Juanito Villar, querido y celebrado
Homenaje a 50 años de trayectoria profesional
El cantaor gaditano visto por algunos de los artistas, cerca de medio centenar, que se reunirán este miércoles 13 de noviembre en el Teatro Falla para conmemorar los 50 años de su trayectoria profesional
Cádiz/“Leyenda del flamenco”, “referente”, “el manantial en el que beber”, “eco incomparable”, “creador de una forma de interpretar”... Decir Juan Villar es decir cada uno de estos apelativos para algunos de los artistas (son más de medio centenar) que este miércoles 13 de noviembre se reunirán en el Gran Teatro Falla para celebrar los 50 años de trayectoria profesional del cantaor viñero que hoy por hoy es el eslabón más sólido de la saga flamenca de los Jineto y patriarca de su propia estirpe, la de los Villar. Juan Villar, Juanito Villar, querido y celebrado por guitarristas, cantaores y bailaores de diferentes generaciones.
Así para jóvenes artistas como Samuel Serrano, uno de los cantaores más prometedores de la provincia, Juan Villar ha sido su “escuela de aprendizaje”, su “referente”. “Yo me puedo considerar discípulo de Juan porque en mi casa es él el que sonaba desde que yo era niño, es mi pilar fundamental”, reconoce el chipionero que, más allá de consideraciones personales, opina que el viñero es “una leyenda viva con mayúsculas” que ha marcado “una forma de cantar” con “Cádiz por bandera”, dice el joven que siente debilidad “por cómo canta Juan las bulerías”, “de una forma diferente, original”.
Cantaoras de trayectoria más dilatada como Carmen de la Jara definen como “magia” esa forma ciertamente peculiar de interpretar que, a juicio de Carmen, “enamora”. “Juan para mí es uno de los más grandes del flamenco y cuando digo eso me refiero grande a nivel, qué te digo, de Camarón o de cualquier otro cantaor de ese porte”, apuesta la artista que recuerda que, “aparte de en los discos”, la primera vez que escuchó al sobrino de Pablito y Jineto fue “en aquel establecimiento que regentaba Alfonso de Gaspar en el paseo de La Caleta”, rememora la cantaora El Arrecife.
“Aparte de que lo quiero muchísimo, porque son muchos años de convivencia, es que es una magia la que tiene cuando abre la boca, es un eco tan gitano, tan flamenco, que cautiva. Es un referente para mí y creo que para todos los artistas de Cádiz y cuando canta todos vamos a verlo y le decimos ole porque lo sentimos, porque es un dios del cante por su personalidad”, alaba la artista.
Tampoco se queda corta en elogios Manoli de Gertrudis, cantaora y prima de Juan Villar, con la que hizo sus primeros pinitos en Los Chavalillos de Cádiz, el grupo al que los llevó su tío Curro. “No es porque sea su prima pero es el mejor en el flamenco, el eco de él no lo tiene nadie y, un a cosa, cómo pronuncia y cómo transmite, porque uno se entera de lo que está diciendo porque sabe pronunciar y no por ello deja de transmitir. Él es chiquitito de cuerpo pero es el más grande”, decide la artista compartiendo opinión con su hijo, el músico David Gavira, que también participa en el elenco que rendirá homenaje a Juan Villar esta tarde-noche. “Para mí , además de ser nuestra familia, es un estandarte en el flamenco. Es de las voces más puras y ecos incomparables, porque muchos lo quieren imitar pero como él no hay otro. Sinceramente, pienso que es uno de los cantaores más grandes que ha dado el flamenco en el mundo” explica el percusionista al que le pone “los vellos de punta” escuchar a Villar “por soleá y por bulerías” aunque le estremezca por cualquier otro palo pero “ahí, en esos dos, muero yo”.
También se rinde ante Juan un músico y compositor gaditano que, finalmente, no podrá acompañar al homenajeado en su noche por compromisos profesionales pero al que le ha querido dedicar unas palabras de respeto y cariño. Riki Rivera, ganador de un Goya y uno de los compositores y productores más pujantes del pop nacional, dice de Juan que es “el ejemplo latente del concepto sonar a Cádiz, además de imprimir en el estilo un timbre de voz auténtico y único que quedará siempre en el sentido de quien lo ha sentido alguna vez en su centro flamenco”.
“Lo que significa Juan Villar para el flamenco , el que es flamenco o admira de siempre este noble arte, lo sabe de sobra”, opina Rivera, actualmente envuelto en la composición de la banda sonora de la película Operación Camarón, que a nivel personal ve a Juan Villar “un símbolo cercano”. “Si hubiera sido más consciente de pequeño, cuando vivía en la Viña, de su buen hacer y magnitud le hubiera estado pidiendo un cantecito de vez en cuando guitarra en mano para aprender y absorber en la misma calle de la Palma; pero ahora, cuando paso por el que sigue siendo mi barrio, tengo la suerte de ver y conocer a su familia flamenca y a él, y saludarlo, y ampliando un poco más el saludo y el trato cuando nos juntamos con David Palomar que si lo conoce más en profundidad y se le puede sacar alguna vivencias, alguna anécdota o algún detalle de cante grande que haga que ese día sea único y especial”, relata.
En La Viña también, pero en esa casa de la calle Ángel, se cruzaron los caminos de Felipe Scapachini y Juan Villar. “Ya sabes, mi primo Antonio, que ha estado conmigo desde yo chiquitito y que me ha criado, se casó con Paca, la prima de Juan y vivían allí, vecinos de la misma casa. Yo soy mayor que Juan y allí empecé yo a verlo siendo él un chavalillo pero ya, en serio, como cantaor, lo vi las primeras veces cuando sus tíos Jineto y Pablo lo llevaron a El Tablao”, rememora otro emblema de los cantes de Cádiz como es Scapachini que ve en Juan un cantaor “que vale su peso en oro”, que le “ha cantado a los más grandes bailaores, y eso se nota en su dominio del compás”. “Es un referente para todos los que vinieron detrás”, resume.
Un referente pero también “una leyenda viva con una trayectoria impecable en todos los sentidos”, “con una cantidad de grabación y de directos en una de las mejores épocas de los festivales flamencos”, “pionero, personal y con todo el aire de Cádiz” es Juan Villar para la bailaora Rosario Toledo, que contó con el artista en su espectáculo ADNADN, siendo esta colaboración “un sueño” para la coreógrafa que este año se ocupa del flashmob del Día del Flamenco en Cádiz. “Una vez que te canta Juan tú ya puedes decir que te mueres tranquila, al menos así fue para mí que me quedé con las piernas temblando cuando me dijo que sí que participa en mi espectáculo”, recuerda.
Una experiencia, la de que te cante Juan Villar, también muy especial para otra bailaora gaditana Lydia Cabello, uno de los motores de este homenaje ya que además de participar se encarga de la regiduría. “Como dije en la presentación, Juan es el manantial donde pequeños, medianos y grandes tienen que beber”. “Juan es sabiduría, y lo tenemos ahí, cerca, tenemos mucha suerte”, acierta.
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