Juan Miguel del Castillo, director de 'La maniobra de la tortuga': "No me gusta la injusticia"

Cine

El realizador jerezano ha concluido esta semana el rodaje en Cádiz de la película basada en la novela del gaditano Benito Olmo

Juan Miguel del Castillo, durante el rodaje en Jerez de 'La maniobra de la tortuga'. / Miguel Ángel González

Cádiz/No se erige como portador de ninguna bandera, ni validado para representar causa alguna. No le gusta dar sermones, ni tampoco lecciones porque está “en constante aprendizaje” y, sin embargo, el realizador jerezano Juan Miguel del Castillo se siente inclinado a utilizar su cine “como altavoz” de las cosas que le preocupan. Lo hizo con el drama de los desahucios, en su impecable debut en el largo con Techo y comida, y lo está haciendo ahora con la lacra de la violencia machista en La maniobra de la tortuga, su segunda película cuyo rodaje acaba de terminar esta semana en Cádiz. Porque, sobre todo, a Juan Miguel del Castillo no le gusta “la injusticia”, decide.

–¿Se enfrenta uno de manera diferente a su segunda película?

–Bueno, para mí siempre es lo mismo porque mi trabajo es el mismo. Pero la diferencia está en que esta película es más esperada y en la primera nadie me esperaba. Esta vez se ha hecho un poco de ruido, el hecho también de volver a trabajar Natalia (de Molina)... Digamos que hay expectativas que me ilusionan, claro. Pero la envergadura del proyecto y cómo lo afronto, para mí es igual.

–¿Y esas expectativas no le afectan?

–Sí, bueno, siempre hay algo... Porque es cierto que también ahora estamos apoyados por instituciones, por TVE, por Movistar, Canal Sur, el Ministerio, la Junta... Hay mucha más gente detrás, la distribuidora, la coproducción con Argentina... Quieras que no, hay algo de presión porque hay mucha gente esperando qué vamos a hacer. Pero la verdad es que yo me siento cómodo, tranquilo y arropado porque cuando tienes tantos apoyos pues puedes centrarte en tu trabajo y hacer bien las cosas. Es una alegría hacer un proyecto como toca hacerlo.

–Porque no es nada fácil...

–Efectivamente... A mí me ha costado lo más grande, pero también tengo amigos que se quedaron por el camino y se rindieron porque esto es duro. Yo siempre digo que esto te tiene que gustar mucho, sacrificar muchas cosas y proponértelo muy en serio. A mí lo que me pasa es que soy un poco cabezota y hasta que no lo he conseguido no he parado. Insistir, insistir e insistir, eso es lo que he hecho yo. No tirar la toalla y, bueno, en el fondo no es que haya llegado todavía a ningún lado porque estoy empezando y me queda mucho por aprender. Pero bueno ya son dos películas y un trabajo muy duro detrás.

–¿Y qué le atrajo del libro de Benito Olmo para contar su historia en su segunda película?

–Me atrajo, principalmente, dónde sucedía. Me atrajo Cádiz. A mí como gaditano, como jerezano, Cádiz me parece una ciudad maravillosa para contar una historia. En Cádiz, en Andalucía queda mucho por hacer, por decir y por contar, y si los creadores de aquí no lo hacemos, a ver quién va a venir a contarlo. Además de eso, me atrapó el calado social de la historia. La violencia de género, la violencia machista, esa violencia que la mujer sufre, tanta injusticia que soporta y que además, tristemente, sigue siendo actualidad... Eso había que contarlo al igual que hice con los desahucios en Techo y comida. Y no es que lo haga de forma intencionada pero siempre acabo contando este tipo de historias donde lo más importante es el mensaje. Yo, realmente tengo poco que decir en estos temas y mucho que aprender, pero no quiero hacer como si esto no pasara. No me gusta la injusticia y como cineasta creo que puedo poner mi granito de arena dándoles voz, un lugar. El cines es una buena herramienta para eso y a mí me hace sentir bien.

–En esta historia, Cristina, que está interpretada por Natalia de Molina lleva ese peso, ¿cómo ha sido el reencuentro?

–La leí en una entrevista que le han hecho estos días de que para ella somos los mismos. Y así lo siento yo también, como familia casi. Nos entendemos, nos sentimos seguros trabajando juntos y creo que eso se nota en el resultado. En esta película sé que ella siente una responsabilidad muy grande al llevar el peso de la historia de maltrato de este personaje pero a mí me ha vuelto a sorprender. Natalia está brillante en la película, estoy seguro que va a dar que hablar. Y aunque yo no esperaba menos de ella, te aseguro que ha sobrepasado todas mis expectativas. Estoy deseando enseñar su trabajo...

–¿Que será...?

–No queda tanto, en 2022 seguro. Lo que no sé fecha exacta pero supongo que se intentará que se estrene en fechas de alguno de los grandes festivales.

–¿Son reconocibles Cádiz y Jerez?

–En Jerez rodamos en la Comisaría de Policía todo lo que es la investigación del caso, hay mucho de interior. Pero luego de exterior tenemos en Cádiz La Caleta, la Punta de San Felipe, estuvimos también en la zona de también en la punta San Felipe, en la zona del puerto y la Zona Franca... Varias imágenes aéreas con dron que se ve el puente nuevo, por ejemplo... Es bastante reconocible todo. Y luego en San Fernando, en la Cantina del Titi (El Bartolo), allí donde están esas casetas tan bonitas de pescadores, pues grabamos todas las escenas en las que Bianquetti necesita irse a un lugar apartado de la sociedad a tomarse su copita y meditar. Y ese lugar nos parecía perfecto.

–Hablando de Bianquetti, ¿le ha dado su primer papel protagonista a Fred Adenis?

–Sí, es un actor que yo lo había visto papeles pequeños pero es que en el casting fue todo un descubrimiento. Tiene varias características que lo hacen perfecto para este personaje. Es un tipo alto, mide dos metros, fuerte, duro pero es una persona muy sensible. Es un encanto a nivel personal y espero que se hable mucho de él a partir de ahora y sea una de las nuevas caras del cine español.

–Terminado el rodaje, se enfrenta ahora a la sala de montaje. Pero, ahora mismo, ¿ya sabe qué película es ‘La maniobra de la tortuga’?

–Mira yo siempre digo que esta película ya la he visto. Ya la he visto en mi cabeza, la he planificado y he rodado en base a esa película que quiero contar. Ahora en la sala de montaje lo que tengo que comprobar es si esa película funciona. Y si no funciona, pues buscar las herramientas para solucionarlo y la sala de montaje te ofrece muchas.

–Usted que acaba de terminar de rodar, Jota Linares creo que ya montando ‘Las niñas de cristal’... ¿está de enhorabuena el cine gaditano?

–Y Alexis Morante con El universo de Óliver, que creo que presentó los primeros cinco minutos en el Festival de Málaga hace unos días... La verdad que tenemos que felicitarnos por ello. A Jota lo conozco, él es muy amigo de Natalia, además, y hace muy buenas pelis y a Alexis no lo conozco personalmente pero me encanta lo que hace. Sí, ahí estamos. Haciendo lo que nos gusta y ojalá vengan muchos más.

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