Cómics
Los chicos de la 619
Negro sobre negro
Cuatro años sin Harry Hole es mucho tiempo. Bien es verdad que durante la espera Jo Nesbø nos ha ido regalando píldoras de buena novela negra con las que calmar nuestro síndrome de abstinencia (Sangre en la nieve, Sol de sangre, El reino o El hombre celoso), pero no es lo mismo. Desde que en 2019 publicara ‘Cuchillo’, el icónico inspector de la Policía de Oslo no había vuelto a aparecer en un libro. Ylo añorábamos. En una rueda de prensa virtual a la que asistimos con motivo de la presentación en España de ‘El reino’, Nesbø dejó en el aire si retomaría una serie que ha vendido más de 50 millones de libros en todo el mundo desde que arrancara con ‘El murciélago’ (1997). Hace unos días, en una entrevista, reconoció que con esta última entrega “nos acercamos más al final de Harry Hole”.
Y es que Hole se ha ganado por derecho propio ser un fijo en las listas de los sabuesos contemporáneos más atractivos. Su personalidad, su magnetismo, sus flaquezas y debilidades, sus relaciones complicadas, lo hacen irresistible para los lectores.
Lo único que podemos decir de esta última entrega, que lleva por título Eclipse (Roja y Negra), es que la espera ha merecido la pena. Porque es si cabe más dura, más brutal, más intrigante, y nos muestra a un Harry Hole soberbio en su desolación.
En esta ocasión encontramos a nuestro protagonista lejos de su hábitat natural, en Los Ángeles, adonde se ha mudado después de perder todo lo que daba sentido a su vida en Noruega. Allí lo rescata de su deriva alcohólica Lucille, una veterana actriz de cine que, a cambio de su protección, le ofrece un techo, un traje a medida y unos zapatos de lujo.
Mientras, en Oslo, ha aparecido muerta una chica a la que buscaban hacía días, después de acudir a una fiesta organizada por Markus Røed, un magnate inmobiliario que era su sugar daddy. Otra joven relacionada con él sigue en paradero desconocido, por lo que la policía estrecha el cerco sobre el millonario. También les inquieta un detalle inusual en la cabeza de la primera víctima: parece la firma de alguien que desea volver a matar.
Dispuesto a limpiar su nombre, Røed envía a un emisario para contratar a Hole como investigador privado. Es tan suculenta la recompensa que con ella Harry podrá ayudar a Lucille a librarse de una peligrosa banda mexicana. Sin embargo, solo tendrá diez días para volver a su país y resolver el caso. El reloj avanza y algo ominoso, infeccioso como un parásito, flota en el ambiente: se acerca un eclipse de luna que pronto bañará de rojo la ciudad de Oslo.
Harry Hole, que ya ha coqueteado en más de una ocasión con la debacle personal más absoluta y que nunca ha superado un accidente que acabó por costarle la vida a un compañero, se presenta en Eclipse casi en estado terminal. Aun así, consigue conquistarnos de nuevo.
La Serie Negra de RBA, que cuenta con un magnífico catálogo, está apostando en los últimos tiempos por novela policíaca española. Así hemos descubiertos títulos espléndidos, como Mala mar, de Javier Rovira. Ahora llega otro que nos ha parecido muy interesante: El túnel de Oliva, del madrileño Jorge Sánchez López, que logró colarse entre las novelas finalistas del Premio Planeta de 2021.
La novela se desarrolla a finales de los años 90 en la zona sur de Madrid. Oliva celebra su decimonoveno cumpleaños en una discoteca cerca de un polígono industrial. Allí están sus mejores amigas, Rebeca y Desi, y también su novio Manuel, un joven y prometedor policía que ha podido escaparse del turno de noche. Después de la fiesta, la pareja se marcha y, antes de volver a casa, descubre entre unos arbustos el cadáver de Raúl, el novio de Rebeca, un taxista que ocasionalmente hacía de camello. Todas las promesas de futuro que apenas hace unas horas planeaban sobre el grupo de Oliva se desmoronan. Al día siguiente la policía comienza una investigación de un crimen en el que probablemente la víctima conocía a su verdugo.
Estamos ante una obra bien cosida y en la que, como mandan los cánones, nada es lo que parece.
Aunque las magníficas novelas de Jo Nesbø no han tenido mucha suerte en sus adaptaciones televisivas, en este caso sí que Headhunters, aunque no pertenece a la serie de Harry Hole, sí que nos pareció muy interesante. La película, rodada en 2011 y dirigida por el noruego Morten Tyldum, cuenta la historia de Roger, un prestigioso cazatalentos noruego que vive en una hermosa casa de campo con su esposa Diana, la bella propietaria de una galería de arte. Roger vive por encima de sus posibilidades porque en realidad se dedica a robar obras de arte. En la inauguración de una galería, su esposa le presenta a Clas Greve, que, además de ser el candidato perfecto para el cargo de director general de la compañía de Roger, es propietario de una pintura muy valiosa. Roger ve que le ha llegado la oportunidad de alcanzar definitivamente la independencia económica y empieza a planear el robo del cuadro. Puede verse en Netflix, HBO, Amazon y Filmin.
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