Vetusta Morla arrasa en un No Sin Música 2023 de claroscuros
Música
La M.O.D.A, La Casa Azul y La La Love You, los otros grandes triunfadores en un cartel con menos artistas que otras ediciones
Guille Milkyway: "En Cádiz hay como una sensación de libertad y respeto que no tienen en otras ciudades"
Roberto Amor (La La Love You): "Queremos que nuestros conciertos sean una fiesta"
Un ritual de música que acabó en un eco interminable de gargantas desafiando a sus capacidades. Era ya la madrugada del domingo 23 de julio, de elecciones generales, cuando Pucho de Vetusta Morla llevaba al éxtasis final al muelle de Cádiz. El No Sin Música cerró una de sus ediciones más discutidas salvando la crítica gracias al incontestable poder musical del grupo madrileño. Los de Tres Cantos no defraudaron a su condición de cabezas de cartel, demostraron por qué son los más venerados del indie nacional con un concierto enérgico, con sorpresas y a la altura de las expectativas depositadas en ellos.
Sidecars salvó una apertura de festival sin empuje
La novena edición del único festival puramente indie de la provincia comenzó con muchas dudas por un cartel considerado incompleto. El jueves, solo actuaron tres artistas. De hecho, la asistencia acusó esta circunstancia. David Palomar tuvo la siempre complicada tarea de abrir festival. El cantaor flamenco gaditano tenía ganas de una cita como aquella y aceptó el reto de enganchar a un público que estaba por allí como de paso. Un hecho que se corroboró más todavía con la actuación de 30s4050s, un experimento musical comandado por David Otero (ex del Canto del Loco), Bely Basarte y Tato Latorre. En ningún momento lograron conectar, los coros no vinieron ni con una cover de 'Zapatillas'. Ellos mismos presumieron de haber compuesto 12 canciones muy rápido y echarse a la carretera a probar. De momento, al menos en Cádiz, esas no convencieron mucho.
Para cerrar un primer día extraño, la banda de pop rock madrileño Sidecars salió al rescate a las 00.30 horas del ya viernes con un repertorio muy afinado y acertado. Juancho y los suyos apelaron a tiempos mejores para esta banda, viajando por todos sus éxitos. Evitaron perderse en exceso en novedades que desentonaran con la difícil hora de la actuación y obtuvieron el premio de la entrega del respetable.
La M.O.D.A y La Casa Azul se hacen fuertes en la intensidad
En la segunda jornada, el nivel general creció notablemente. Uno de los nombres más esperados era Dani Fernández. El manchego se sabe respaldado y se plantó en Cádiz conocedor de su actual estado de gracia. Su voz rasgada, que incluso a veces parece cerca de perderse, contentó a sus fans. Como es habitual, versionó 'Supersubmarina', tema del icónico grupo indie de mismo nombre cuya carrera se vio truncada por un desgraciado accidente de tráfico que aún deja secuelas físicas en muchos de ellos. Una cover mejorable que, al menos, sirvió para la nostalgia.
El termómetro de la complicidad subió sobremanera cuando siete burgaleses en camisetas de tirantes entraron en juego a eso de las 22.30 horas. Con un folk rock catártico, las primeras gotas de sudor circularon por un público entregado al rítmico y profundo repertorio de La M.O.D.A. Su puesta en escena es simple pero no necesitan más. Uno de los momentos culminantes de esta actuación fue con 'Hay un Fuego'. Una de sus composiciones más lentas y profundas donde más luce el vocalista David Ruiz y que este eligió para bajarse del escenario junto con Álvar de Pablo al saxofón.
Los otros grandes triunfadores de la segunda jornada fueron los barceloneses de La Casa Azul. Un viaje musical hacia un universo de fantasía lumínica donde las emociones están a flor de piel. Toda una montaña rusa, un festival de euforia y obnubilación a partes iguales que acaba en fiesta, en revolución del amor. Guille Milkyway conquistó el muelle ciudad con unas letras comprometidas con la libertad en todos los sentidos, lo que causó un efecto contagio ideal para dejarse llevar. Sin duda, uno de los aciertos del cartel.
La noche en la que Vetusta Morla hizo llorar a Cádiz
El último día del festival tuvo un nombre propio brillando por encima del resto: Vetusta Morla. Su fama consolidada no evita que siga sorprendiendo el nivel que exhiben. Los madrileños salieron al máximo nivel, tomándose el No Sin Música 2023 como una gran cita.
Antes de alcanzar el mejor momento de los tres días, We Are Not Dj's cumplieron la difícil papeleta de actuar a una hora tan temprana, a las 20.45 horas, para un dúo de electrónica. Pese a ello, hicieron que el suelo temblara, calentaron a los miles presentes para una gran noche de música.
