La bailarina Maribel Gallardo galardonada con el Premio Actúa

La gaditana se siente "muy halagada" con esta distinción que recogerá el día 20 en el Teatro Apolo

La gaditana Maribel Gallardo, durante el homenaje en Cádiz del Conservatorio de Danza que lleva su nombre. / Jesús Marín
Tamara García

08 de noviembre 2017 - 08:04

Cádiz/"Sorprendida", "emocionada" y "muy halagada". Así recibió la bailarina gaditana Maribel Gallardo la noticia de su distinción como Premio Actúa de Danza, junto al bailarín vasco Igor Yebra, un galardón que concede la Fundación Aisge, formada por profesionales del teatro y de la danza.

"La verdad es que no me lo esperaba, ha sido toda una sorpresa, ya que aunque como intérprete tengo muchas obras dentro y fuera del Ballet Nacional en toda mi carrera, ahora mi labor está más bien fuera de los escenarios, y es una verdadera alegría que reconozcan tu entrega y tu trabajo de una manera tan hermosa", explica desde Madrid la artista que actualmente sigue vinculada al Ballet Nacional de España como maestra repetidora.

Gallardo, además, reconoce que este premio le hace "una especial ilusión" porque el día 20 de noviembre en el Teatro Apolo, donde recogerá el galardón, volverá a encontrarse con el bailarín Igor Yebra "al que conozco desde hace muchos años", detalla la gaditana que distingue al también premiado artista como "un gran bailarín" y una "gran persona".

"Que se valore tu entrega es siempre algo muy emocionante y, sobre todo, si se trata de distinguir a una bailarina como yo que, aunque bien es cierto que soy muy conocida en la profesión, no soy una artista mediática", apunta la bailarina que aunque ahora se dedica "a la enseñanza", a "apoyar a la gente joven" y a poner su "granito de arena en el Ballet Nacional", no se termina de "desligar" de los escenarios "porque ese gusanillo no se pierde nunca, el arte es así". De esta forma, sigue colaborando puntualmente con algunas compañías "con papeles más maduros, obviamente, por la edad", razona recordando su rol como Medea "hace un par de años" con la compañía de sus amores a la que se incorporó en 1981 cuando el Ballet Nacional estaba dirigido por Antonio. Cuatro años después, en 1985, ya era primera bailarina bajo la dirección de Maria de Ávila.

Aun así, Gallardo -para la que se crearon obras como Chacona y Goyescas, que estrenó el personaje de la Celestina en la obra homónima de Ramón Oller, con dirección escénica de Adolfo Marsillach y que interpretó Bodas de Sangre junto a Antonio Gades en el X aniversario de la creación del BNE- está "muy contenta" participando en la danza "desde esa otra perspectiva que es la enseñanza". "Es mucho más enriquecedora porque cuando estás tú sola sobre el escenario das toda tu alma, sí, pero al trabajar con otras personas lo que intentas es sacarles lo que llevan dentro, además de intentar transmitirles lo que a mí me transmitieron mis maestros que es que la danza, además de técnica, es arte. Que hay que trabajar mucho la técnica, claramente, pero que también hay que trabajar desde dentro, desde lo emocional pues si no seríamos deportistas, seríamos gimnastas, con todos mis respetos hacia ellos, pero nosotros hacemos otra cosa, hacemos arte".

Arte con el que la gaditana mantiene un lazo indestructible desde los 6 años y que ha exhibido en los grandes teatros del mundo. "En mi vida tuve una lesión y ahora fíjate que la semana que viene me operan del codo por una historia muy tonta", ríe la bailarina que, eso sí, está segura de que no faltará al Teatro Apolo el día 20 aunque sea con su brazo en cabestrillo.

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