave de los misterios. Visitaremos algunos de los enclaves de poder que aparecen en esta novela y quizás también algo de La ciudad oscura. La de Los jinetes del sueño es que el 95% transcurre en Sevilla pero bueno, la próximo, si sale, creo que volveremos a Cádiz para seguir ahondando en algunas de las leyendas de la ciudad.
–Una ciudad oscura, como dice en su segundo libro, en contraposición con esa luz tan especial de Cádiz. De hecho, usted ilumina esa historia oscura con hallazgos como el de la secta espiritista
–A mí me sigue encantando el reverso tenebroso de esta ciudad tan luminosa. La verdad es que fue brutal cuando un grupo de amigos y yo descubrimos que en Cádiz había aparecido una secta espiritista a mediados del XIX, siendo el primer grupo en España que tenía un sistema para contactar con el más allá. Y en ellos basé La ciudad oscura.
–¿En qué anda ahora? ¿Ya con la próxima novela?
–No, estoy con un libro pero es un ensayo sobre videojuegos, que es otra de mis aficiones, y misterios. Ya está acabado, realmente, y su título provisional es Expediente V, así como guiño a Expediente X, porque lo que hago es preguntarme por esos enigmas y leyendas urbanas que corrían sobre ciertos juegos, que si los veías y morías o si otro te controlaba la mente, o si había una máquina maldita... He investigado y compilado muchas historias de esa clase.
–¿Cómo le afecta el cierre de Cazador, la que hasta ahora ha sido su editorial?
–Pues la verdad que ahora toca pensar y darle vueltas a la cabeza a ver cómo hacemos las cosas. Me da mucha pena porque gracias a Cazador he publicado mis libros pero tengo muchas ganas de seguir creando historias para los Pringaos y otras nuevas de tipo fantástico, que es lo que yo hago. De cara al futuro, habrá que darle una vuelta al tema, sí...
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