Después, Morgan cumplió con su papel de traer la calma antes de la tempestad con un directo muy cuidado y trabajado. Al fin y al cabo, tienen a una de las mejores voces del panorama nacional, Nina de Juan, y una banda de un nivel instrumental majestuoso. La vocalista rehúye protagonizar la escena, se acorrala a un margen y desde ahí proyecta una voz que marca. Igualmente, su canto sobrecogedor hace inevitable que los focos estén en ella. El silencio se hizo para escucharla implorar una cura al viento y al tiempo con 'Sargento de Hierro'.
Cuando la luces Morgan se apagaron había división sobre qué hacer. Unos, se quedaron inmóviles en su sitio, dispuestos a esperar los 45 minutos que faltaban para Vetusta Morla. Otros, dieron una oportunidad a Chica Sobresalto. La espera terminó un poco más tarde de las 00.30 horas. La llamada fue un mix de frases del disco 'Cable a Tierra' para dar tiempo a la entrada a los componentes de Vetusta Morla. Los más rezagados corrían desde el fondo del recinto mientras 'No Seré Yo', de potentes riff, daba paso al ritual vetusto. El No Sin Música entraba algo más de hora y cuarto en su punto álgido.
Vetusta Morla es sabedor que tiene en sus manos demasiados himnos, que no pueden pasar por todos, así que tuvieron que elegir. Y decidieron soltar casi seguidos los más lacrimógenos, con un resultado obvio: 'Maldita Dulzura', 'Copenhague' y '23 de junio'. Eso sí, tuvieron el detalle de intercalar, de separarlas con un tema de por medio, para dar tiempo al cambio de pañuelo. Toda una ola de manos al aire cantó sin cesar durante minutos.
Después de eso, paso a la energía, con un trío de canciones infalibles para saltar y cantar hasta el fin: 'Te lo Digo a Ti', 'Sálvese Quien Pueda' y 'Valiente'. Otro detalle a destacar fue la recuperación de canciones de otros discos que el grupo no toca con tanta asiduidad, algo que siempre es de agradecer: 'La Mosca en Tu Pared' y 'La Cuadratura del Círculo'. Cuando todo parecía acabado, que el final era inevitable, llegó la sorpresa final. Vetusta Morla se guardó un as en la manga con su perfecta canción, con 'Los Días Raros'. Nina de Juan de Morgan junto a dos de sus componentes, David Chuches y Ekaine Elorza, irrumpieron en el consejo de sabios. El dúo formado por Pucho y Nina conquistó, condujo a un delirio definitivo a las 26.000 voces que coreaban los ecos hasta la eternidad.
Y ya solo quedaba el final, mientras aún se estaba asumiendo el concierto de Vetusta Morla. Entonces, La La Love You reclamó lo suyo, el último esfuerzo de la gente. A cambio, una fiesta por todo lo alto. Posiblemente, la mayor de todas las vistas en esta edición, con una pelota gigante incluida que hizo elevar la diversión. Este grupo de amigos de Parla sí que está en forma, lo saben. No se anduvieron con rodeos y dieron al No Sin Música un cierre digno con canciones cargadas de humor, de buen rollo, de vídeos con memes y algo de cachondeo por parte de un Roberto Amor (vocalista) con muchas ganas de guasa con los espectadores. Cuando llegó 'El Fin del Mundo' poca gente quiso asumir que todo se había acabado, irse a casa no era una opción.
Aspectos a mejorar para la edición de No Sin Música 2024
A pesar de las dudas suscitadas en las horas previas por un cartel no tan fuerte como otros años, el festival concluye con un aprobado y consigue salvar los muebles. Para 2024, cumple su décimo aniversario y se espera un esfuerzo mayor. Una de las grandes bazas de este festival de cortas distancias es su comodidad y que no está demasiado masificado, exceptuando algún concierto de un cabeza de cartel. Aún así, para 2024 tendrán que ir más allá. En esta edición, se echó en falta alguna apuesta internacional.
El escenario B, el de los emergentes, tuvo momentos de brillantez con Jordana B, Morreo, Chica Sobresalto y The Electric Alley. Sin embargo, se echa en falta dotar a este espacio de nombres que eleven el nivel musical.
Otra de las cuestiones que ha sido motivo de controversia ha sido el de los horarios. Principalmente, con los cierres del viernes y del sábado. La apuesta del último día salió bien con La La Love You, a costa de sacrificar un espacio ideal para We Are Not Dj's. Sin embargo, el viernes no convenció que Niña Polaca se encargara de dar las buenas noches. Por último, también se comentaron los costes de las consumiciones y el tamaño de las mismas. La asistencia al festival es un esfuerzo económico que se complica más con los precios de los refrescos y la comida.
En cualquier caso, los 26.000 fans que estuvieron en el muelle ciudad vibraron con momentos únicos. En 2024, el afán es un cartel histórico a la altura de un festival que hace ya tiempo que tiene personalidad propia. Lo vital es que no la pierda.
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