"Para mí Paco Toronjo y John Coltrane tenían el mismo timbre"
carlos villoslada. saxofonista y flautista
El músico toca hoy con VST (Villoslada-Sainz-Tamayo) en la antesala del X Festival JazzCádiz
El artista publicó hace unos meses su 'Vista atrás'
Cádiz/Hace más de 20 años el músico Carlos Villoslada dejó su Huelva natal y decidió ser gaditano. Por eso, y por ser un artista de carrera larga y ancha, compartiendo escena con artistas tan dispares como Raimundo Amador, David Binney, Guillermo McGill, o Rubem Dantas, es la presencia ideal para dar la bienvenida a la décima edición del Festival JazzCádiz que hoy celebra su antesala en el Casino Gaditano con un concierto protagonizado por el proyecto VST (Carlos Villoslada, Juan Sainz y Alejandro Tamayo) que enmarcará la cita que se celebra entre los próximos 24 al 30 de julio.
"Llevamos casi un año trabajando con este proyecto donde realizamos un repertorio de temas de Horace Silver, un pianista que para nosotros es muy interesante y que también lo está siendo para el público", explica el saxofonista que en estos años le ha ido siguiendo la pista "a un festival (JazzCádiz) que es un bombón" porque "su programación es bastante buena" y también "por los lugares en los que se desarrolla, el Baluarte y hotel Atlántico, que son unos sitios estupendos para estas fechas", alaba.
No es la única cita que el músico, que comenzó su carrera con Antonio Mesa y Antonio Torres en Huelva y que prosiguió con Manolo Perfumo en Cádiz, tiene con su provincia de adopción. Así, el próximo sábado Villoslada tiene una cita "muy especial" con la Noche en Blanco de Puerto Real ya que además de compartir escena con el contrabajista con el que mantiene una amistad desde hace años (Perfumo), lo hará también "por primera vez en un concierto" con su hijo, el batería Carlos Villoslada Caba, en el Carlos Villoslada Trío. "La verdad que va a ser bonito porque más allá de alguna jam session nunca habíamos tocado juntos delante del público", destaca.
Dieciocho años tiene Carlos Villoslada junior y 18 años tiene Espero que te guste cuando lo oigas, un tema que Villoslada senior compuso cuando nació su hijo y que forma parte, "como no podía ser de otra manera", asume, de Vista atrás, su último compacto que salió a la luz hace unos meses.
"Vista atrás se compone de unos temas que yo tenía escritos hace tiempo y que significaban algo para mí, tanto anímicamente como musicalmente. Me gustaban esos temas. Y bueno los tenía ahí guardados hasta que hubo un impás en mi vida después de ciertas circunstancias personales y decidí que era el momento idóneo para rescatar esos temas", explica su creador que ha contado con sus "amigos" y "excelentes músicos", Dani Domínguez, a la batería, Joan Masana, al contrabajo y Arturo Serra con el vibráfono, instrumento con el que Villoslada tenía ganas de "hacer algo" y "además con Arturo Serra, maestro de maestros", tilda el músico que sólo tiene palabras hermosas para sus compañeros de Vista atrás. "Lo ponen todo facilísimo a la hora de trabajar y eso en este mundo, tan inmediato, donde necesitas tanto de los demás, es fundamental", dice.
Amigos que están de una forma y de otra. Así, en Vista atrás no falta el bajista grande, Alfonso Gamaza, a quien Villoslada rinde un homenaje póstumo en la bella Duros y frágiles, que forma parte de un disco compuesto por siete cortes y que se grabó en octubre del pasado año en los estudios de Fernando Romero en Granada para salir a la luz a finales de este mes de marzo.
"Es el disco que quería hacer, es el disco que tenía en la cabeza, y si ha cambiado algo ha sido para mejor", ríe el músico y profesor de la Escuela de Música Moderna y Jazz de la Universidad de Cádiz que decidió interesarse por el jazz "porque es lo que te hace un músico integral", argumenta. "En el jazz no sólo eres un intérprete como ocurre en el clásico, donde tienes que intentar recrear a la perfección lo que dejó el compositor. El jazz te permite ser intérprete, compositor, arreglista...", enumera Villoslada que no dejó de mirar hacia el flamenco desde su primera nota por mor de su vecino, el cantaor Paco Toronjo, "que me metió en el cuerpo esa energía suya increíble a la hora de entender la música", recuerda. "Por ejemplo, escuchaba a Paco Toronjo y a John Coltrane y para mí tenían el mismo timbre, la misma intensidad a la hora de expresarse, así que desde chico he sentido esos dos mundos conectados porque, salvando las distancias, que las hay, veo una relación clara entre el jazz y el flamenco a la hora de expresarse y de comunicar la música", decide.
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