La acción del South toma las calles y plazas de Cádiz

Cádiz/La primera edición del Festival de Series South de Cádiz se ha marcado como uno de sus objetivos principales la conexión del certamen con el público, con los gaditanos. Se trata, de hecho, de un festival destinado al espectador doméstico, a aquel acostumbrado a seguir una serie desde el sofá de su casa. Y este acercamiento al público se quiere llevar a cabo en varias líneas de actuación: como espectador de una serie que podrá ver ahora en pantalla grande y con más gente alrededor; como admirador de actores y actrices a los que puede conocer en los posados de La Caleta, la alfombra roja del Palacio de Congresos o los debates y presentaciones abiertos al público y, también, participando del programa de actividades paralelas que ha organizado el Ayuntamiento de Cádiz y que tiene como escenario principal las calles y plazas de Cádiz. Es el caso, por ejemplo, de la acción callejera titulada 'Siente el cine', que esta mañana se ha realizado en la glorieta Ana Orantes y que pretende acercar a la ciudadanía todo lo que se cuece en el proceso de un rodaje cinematográfico.

Los cineastas gaditanos Nacho Sacaluga y Rocío Sepúlveda son, junto a un equipo también gaditano, los artífices de esta 'perfomance' callejera que toma cuerpo en el marco del South y que esta mañana ha reunido a algo más de medio centenar de personas en un rincón de esta glorieta de Cádiz, una zona la de Puertatierra a la que también quiere llegar un festival que ha instalado allí una pantalla gigante en la que se informa de la programación de la cita y donde se proyectan vídeos promocionales de las cinco secciones en las que se divide el South.

"Es una acción de participación ciudadana -explican ambos cineastas- que lo que pretende básicamente es acercar las distintas categorías profesionales y el trabajo del proceso fílmico a la ciudadanía, que entiendan qué se esconde o que hay detrás de un director de fotografía, de una productora, de una directora. Es la simulación de un rodaje básico. Para generar un atractivo callejero y que la gente se pueda acercar y pueda forma parte del rodaje".

Explican también que esta acción pretende ir más allá de la glamurosa alfombra roja del festival, más allá de la presencia de actores y actrices populares, a través de una historia ya guionizada pero en la que también tiene cabida la improvisación como se ha demostrado en la experiencia de esta mañana en la capital gaditana. La idea es mostrar el trabajo de un rodaje "muy básico", de manera participativa y simulando el rodaje de una corta escena de cualquier película o serie.

Así, en una esquinita de la plaza, en una zona acotada con una simple cinta, se reúne el equipo básico de cualquier rodaje: producción, cámara, maquillaje y peluquería, fotografía, sonido, actores y dirección. Se trata de rodar una escena en la que una pareja divorciada se reencuentra tras su separación y se toman una copa de vino, bueno siete según explicaron, dándose cuenta de que se llevan mejor ahora, que están divorciados, que cuando vivían en pareja. "Cómo la vida misma", dijo alguien que debió sentirse aludido entre el público...

Hasta tres tomas de la misma secuencia se graban en esta 'perfomance' en la que el personaje del director se encarga de mantener la tensión de la escena con continuos diálogos con el público y con su equipo. Como cuando cortan una toma porque la pértiga de sonido se ha metido en el plano de los actores o cuando, en un alarde de improvisación, echa mano de dos niñas cuando la escena tiene como protagonistas al público que asiste a la actividad. "Vamos a darle un punto de terror; las niñas se ponen detrás de la pareja de actores como si fueran las de 'El resplandor'...". El grito de susto de las pequeñas al final de la escena despierta la hilaridad del público y del propio equipo de cineastas.

Una manera divertida y didáctica, en definitiva, de acercar la trastienda más básica del cine a los ciudadanos. Una forma de explicar el papel que juegan el productor, el cámara, el director de fotografía, el equipo de maquillaje y peluquería, el de sonido y, por supuesto, el director y los actores. O el papel que juega la claqueta, cuyo sonido antes de la orden de ¡acción! del director sirve al montador de la película para saber cuándo hay que sincronizar la imagen y el sonido.

Y todo, como explican Nacho Sacaluga y Rocío Sepúlveda, hecho desde Cádiz: "Somos todos de Cádiz. Hay mucha industria cinematográfica en Cádiz, tanto en ficción como en no ficción, en series, en largos, cortos... Hay más industria de la que parece, pero es que la industria del cine está como soterrada. Lo que se ve es el producto, pero no la industria".