El arte del mosaico romano en el Museo
Este elemento decorativo para espacios arquitectónicos se extendió en toda Roma, tanto en lugares domésticos como públicos En la pinacoteca destacan tres de diferente tipología
EL arte del mosaico era tan común en el mundo romano que llegó a existir una auténtica industria en torno a él. Incluso se estipuló su valía.
Era habitual que casi todas las casas dispusieran de este motivo decorativo, que usaban a modo de pavimento, fundamentalmente, aunque en sus orígenes, en época helenística, servía para adornar la pared. Fue éste el antecedente más próximo al mosaico romano, "con un centro de producción muy importante en Alejandría", comenta de esta especialidad el director del Museo de Cádiz, Juan Alonso de la Sierra. Concretamente se usaban de suelo en espacios interiores o fuentes, tanto en el ámbito privado como el público.
Son varios los referentes que atesora la pinacoteca, y de diferente tipología. Figuran entre ellos el de los tritones que fue localizado en una villa de Paterna; el que representa el triunfo de Apolo sobre Marsias, localizado en la calle San Roque, junto a las Puertas de Tierra; y el de Baco que fue encontrado en Puerto Real.
El de Apolo y Marsias es de tipo emblema, de origen helenístico y se realizó sobre un soporte que permitiera su transporte. "Este tipo de mosaico solía usarse en el centro de las habitaciones, y fue uno de los instrumentos más importantes para su difusión en el ámbito romano", explica.
Asevera el director del Museo que los artesanos solían copiar pinturas de autores famosos, que generalmente son de temas mitológicos, como es este caso, pues la obra recoge el duelo musical entre Apolo y Marsias, en el momento en que la divinidad se sienta para contemplar el castigo de muerte del osado Marsias. Una obra conformada por teselas polícromas y que se encontró conservado en su totalidad, a excepción de ángulo superior izquierdo.
El mosaico de tritones es de tipo bícromo, en blanco y negro, muy usado en las representaciones geométricas, "pero también en figuras humanas y de animales". De este mosaico se conservan tres paños, en los que se representan la figura mitológica de Tritón con el torso de hombre desnudo, la cola de pez y coronado con corales y plantas marinas.
El de Baco es de tipología polícromo, "que son los más complejos y ricos, al permitir resultados de mayor calidad y próximos a la pintura". Formaba parte de la decoración de una sala noble de la villa romana.
Y es que algunos mosaicos "alcanzan una calidad extraordinaria, con teselas muy pequeñas, de pocos milímetros". Todo un arte que prosiguió siglos después adornando muros y bóvedas en época paleocristiana y bizantina. El arte del mosaico.
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