Rosario Martínez, reelegida presidenta de Bellas Artes
La Academia gaditana vuelve a depositar su confianza en la persona que ha regido la entidad durante los últimos cuatro años
Rosario Martínez será presidenta de la Real Academia Provincial de Bellas Artes durante otros cuatro años. Los miembros de la entidad gaditana celebraron ayer jornada electoral y decidieron por mayoría ratificar su confianza en la persona que ha regido la entidad desde enero de 2015.
La reelegida presidenta empezó a dirigir la Academia de Bellas Artes, entidad que cumple ahora 230 años desde su creación, al ser elegida en la junta extraordinaria celebrada el 15 de enero de 2015, tras la que sustituyó en el cargo a Javier de Navascués.
Ahora, con otros cuatro años por delante, Rosario Martínez se marca como principal reto “agilizar” las obras de reforma de la sede de la Academia, que comparte edificio con el Museo Provincial, aunque con entrada por el Callejón del Tinte. Se trata de una reforma que también afecta al Museo, que busca acabar con las filtraciones de agua y que se centra en la reparación de la cubierta del edificio.
Pero, como cuenta la presidenta Martínez, estas obras aún no han comenzado pese a que todos los enseres de la Academia tuvieron que ser retirados y trasladados a una dependencia del Museo. Rosario Martínez considera urgente la asignación presupuestaria para estas obras de forma que la Academia no vea paralizada sus actividades. Y en este punto centrará los primeros esfuerzos de su nuevo mandato, de manera que la Delegación Provincial de Cultura de la Junta de Andalucía acelere la reforma.
De hecho, la jornada electoral no se pudo celebrar ayer en el salón Madame Anselma de la Academia, sino que se desarrolló en la biblioteca del Museo Provincial que fue cedida para la reunión de la junta a la que estaban convocados los académicos de número.
Pendientes están los ingresos de los cuatro nuevos académicos elegidos en abril del año pasado: el crítico de arte Bernardo Palomo, el poeta José Ramón Ripoll, el director de corales Marcelino Díez y el arqueólogo Ángel Muñoz.
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