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Cádiz/El juego, el debut en la gran pantalla del director gaditano Paco Sepúlveda, protagonizada, y también coproducida, por la malagueña Maggie Civantos es “una historia que ocurre en el confinamiento pero que no va de la pandemia”. La comunicación, la toma de decisiones y el amor, “el amor romántico pero también el amor propio”, entran en juego en este relato intimista donde una pareja que rompe tras llevar siete años de relación deciden pasar el momento más duro de la pandemia viviendo bajo el mismo techo. Eso sí, con dos reglas: partir de cero como si no se conocieran y que, cuando todo acabe, continuar cada uno por su camino.
–Opera prima para Paco, debut en la producción para Maggie, ¿ha sido largo el camino para ver estrenado ‘El juego’?
–Maggie Civantos: Pues creo que bastante rápido. Es una película que fue surgiendo de una forma natural. Bueno, natural a nuestra manera, porque normal no ha sido (ríe).
–Paco Sepúlveda: Pues terminamos de rodar a comienzos de 2022 y ya estamos estrenando. No siento que haya sido largo, siento que ha sido trabajoso porque hemos trabajado mucho Maggie y yo para que esto pase pero ha merecido muchísimo la pena.
–¿Era la película que teníais en la cabeza al principio de este viaje?
–M. C.: Pues sí en cuanto a los procesos de la película, de hecho, te diría que ha quedado mucho mejor. El guion era bueno pero creo que Paco luego ha hecho un trabajo precioso en cómo contar la película, en cómo transmitir esa sensibilidad sobre los sentimientos y la psicología de los personajes y creo que lo ha llevado a una narrativa muy cinematográfica y muy bonita que nos recuerda a películas que ya, desgraciadamente, ya no conseguimos ver tan habitualmente. El juego tiene algo muy romántico que, cuando leí el guion, no me lo esperaba, y creo que eso lo ha aportado la sensibilidad de Paco.
–P. S.: Para mí sí es muy fiel a la idea que yo tenía. Algo que suele ser complicado porque después de escribir te encuentras con las dificultades del rodaje, con las de los actores... Que hubo dificultades en el rodaje, sí, porque estuvimos dos semanas metidos en una casa, pero fueron los actores los que potenciaron y facilitaron la historia que yo llevaba en el cuerpo.
–Bueno, Paco, hay que tener mala leche para coger a Maggie Civantos y a Nico Furtado, ambos en cárceles cinematográficas como ‘Vis a vis’ y ‘El marginal’, y, de nuevo, encerrarlos...
–M. C.: La verdad que sí, eso no se lo perdono. La próxima película en el campo, por favor, algo muy libre.
–P. S.: Pues fue algo que nos dimos cuenta a mitad de rodaje pero, la verdad, es que a los dos les ha ido muy bien con esas cárceles.
–Maggie, para usted, ¿qué tenía esta historia para lanzarse, por primera vez, a producir una película?
–Pues Paco Sepúlveda. Trabajar con él y la locura que él tiene, y que también tengo yo, que no es más que la pasión por contar historias y tener la valentía de generar por uno mismo. Y no sé si es bueno o es malo, porque hay mucho de impulsividad y de inconsciencia pero creo que, a veces, es lo que te mueve porque si piensas demasiado, te entra miedo y no haces nada. Creo que los dos tuvimos ese impulso, ese que nada nos pare, por qué no lo podemos hacer nosotros, y eso es lo que me gustó de Paco. Obviamente la historia me gusta, pero hay muchas historias que me gustan y no veo la manera de asociarme con alguien para producir películas. Con él encontré esa sincronía y esa ambición o, quizás, esa impaciencia, no lo sé... Todas las cosas que siempre pensé que son defectos míos, de repente, los he convertido con esto en una virtud.
–Se conocieron en ‘Historias’, la película que tiene por estrenar, ¿no, Paco?
