Buena adaptación del inagotable universo de Stephen King

THE MONKEY | CRÍTICA

Fotograma del filme 'The Monkey' dirigido por Osgood Perkins.
Fotograma del filme 'The Monkey' dirigido por Osgood Perkins. / D. S.

La ficha

**** 'The Monkey'. Terror, Estados Unidos, 2025, 95 min. Dirección y guion: Osgood Perkins. Historia: Stephen King. Música: Edo Van Breemen. Fotografía: Nico Aguilar. Intérpretes: Theo James, Tatiana Maslany, Christian Convery, Colin O'Brien, Elijah Wood, Osgood Perkins, Sarah Levy, Rohan Campell.

Incombustible, inagotable Stephen King. En las librerías y en las pantallas. Rarísimo cruce entre el escalofrío de Poe y la fecundidad industrial de Dumas. El relato breve The Monkey se publicó por primera vez en 1980 en una revista y en formato de libro en 1985, en la antología Skeleton Crew. En España apareció en cuatro distintas recopilaciones de relatos breves entre 1986 y 2004: La niebla, La expedición, Historias fantásticas y Dos historias para no dormir. Por lo tanto cuando se publicó por primera vez este relato en 1980 hacía seis años que el fenómeno King había estallado en las librerías con la publicación de Carrie -solo entre 1974 y 1980 publicó ocho novelas- y cuatro que había estallado en las pantallas con Carrie de De Palma, a la que el mismo año de la publicación de The Monkey seguiría El resplandor de Kubrick. Desde entonces sus novelas han sido llevadas más de 60 veces a la pantalla, sin contar las series y miniseries televisivas. Asombroso.

Escritor de estilo tan tosco como funcional, tiene la capacidad de ser un narrador puro que en casi todos los casos engancha de la primera a la última página. De ahí que se adapten con tanta facilidad al cine como un material narrativo de primera clase que en manos de grandes o buenos directores -De Palma, Kubrick, Cronemberg, Carpenter, Reiner, Darabont, Hackford o Kasdan: el tipo ha tenido suerte- da excelentes o buenos resultados. En este caso lo dirige Osgood Perkins, hijo de Tony Perkins, que empezó su carrera como actor con mal pie interpretando el papel de su padre adolescente en Psicosis II: el regreso de Norman (Franlin, 1984), lo que hacía presagiar el síndrome del hijo de famoso devorado por la fama de su padre, aunque tras una década de retiro la enderezó al interpretar Seis grados de separación (Schepisi, 1993) y Lobo (Nichols, 1994), iniciando una carrera como buen secundario hasta pasarse a la dirección con las interesantes La enviada del mal (2015) y Soy la bonita criatura que vive en esta casa (2016), alcanzando su mejor nivel con Gretel y Hansel: un oscuro cuento de hadas (2020), Longlegs (2024) y esta adaptación de The Monkey que puede figurar entre las más interesantes que se han hecho de King.

Lo es porque Perkins ha optado por personalizar el relato, respetando sus puntos fuertes -sobre todo el del juguete diabólico, tan de King y a la vez tan de la tradición de los cuentos de miedo y los relatos de terror- pero dándole un malvado aire juguetón, al límite, a veces transgredido, del humor negrísimo e incluso de lo grotesco por un lado y del gore por otro. Hay una cierta elegancia formal y un distanciamiento irónico que lo libra del trazo grueso. Y hay un fondo de pesimismo e incluso de desesperación que le da una cierta autenticidad emocional. Lo que no le impide recurrir, como el público espera, a un largo catálogo de muertes producidas por las más sorprendentes e incluso extravagantes causas.

Es muy de King, a la vez que de la filmografía de Osgood Perkins como guionista y director, la representación insana de las relaciones afectivas, familiares o no, que actúan como imán del horror, interactuando con las presencias terroríficas que encarnan el mal e incluso convocándolas o provocándolas. Ser hijo del atormentado Anthony Perkins debe ayudar, digo yo. Y también serlo, en otro sentido trágico, de Berry Berenson, la actriz hermana de Marisa Berenson que tuvo la desgracia de coger el vuelo 11 de American Airlines el 11 de septiembre de 2001. En este caso está la relación entre los gemelos protagonistas, la de ambos con su madre y la de uno de ellos con su hijo (porque la película abarca un largo lapso de tiempo), como focos infecciosos que facilitan al mono de juguete su siniestra labor.

Buenas interpretaciones de Theo James, Tatiana Maslany, Sarah Levy y los muy jóvenes Christian Convery y Colin O´Brien, con cameos de Elijah Wood y el propio Osgoog Perkins. Interesante, desinhibida y personal aproximación al universo King.   

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