Del amor en tiempos apocalípticos

Cómics

Un mundo letal, dos desconocidos, peligros por doquier y un sentimiento irrefrenable

Detalle de la portada del cómic.
Detalle de la portada del cómic.
José Luis Vidal

16 de marzo 2025 - 08:00

Maceo era un chico que poseía una gran imaginación e inventiva. De sus manos habían surgido mil y un artilugios que le hacían la vida más fácil y, sobre todo, mucho más divertida. Vivía en una torre altísima, que se erguía en medio de la desolación de un mundo en el que el peligro y la muerte te esperaban, letales, en el momento que menos lo esperabas.

El edificio contenía docenas de estancias, cada una dedicada a una actividad muy concreta, como la piscina de libros, el salón del río, el taller de inventar o el peculiar zoológico de ascensores. Lugares donde Maceo pasaba la mayor parte del día.

Aunque había uno de estos cuartos, concretamente un dormitorio, en el que le estaba totalmente prohibido pasar. Y era el que ocupaban sus padres, silenciosos progenitores a los que, sentado en el pasillo, les contaba sus problemas y deseos.

Este remedo de vida podría haber seguido así hasta el final de sus días.

Pero entonces lo inesperado sucedió, y en la lejanía apareció alguien que remaba con no poca dificultad en una barca de madera. La inoportuna ‘intervención’ de un escorpión mutado hizo que las cosas se aceleraran, y el enmascarado desconocido arribó junto a la alta torre donde vivía Maceo.

Cuál fue su sorpresa al averiguar que tras la máscara se escondía una chica, Ezmeralda, a la que no le gustaba nada que la llamaran así, sino Mazzy.

La relación no va a empezar de la mejor manera, ya que este peligroso mundo ha convertido a la muchacha en una superviviente, muy desconfiada y solitaria, por lo que sus planes de seguir viajando sin compañía van a verse truncados desde el mismo momento en el que conozca al joven inventor.

Y justo ahí se va a iniciar un periplo lleno de dificultades, sobre todo debido a la inexperiencia de Maceo, que nunca ha pisado el terreno fuera de su protegido rascacielos. Menos mal que, dentro de lo malo, el chico es capaz de crear aparatos que le harán el camino algo más llevadero, como ese televisor en el que pueden ver antiguas series de dibujos animados.

Lo malo de todo el asunto es que ellos no son los únicos habitantes humanos de este mundo tan letal, y un grupo de ellos, comandado por una inflexible mujer, la jefaza Maw, líder de los Guardas de las Tierras Baldías que, como ya conoceremos a través de un flashback, han tenido mucho que ver con Mezzy y, sobre todo, con su huida hacia delante, en busca de un lugar idílico, un sueño que tal vez se torne en pesadilla.

Y es que ella, cuando escapó, se llevó consigo algo, un objeto muy importante para los guardas, y quieren recuperarlo, cueste lo que cueste.

Pero, a pesar de todo lo anterior, un sentimiento nacerá en el corazón de esta inusual pareja, algo totalmente arrollador que, con el paso del tiempo, como podremos apreciar en el epílogo de varios de los capítulos, se va a convertir en aparentemente lo opuesto al amor.

Esta original propuesta argumental nació del talento de uno los guionistas más interesantes de los últimos años, Jason Aaron, que es capaz de moverse con igual ingenio ya sea dentro de universos superheroicos o con creaciones propias, como es el caso.

En esta historia nos ofrece una mezcla de inocencia, sentimientos, enfrentados a la crueldad de un mundo post apocalíptico, donde la supervivencia y las ansias de dominación han trastornado completamente a alguno de sus habitantes.

Y en este viaje creativo tan original se hace acompañar por dos dibujantes que nos van a mostrar el presente del lugar y lo que ocurre muchos años después. Ellos son Alexandre Tefenkgi, que se ocupa de la historia principal, llevando a las viñetas las peripecias de esta inusual pareja, y Nick Dragotta (artista del que todos hablan en estos días, ya que es el ilustrador de la exitosa nueva serie Absolute Batman), que nos transporta a un futuro aún más peligroso si cabe, con un Maceo casi irreconocible, que se encuentra en medio de una situación bastante peliaguda…

Completando el staff artístico, un portadista de verdadero lujo, que siempre destaca en sus obras por las originales propuestas que regala a los lectores, se trata de Mike del Mundo.

Además, rizando el rizo, y como extra en este primer volumen de Erase una vez en el fin del mundo publicado por Planeta Cómic, vamos a poder ser testigos en primera fila de cómo Tefenkgi plasma en las viñetas el guion de Aaron, hecho este que pienso es siempre interesante y enriquecedor para entender su labor creativa.

Pues bien, dicho esto, preparad vuestra mochila y petate, tened mucho cuidado donde pisáis y, sin mirar atrás, comenzad el viaje por este proceloso mundo junto a Mazzy y Maceo.

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