Del Líbano a Cádiz, la herencia fenicia

El gaditano Gonzalo Höhr presenta en el Castillo de Santa Catalina la muestra fotográfica 'Una historia compartida'

Un grupo de pescadores en Túnez.
Un grupo de pescadores en Túnez.
Virginia León / Cádiz

23 de noviembre 2012 - 05:00

Que los fenicios imprimieron su particular forma de vida en la costa mediterránea no es ningún descubrimiento. Del Líbano a Cádiz estos pobladores colmaron sus rincones de toda una serie de hábitos que todavía hoy, en pleno siglo XXI, perviven intactos. Pero nunca antes había tomado tanta fuerza como en la muestra Fenicios Siglo XXI. Una historia compartida, que el fotógrafo Gonzalo Höhr presenta mañana, a las 11.30, en el Castillo de Santa Catalina.

El objetivo es poner en común "esta herencia" a través de una amplia representación de fotografía documental. Un total de 70 instantáneas a color y en gran formato, cuyo hilo argumental se articula atendiendo exclusivamente a criterios geográficos, "siguiendo los mapas de las travesías marítimas, de este a oeste, del Líbano a Cádiz", puntualiza el autor gaditano.

La exposición, que se enmarca en los actos del IV Foro de la Liga de Ciudades Cananeas, Fenicias y Púnicas que se celebra desde hoy en Cádiz, parte de un proyecto que viene amasando desde 2006, cuando descubrió El Líbano. "Fue entonces cuando me di cuenta del potencial de esta idea, de que todos procedemos de la misma matriz". Una idea que se traduciría en documentar las ciudades del Mediterráneo que comparten esta herencia fenicia.

Finalmente presentó su propuesta al Ayuntamiento de Cádiz y a la Fundación de Tiro, que dieron luz verde a esta iniciativa con la que el fotógrafo ha recorrido desde el pasado mes de enero en viajes intermitentes ciudades de El Líbano, Rodas, Túnez y Cádiz, en lo que considera la primera parte de la travesía.

Lugares por los que se ha dejado sorprender -como Líbano-, en cuyos avatares diarios en torno al mar se introdujo, cámara en mano, hasta cerciorarse de que casi todo es igual en una y otra escala de este trayecto. "He encontrado muchos puntos comunes. Salvo la arquitectura y el idioma, no existen importantes diferencias entre la gente, relaciones, costumbres y tipos de vida, en general", explica tras deambular a conciencia por puertos pesqueros, espacios de actividad artesanal y comercial, así como de ocio. "La gente trabaja y pasa igual el tiempo en un lugar que en otro, en el trabajo o en la playa".

Ha sido tal el sentimiento de pertenencia comunitario, que "hay veces en que no sabes realmente dónde estás. Hasta la vegetación, el clima y la alimentación es similar. No hay más nacionalidad que el Mediterráneo", explica, con gran conocimiento de causa, en medio de este apasionante viaje por las raíces y presente de nuestra historia, que en Cádiz ha plasmado desde "las artes de pesca".

Y de Cádiz partirá próximamente a Sicilia y, si la subvención se lo permite, a Malta, Alejandría y Chipre, para continuar con la segunda parte de este proyecto. "Espero que las instituciones sigan apoyándome para poder continuar". De momento espera que el resto de cuarenta ciudades pertenecientes a la Fundación Tiro se vayan implicando en la iniciativa, asevera.

Si esto sucede y todo marcha como espera, se embarcará próximamente en la edición de un libro sobre las ciudades del Mediterráneo conquistadas por nuestros antepasados, los mismos que fundaron Gadir hace casi 3000 años.

Pero mientras todo esto llega, hace una parada en Cádiz con la cosecha extraída de este trabajo inicial. Una primera parada que pretende continuar a modo de exposición itinerante por las ciudades mediterráneas rociadas por esta herencia común. Ciudades impregnadas de costumbres con esencia fenicia. Del Líbano a Cádiz.

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