–Nos conocimos en una pieza de Historias que iba a ir a la película, y que finalmente hemos vuelto a regrabar hace cosa de mes y medio. Pero sí, nos conocimos ahí, en 2019 por ahí...
–’El juego’ es una historia de corte muy intimista, ¿qué tenían que tener los actores para convertirse en Eva y Víctor?
–P. S.: El personaje de Eva es que estaba hecho para Maggie. La historia nace de que los dos hablamos de escribir una peli, así que con Eva le hice a Maggie un traje a medida de lo que yo sentía que ella podía dar. Y el personaje de Víctor estaba escrito pero luego buscamos a un actor que le pudiera dar ese corte internacional a la peli, hacerla más grande, y además nos aportaba poder potenciar esa sensación de soledad en ese momento tan duro de la pandemia con una persona que no está en su país. Nico, además, es que se llevó el personaje a su emoción y fue maravilloso. Yo tenía pensado otros colores emocionales que tenían que ver más con un perfil de perdedor pero él le dio algo más humano. Se adaptó al personaje pero a la vez le dio algo más, lo transformó, y eso fue muy interesante.
–Maggie, ¿ha sido complicado quitarse el traje de productora cuando se metía en la piel de Eva?
–Intenté separarlas, de hecho, Paco dice que hice un buen trabajo en ese sentido. Pero para mí, personalmente, fue duro. Creo que ahora lo haría de otra manera, me crearía como un equipo o tendría más respaldo... Al ser la primera vez... Fue duro porque si ya de por sí la concentración que requiere interpretar es algo importante, sumarle la producción, que también requiere de mucha atención... Fue muy estresante... Pero se me da bien hacer dos cosas a la vez (ríe).
–Y Eva, como personaje, ¿cuál es el reto que le ha propuesto?
–M. C.: Me sentí cómoda en su piel porque me apetecía contar una historia más común de lo que había hecho hasta ahora. Siempre he trabajado personajes a los que les pasa cosas tremendas pero aquí había algo íntimo, cercano, que me apetecía mucho. Porque Eva es muchas evas, es una historia que nos ha pasado a todos alguna vez, la de tomar una decisión con la cabeza o con el corazón. Y no quiero decir más porque al final hago spoiler del final...
–P. S.: Qué mas tremendo que las decisiones que tiene que tomar Eva en la película, porque más tremendo que enfrentarse al mundo es enfrentarse a uno mismo.
–Para usted, Paco, mover la acción dentro de una casa sí que no habrá sido fácil...
–Ese era mi reto más grande. Hacer que fuera dinámica, buscar en qué rincón de la casa poner la cámara para hacer algo diferente pero que a la vez te contara algo.... Me daba miedo que se hiciera pesada pero creo que está muy rica en cuanto a planificación, planos, movimiento... Y luego el blanco y negro que es algo que Maggie y yo teníamos claro desde el principio.
–¿En qué proyectos andan metidos juntos o por separado?
–P. S.: Pues estamos terminando de rodar Historias, que está Maggie también como actriz y como productora asociada, y concluirá en noviembre en Uruguay y la idea es presentarla al Festival de Málaga, que es algo que nos ilusiona, y poder estrenarla el año que viene. Y por otro lado estoy intentando levantar la película de Silencio, que tenemos alguna gente interesada y tenemos bastante trabajo.
-M. C.: Pues yo tengo todavía algún estreno pendiente y me voy a rodar a México una película que me encanta el guion y creo que va a ser una experiencia bastante importante en mi vida porque el personaje me supone un reto a nivel interpretativo, nunca he hecho algo así... Así que allá que vamos, porque ya la semana que viene estoy volando para México. Y, mientras, he estado como cinco meses con un guion, que espero tener primera versión esta semana y que espero poder producir. Será mi tercera película como productora pero en ésta estoy implicada en el proceso de escritura con el guion.. Y nada, voy paso a paso...
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