Patrimonio en riesgo: ¿Qué monumentos de Cádiz están en la lista Roja de Hispania Nostra?

El Castillo de Aznalmara de Benaocaz ha sido la última joya patrimonial incorporada a la Lista Roja del Patrimonio que elabora la asociación Hispania Nostra y en la que se llama da un toque de atención sobre aquellos monumentos españoles sometidos a riesgo de desaparecer, destruirse o sufrir una alteración esencial de sus valores.

Esta fortaleza militar de la época nazarí, que actualmente se encuentra en pésimo estado de conservación, pero que en su día fue parte importante de la red defensiva nazarí de la que también formaban parte los castillos de Olvera, Zahara de la Sierra, Setenil de las Bodegas, Fatetar, en Espera, y de Fátima, en Ubrique se suma a toda una serie de edificios históricos, en su mayoría castillos, palacios y ermitas, de esta provincia. Estas son cronológicamente las últimas incorporaciones a la lista de esta asociación por la defensa del patrimonio nacional en los dos últimos años:

Fuerte de Santa Catalina en El Puerto

En mayo de 2022 accedió a la lista por encontrarse en "grave riesgo de pérdida", un bien que es BIC: la Muralla y el Fuerte de Santa Catalina, en El Puerto de Santa María. Este fuerte defensivo de la costa forma parte del sistema de baterías que defendían la entrada a la bahía de Cádiz en la Edad Moderna.

Una fortaleza en forma de pentágono irregular, configurado por dos líneas de defensas, una en el acantilado que da al mar, de forma semicircular, totalmente en ruinas y otra en el frente de tierra, con forma de hornabeque, en estado deficiente. Encierra un espacio aproximado de 15.000 metros cuadrados, siendo la fortaleza de mayor tamaño construida en el entramado defensivo de la Edad Moderna en la bahía de Cádiz.

En enero se abordó en el pleno municipal la necesidad de rehabilitarlo y se aprobó la petición de solicitar una partida económica de los Presupuestos Generales del Estado.

Castillo de Santa Catalina en Tarifa

En abril de 2022 se sumó este castillo por sufrir un "estado progresivo de deterioro". Fue construido en el año 1930 por el Ministerio de la Marina con el fin de albergar el semáforo del puerto y, posteriormente, fue usado como centro de observación meteorológica. Curiosamente se construyó con un estilo muy peculiar, imitando a los palacetes renacentistas italianos, algo fuera de su tiempo, pero hoy es uno de los monumentos más reconocidos y apreciados de la población. Sus elementos decorativos están desapareciendo y también ha sufrido desprendimientos, de ahí el toque de atención sobre este emblemático edificio que es BIC.

Molino de marea del Río Arillo en Cádiz

En octubre de 2021 se puso el dedo en la llaga del Molino de Mareas de Río Arillo en Cádiz, que marca el límite de Cádiz con San Fernando, y fue construido en el año 1759 para abastecer de harina a ambas ciudades limítrofes, dejando de funcionar en los años 30 del siglo XX. Desde el año 2002 está considerado BIC, aunque se encuentra en pésimo estado de conservación y apuntalado desde 2007, para evitar el derrumbe total.

Tras la incorporación en esta lista, las administraciones gaditanas hicieron lo que es habitual en esta tierra, tirar el balón al techo del otro, en lugar de aunar fuerzas y buscar soluciones. Así la Junta de Andalucía y la Demarcación de Costas se batieron en duelo para asegurar que no les corresponden, respectivamente, la salvaguarda de este bien.

Palacio de Riquelme en Jerez

Otro de los edificios que deja en evidencia la dejadez del patrimonio gaditano es el Palacio de Riquelme de Jerez. En septiembre de 2021 este edificio fue incluido en la lista de Hispania Nostra, haciendo alusión al estado de abandono, grietas en la galería interior y el riesgo permanente de derrumbe, además de señalar la falta de estabilidad estructural de esta casa palaciega construida en 1535 por encargo del noble Hernán Riquelme.

El edificio tiene un zaguán de entrada, un jardín rectangular renacentista usado para uso familiar y un patio con arcadas de columnas de mármol, realizado en torno a 1537 y su portada se considera una joya del Renacimiento. En una intervención pasada realizada por arqueólogos municipales, se descubrió una galería oculta realizada tras una reforma neoclásica en el siglo XIX de dos plantas.

Palacio de Orleans en Sanlúcar

Este edificio que fue el primero de estilo neomudéjar construido en España está prácticamente en ruinas, según alertaba este verano Hispania Nostra. Se trata de una arquitectura que es BIC, con aspecto de alcázar o fortaleza y que está considerada como uno de los mejores edificios civiles de la ciudad, pero que lleva abandonada a su suerte desde los años 90, arrastrando graves problemas de mantenimiento como desprendimientos en sus ostentosos techos.

Pese al toque de atención, el Ayuntamiento de Sanlúcar reivindicó en marzo la actuación y apuesta por esta joya del neomudéjar donde se encuentran parte de sus instalaciones.

Castillo de Vallehermoso en Olvera

El Castillo de Vallehermoso, también conocido como Castillo de Ayamonte o Castillo de Carasta se localiza entre las localidades gaditanas de Olvera y Almargen y entró en la lista en julio de 2021. Actualmente está en ruina y en estado de abandono. Presenta un deterioro generalizado tanto en los accesos como en los muros que sustentan la estructura de las torres y la muralla, y su situación estratégica en la cima de una roca caliza, sin elementos naturales de protección adyacentes, favorece un progresivo y constante desgaste causado por las inclemencias meteorológicas.

Ermita de Santa Ana en Medina Sidonia

La Ermita de Santa Ana es lo que se conoce como una ermita extramuros, situada a las afueras de la ciudad, en un entorno conocido como Hoyo de Santa Ana, que se caracteriza por ser rico en huertas, frutales y agua, próxima a la fuente de los Naranjos. Fue utilizada como lugar de culto por las personas que vivían en las huertas de la zona, no teniendo así que desplazarse al pueblo para oír misa.

En mayo de 2021 entró en la lista roja del patrimonio por su pésimo estado de conservación. La falta de mantenimiento ha hecho que el tejado se haya caído y que exista un deterioro importante de las fábricas de los muros. De la misma manera, los elementos muebles han ido desapareciendo por su saqueo y abandono, por lo que se encuentra en un estado de progresivo deterioro.