Análisis
Santiago Carbó
Algunas reflexiones sobre las graves consecuencias de la DANA
Adela Cubas, Trinidad Huertas La Cuenca, Josefa Moreno La Antequerana, Victoria de Miguel, Matilde Cuervas... Aficionados o no al flamenco, mujeres y hombres, todos, tenemos "una deuda" pendiente con estas mujeres que a final del siglo XIX y principios del XX se dedicaron a la guitarra flamenca. Nombres que se perdieron en las brumas del tiempo y, quizás también, se enterraron en los años oscuros de una Dictadura que relegaba a la mujer al papel social de un menor de edad. Mujeres entre las cuerdas. Mujeres que deslizaban sus dedos con presteza y maestría desde la prima al bordón. Mujeres guitarristas flamencas como hoy lo son también Antonia Jiménez, Marta Robles, Beth Cohen, Bettina Flater, Noa Drezner... Mujeres con las que tenemos una deuda pendiente que la realizadora gaditana Alicia Cifredo salda a su manera con Tocaoras, un documental donde indaga en el pasado, presente y futuro de la mujer en el mundo de la guitarra flamenca.
"El chispazo de la idea me vino cuando conocí en 2002 a Antonia Jiménez, de El Puerto, que es ahora mismo una de las guitarristas flamencas con mayor proyección internacional. Caí en la cuenta que era la primera guitarrista flamenca profesional que conocía", rememora la artífice de Tocaoras que "de pequeña" estudió "un tiempo, muy poquito," guitarra flamenca. "También tenía una compañera de clase que me hablaba de su prima María, hija de Ramón de Cádiz y Maruja Heredia, que siempre estaba viajando porque la familia tenía un cuadro flamenco y ella además de cantar y bailar era la guitarrista... Así que cuando conocí a Antonia me vinieron todos estos recuerdos y empecé a preguntarme por estas mujeres guitarristas, si había habido muchas, si en la misma proporción que hombres, qué había sido de ellas, si actualmente había muchas mujeres dedicándose a ello en el terreno profesional... Y empecé a investigar", explica.
Otro encuentro, esta vez con el libro de Eulalia Pablo, Mujeres guitarristas, reactivó el interés de Cifredo por el tema y empezó a contactar con antropólogos, musicólogos e historiadores como Josemi Lorenzo Arribas, Cristina Cruces Roldán y Joaquina Labajo, entre otros, además de "mucho trabajo de hemeroteca" para dar respuestas a todas sus preguntas. "Empezaron a salir nombres pero había que dar con las mujeres".
Y así arranca este Tocaoras, como "un viaje por el espacio y el tiempo", a través de la propia investigación. El argumento, escrito también por la gaditana, cuenta cómo Eloína, una estudiante de baile flamenco y antropología social, inicia con la ayuda de su amiga Carmen, un estudio sobre las mujeres guitarristas flamencas. "Su primera sorpresa será descubrir que el título en esta especialidad se expedía en Rotterdam cuando aún no existía en España", adelanta Cifredo que en su documental, que se presentó el pasado 23 de marzo fuera de competición en el Festival de Cine de Málaga, nos acerca a las tocaoras de los dos siglos anteriores y donde nos presentará al presente y al futuro de la guitarra.
La película, con una duración de unos 106 minutos, cuenta con la producción de La Voz Que Yo Amo y Zanfoña Producciones y se rodó entre agosto y septiembre de 2012. "No tiene un enfoque revanchista ni es una película de mujeres, a mí no me interesan los roles, de hecho, en la cinta hay muchas opiniones, muchas visiones, muchas voces desde diferentes disciplinas, que debaten el por qué aparentemente no ha habido muchas mujeres guitarristas flamencas, y digo aparentemente porque justo en este documental te das cuenta de que sí que las hubo", argumenta la actriz y directora que sólo ha querido "rescatar" una parte de "nuestra historia" y hacer "un poco de justicia poética", ríe.
En Tocaoras Alicia Cifredo ha querido utilizar un tono "cercano" y "didáctico" donde "el humor" tiene cabida sin desdeñar a "la emoción". "Aunque la fotografía es fija, más ortodoxa, en el montaje, sin embargo, si he querido innovar algo más", valora esta "contadora de historias" que se ilumina cuando habla de las vidas de muchas de estas guitarristas flamencas que se ha encontrado en su investigación, las que salen en el documental y las que no.
Como de Francisca Castro, que consiguió en 1983 el tercer premio del Certamen Nacional de Guitarra Flamenca de Jerez y "no veas la que se formó... abucheos y todo... Y estamos hablando de sólo hace 30 años", se lamenta. O de la labor de la compositora y guitarrista Marta Robles con Las Migas. O de todas esas mujeres de otros países que se han interesado por el estudio de la guitarra flamenca como la israelí Noa Drezner, la londinense Beth Cohen La Pólvora, la francesa Belén Novelli... O de todas esas jóvenes estudiantes, el futuro, que aparecen al final de la cinta en foto fija. O de esas mujeres anónimas inmortalizadas por los pintores tocando sus guitarras, por siempre, enredadas entre sus cuerdas. Porque las tocaoras existen, existieron y existirán.
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