"Trotski no trató de hacer propaganda política con su libro"
José Esteban, autor del prólogo de esta edición, encuadra la obra en el género de los libros de viaje.
La edición que Reino de Cordelia ha publicado del libro de Lev Trotski Mis peripecias en España incluye el prólogo original que el político ruso escribió para su primera edición española, en 1929, pero también una primera introducción realizada por el escritor y editor José Esteban (Sigüenza, Guadalajara, 1936). Esteban, que atiende telefónicamente a este periódico, recuerda que Trotski aprovechó su bamboleante estancia en España para tomar unos apuntes -"a modo de divertimento", advierte el prologuista"- de todo aquello que observaba y que le iba llamando la atención, y que más de diez años después los recopiló para conformar un texto más cercano a los libros de viaje que a las obras de pensamiento político: "Trotski no trató de hacer propaganda política con su libro", resume Esteban.
Cuando Trotski, en 1916, llega a España tras ser expulsado de Francia y de Alemania, con la intención de ser deportado a América, aún no es muy conocido internacionalmente y, ni mucho menos, se había convertido en el referente mundial de un movimiento, el trotskismo, que llegó a tomar de su nombre su propia denominación.
Así, su estancia en España pasó públicamente inadvertida, aunque algunos significativos socialistas, como Daniel Anguinano, le acompañaron en distintos momentos y su simple presencia fue molesta para el entonces presidente del Gobierno, el conde de Romanones, quien, como explica Esteban, "trató de librarse de él".
Mientras tanto, Trotski, que sobrevive en el país con escasos recursos económicos, se limita a desplazarse de un lugar a otro según el destino que se le impone desde los círculos de poder, y va tomando "notas a la ligera" sobre lo que ve: costumbres, personajes, periódicos, ocio, ciudades... Aunque no realiza incursiones políticas constantes ni significativas, José Esteban aclara que Trotski es "un político, y habla de política, pero no trata de hacer propaganda con su libro. Él, eso sí, considera a España un país políticamente atrasado". Además, políglota como era, se queja en el prólogo que él mismo escribió para aquella primera edición traducida por Andrés Nin, de que no se le diera tiempo de "aprender la lengua de Cervantes".
Político, pero con indudable vocación literaria, Trotski demuestra en esta obra, que Esteban encuadra en el género de los libros de viaje, poseer un lenguaje sencillo, directo, pero poderoso, hasta construir un libro atractivo y muy agradable de leer, en el que para los gaditanos se suma el interés de descubrir qué pensaba Trotski de la ciudad y sus habitantes en aquel primer tercio del siglo XX.
El escritor José Esteban estará además esta misma semana en Cádiz, el miércoles, para presentar la reedición de una de sus novelas más celebradas, El himno de Riego, un texto que Esteban publicó en 1986 con Argos Vergara, la editorial dirigida por Carlos Barral, que posteriormente reeditó con Mondadori y que ahora, a la luz del Bicentenario de la Constitución, vuelve a las librerías de la mano de Reino de Cordelia.
Esteban, que afirma que aquella obra fue el inicio de la novela histórica en España, explica que el libro, escrito en primera persona, relata las reflexiones de Rafael Riego cuando, a las puertas de su ajusticiamiento, recuerda su lucha por el liberalismo y su apuesta por la Constitución de 1812 que logró reinstaurar durante el trieno liberal.
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