Y el Teatro Romano de Cádiz abrió, por fin, sus puertas
Visitas al yacimiento
Tras casi once meses cerrado, el centro de interpretación de la calle Mesón recibirá a los visitantes en pases para cuatro personas
El próximo lunes se reúnen en el yacimiento los arquitectos a los que se les ha adjudicado la redacción del proyecto de mejora del coliseo
Era uno de los pocos, si no el único, enclave cultural gaditano que permanecía cerrado desde el estado de alarma, pero desde este lunes el Teatro Romano de Cádiz vuelve a recibir visitas tras casi once meses a la sombra.
La delegada de Cultura y Patrimonio Histórico en Cádiz de la Junta de Andalucía, Mercedes Colombo, ha querido ser la primera en atravesar de nuevo las puertas del centro de interpretación de la calle Mesón acompañada por el coordinador del Teatro, Francisco Alarcón, y el secretario general de Cultura, Diego Herrera, para informar a los medios de comunicación de las novedades que sobrevuelan al coliseo de Balbo (y un poquito de Agripa, según los últimos descubrimientos revelados a finales del pasado año).
La principal para los usuarios son las nuevas condiciones para poder acceder al Centro de Interpretación Theatrum Balbi -cuyo recorrido termina en el yacimiento- debido a la emergencia sanitaria provocada por la Covid-19. Así, como ya adelantó este periódico, serán visitas previa reserva ( en el teléfono 677982945 de lunes a viernes de 10.00 a 16.00 horas) con un aforo muy reducido, apenas cuatro personas por pase, que se realizarán "más o menos cada hora teniendo en cuenta que el recorrido se hace en algo más de 45 minutos", ha precisado Alarcón.
"Realmente, es una oportunidad para ver el Teatro como nunca se ha visto. Es una visita privilegiada con estos pases tan reducidos de aforo", hacía virtud de flaqueza el coordinador, mientras que Colombo precisaba que la salida del recorrido por el Campo del Sur, otra de las grandes novedades de esta nueva etapa del enclave, se realizará "a partir del jueves" puesto que ha surgido un problema con la escalera que salva el desnivel, de unos 60 centímetros, entre el suelo del paseo y el último tramo del yacimiento.
Una escalera que, como explicaron Colombo y Alarcón, es actualmente de metal pero que será sustituida en estos días por una de madera, puesto que la que hoy se puede ver no cumple con la normativa de riesgos laborales pues su último escalón es de diferente medida al resto. "No ha sido problema nuestro. Nosotros mandamos las medidas bien pero la empresa suministradora nos trajo una equivocada y tras reclamarlo Paco (Alarcón) no sé cuántas veces ya, finalmente, la solución es esa escalera de madera, que era la idea primitiva, que estamos esperando pero que el jueves ya estará aquí", ha asegurado la delegada.
Al menos, este incidente no ha impedido que la joya de Gades abra de nuevo sus puertas al público aunque la frecuencia entre unas visitas y otras "estos días será más lento" que cuando se habilite la salida por el Campo del Sur porque "mientras que esté terminando un pase y las personas vayan en dirección al molinete -instalado en la verja que separa al Teatro Romano del Campo del Sur para tal fin- otro grupo podría acceder ya por la calle Mesón", baraja el coordinador del enclave.
Un molinete cuya instalación "no ha sido nada fácil, como todo lo que es hacer algún trabajo en lugares con valor patrimonial importante" reconocía la delegada, que también ha llamado la atención sobre la actividad interna que se ha llevado a cabo en el centro en estos once meses en los que, asegura, "se ha aprovechado bien el tiempo".
De esta forma, además de la colocación en diferentes partes del centro de interpretación de distintos expendedores de gel hidroalcohólico, se han llevado a cabo una serie de intervenciones, como la mejora de la iluminación y limpieza de los pozos, incompatibles con las visitas al centro. "Después de más de 400.000 visitas recibidas desde que abrimos -visitas en las que las personas circulan por encima de los pozos-sondeo que salpican el suelo del centro- los cristales de esos pozos habían perdido su nitidez así que se han sustituido por unos nuevos y, aprovechando esa operación, se ha pintado el encañado de los pozos, se han sustituido las luminarias que tienen en el fondo por otras luminarias que se adecúan mejor a las condiciones climáticas que hay en el fondo de los pozos, de tal manera que ralentiza en cierta manera la aparición de flora y níqueles en los restos arqueológicos. Además, se ha mejorado el sistema de extracción de aire de los pozos", ha enumerado el coordinador del Teatro Romano del siglo I a. n. e.
Adjudicada la redacción del proyecto de mejora
Otra de las buenas nuevas que se han dado a conocer durante la reapertura del Teatro Romano es que la redacción del proyecto de mejora del coliseo, cuyo proceso de adjudicación ha estado atascado desde julio de 2018, ha salido por fin del atolladero.
Así, este próximo lunes 15 de febrero los arquitectos adjudicatorios de esta tarea -una UTE en la que se han fusionado los estudios de Francisco Reina, que realizó el estudio previo, y Tomás Carranza y Javier Montero, que han realizado varias intervenciones en el Teatro y dirigieron las obras del centro de interpretación- se reunirán en el yacimiento para iniciar "ese importante proceso que se va a desarrollar en el Teatro con una primera inversión inicial de más de 1.600.000 euros", recordaba la delegada de Cultura.
Un proyecto cuya primera fase, ésta que se acometerá en primer término, enfrenta la adecuación y rehabilitación de la Posada del Mesón que pasará a formar parte del centro de interpretación Theatrum Balbi. Y para la que se proyectan distintos usos como "acoger dependencias administrativas" pues las actuales "son muy escasas", "un aulario para atender a visitas, hacer talleres con escolares y acoger conferencias" y en la plata superior "se había propuesto hacer una cafetería-mirador", detalla Francisco Alarcón que, junto a la delegada, no terminan de ver la creación de este espacio y reconocen que le tendrán que dar "una pensada".
Con todo, han precisado, "el proyecto se ha aprobado completo", incluida, una segunda fase en la que se contempla "la intervención en el graderío", actualmente en muy mal estado. Así, hay que recordar que son 454.000 euros, procedentes de los fondos ITI, los que se destinarán a llevar a cabo el proyecto cuya adjudicación se vio paralizada hace casi tres años cuando una de las cinco empresas que concurrieron al proceso presentó un recurso tras ser descartada en una primera criba.
Ante esta situación, en el Tribunal Administrativo de Recursos de la Junta de Andalucía se decidió suspender temporalmente el proceso de adjudicación del proyecto de redacción de Teatro Romano de Cádiz, como elemento de garantía y protección de la propia administración, que consideró tener en cuenta lo que la empresa demandó. Toda vez que el recurso se desestimó, la Consejería volvió a abrir el procedimiento y sacó de nuevo a licitación este proyecto que, como se ha informado, ya se ha adjudicado.
Eso sí, al ser el montante económico procedente de los fondos ITI el proyecto tendrá que estar terminado "antes de diciembre de 2022", ha apuntado la delegada que ha aprovechado para recordar que "hay varios proyectos culturales municipales que también dependen de estos fondos" y que, considera, necesitan "un empujón" para entrar en plazo. Si no se cumpliera este plazo, en unos proyectos y otros, habría que devolver el dinero.
A la espera del BIC
Uno de los flecos que quedan pendientes para encauzar definitivamente el destino del Teatro Romano de Cádiz es su declaración como Bien de Interés Cultural (BIC), “aprobada por el Parlamento de Andalucía”, como recordó Mercedes Colombo, en octubre de 2019.
“Es cierto que era un paso que no se había dado antes pero es que tampoco se necesitaba en el sentido de que el Teatro está en un entorno protegido y esta declaración no le va a dar más”, aseguró Colombo, secundada por el coordinador del Teatro Romano que recordó que el enclave “está muy protegido” porque “es parte de un entorno BIC, está dentro del Conjunto Histórico de Cádiz, que también es un entorno protegido, y está protegido por el PGOU como parte del patrimonio arqueológico emergente de la ciudad de Cádiz”.
Con todo, ambos reconocieron que “no está mal” y “no está de más” que sea nombrado BIC.
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