“Este concierto es como una travesía por la memoria”
Samuel Diz | Concertista
El guitarrista gallego, junto al tenor Jonatan Alvarado, trae hoy al Festival de Música Española de Cádiz un programa en torno al exilio republicano español
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La Casa de Iberoamérica acoge hoy, a las 12.00 horas, el primer concierto del programa dominical del Festival de Música Española de Cádiz Manuel de Falla. ‘Memoria de la melancolía’ es el título de la propuesta del concertista gallego Samuel Diz y del tenor argentino Jonatan Alvarado, un espectáculo que se subtitula ‘Constelaciones musicales del exilio republicano español en torno a María Teresa león y Manuel de Falla’ y que ofrece en su amplio programa piezas más que atractivas que el músico explica en esta entrevista. La entrada al concierto es gratuita.
–¿Cómo es el espectáculo que presenta hoy en el festival junto al tenor Jonatan Alvarado? Por el programa y el título se adivina amplio y ambicioso.
–Es un concierto de guitarra clásica y voz. Se van intercalando, hay unas partes de guitarra solo y después con voz. Son esas ‘constelaciones’ en torno a María Teresa León y su libro ‘Memoria de la melancolía’, sus memorias, que es el título de un disco mío de 2020. En ese trabajo se planteó la relación de María Teresa León con la música, una perspectiva inédita. En esa ‘constelación’ humana en torno a ella, y para este concierto, sumamos también la figura de Falla por el festival.
Comenzamos el concierto con Rosita García Ascot, que fue discípula de Falla y era pianista y compositora. Y después Robert Gerhard, que era otro compositor de origen catalán que se exilió en Inglaterra en 1939.
Uno de los platos fuertes de este concierto, que es una nueva línea en la que estamos trabajando Jonatan y yo, es el cancionero de Gustavo Durán. También un nombre propio del exilio con una relación muy estrecha con María Teresa León: hay cartas entre ellos y en sus memorias cita a Gustavo Durán. Durante su exilio, desde Estados Unidos hasta Sudamérica para acabar falleciendo en Grecia, no se dedicó a la música, sino que fue diplomático de Naciones Unidas y, de forma digamos que doméstica, continuó con su inquietud musical. En el exilio escribió tres cancioneros cuyos manuscritos se conservan en la Residencia de Estudiantes de Madrid, y estamos ahora mismo recuperando ese cancionero. Al mismo tiempo, en este proyecto estamos recuperando el testimonio de sus hijas, que recuerdan muchas de esas canciones. Especialmente su hija pequeña, Lucy, que es profesora de música y va a estar en Cádiz.
–Curiosa historia la de Durán.
–Sobre él hay diferentes biografías para personas con un interés o inquietud por el tema de la Edad de Plata y el exilio. Gustavo Durán es un personaje muy poliédrico que toca muchos palos. Y es un personaje de novela en sí mismo. Él inspira a personajes de diferentes novelas sobre la guerra civil, como Hemingway y ‘¿Por quién doblan las campanas?’, donde es uno de los personajes. Es un ser muy especial. En el festival vamos a presentar un conjunto de tres piezas suyas que todavía no hemos tocado en público. Vamos recuperando el cancionero de forma progresiva y en cada concierto vamos mostrando nuevos materiales.
–De Manuel de Falla ofrecerán su ‘Homenaje a Debussy’.
–Falla es una pieza imprescindible en todo este puzzle y fue uno de los principales maestros y guías de toda la nueva generación. Para muchos, Manuel de Falla fue esa mentoría y ese magisterio.
Y hay un detalle muy bonito, que a veces se pasa por alto pero que es muy simbólico: hace cien años, en el verano de 1923, García Lorca escribió una carta a Falla en la que le decía que estaba intentando tocar su ‘Homenaje a Debussy’ con su guitarra. Y justamente con esa guitarra se hará el concierto. Son detalles pequeñitos pero que me hacen mucha ilusión en esta revisión de la historia y de la memoria.
–En el concierto utiliza una réplica de aquella guitarra.
–Sí, la que va al concierto es la réplica. Sí hemos hecho la recuperación sonora del instrumento original que está en Granada, en la Huerta de San Vicente, y hemos hecho una réplica para que sea fácil poder mostrar ese instrumento en cualquier lugar del mundo. Viajar con el instrumento original es muy complejo, como cualquier obra de arte.
–Se intuye que el concierto tendrá que incluir alguna parte didáctica, que Samuel Diz irá explicando a los espectadores estos detalles tan importantes.
–En todos mis conciertos siempre comparto con el público parte de estas investigaciones. Es absolutamente necesario para mí, y creo que al final el público lo agradece mucho. Se trata de contextualizar. Cuando trabajamos con patrimonio musical, es casi como ir a un museo. El método es muy similar: seleccionar un conjunto de obras y darles un contexto. Y habrá personas que disfruten escuchando solamente la música pero habrá otras que disfruten comprendiendo el contexto con los comentarios que introducen las obras.
–¿Falla, también exiliado, tiene mucha relación con el resto del exilio republicano musical?
–Sí. Y hay influencias. Por ejemplo, en la partitura que voy a tocar de Robert Gerhard, la de ‘¿Por quién doblan las campanas?’, esa es para guitarra solo y tiene varios detalles que me parecen muy simbólicos: un movimiento de esa obra está basado directamente en el ‘Homenaje a Debussy’ de Falla. Se inspira en esa pieza. Y por otro lado, esa música nace como banda sonora de una adaptación radiofónica en la BBC de la novela de Hemingway. Y Gustavo Durán es uno de sus personajes. Hay estas y otras constelaciones concéntricas que se van uniendo y se van encontrando. Este concierto es casi un viaje a través de la memoria, una travesía por la memoria, podríamos decir estando en un puerto marítimo.
–¿Cómo llega Samuel Diz a especializarse en algo tan concreto como el exilio musical de los republicanos españoles?
–Es una pregunta difícil de responder porque no es una decisión de un día para otro. Creo que es la propia vida que va llevando a uno y, al mismo tiempo, es la necesidad de toda la dispersión de esos legados que están esperando a ser atendidos, a ser recuperados. La dispersión del exilio fue tan inmensa, en tantos países... Ahora acabo de estar en Chile investigando y he encontrado un nuevo archivo inédito, completo, de una compositora. Y es así, es un trabajo continuo. El propio caso de Gustavo Durán: sus cancioneros llevaban décadas esperando a ser recuperados y son numerosos, ingentes materiales que me han atrapado y han ido abriendo diferentes puertas; un archivo lleva a otro, unos materiales llevan a otros, y en este proyecto concreto es importante hacerlo al lado de Jonatan Alvarado, que es un tenor e investigador también con una gran sensibilidad. Y colaboramos de forma puntual y sentimos una admiración mutua muy grande con ese compromiso por el respeto a las fuentes originales y, al mismo tiempo, traer esos materiales al siglo XXI y contextualizarlos. Buscando ese equilibrio entre el conocimiento intelectual y el sentido de la belleza de la música. Intentamos siempre movernos por esos caminos que no son fáciles pero que nos emocionan. Y hacerlo en Cádiz, en el contexto del Festival Falla, es maravilloso.
El resto del programa de hoy: Riqueni, Cruz y las mujeres compositoras
El programa del Festival de Música Española de Cádiz se completa hoy con dos citas más. A las seis de la tarde, en el Teatro del Títere, el Taller de Mujeres Compositoras con obras de María José Arenas, Anna Bofill, Carolina Cerezo, Pilar Jurado, Marisa Manchado, Sonia Megías, Iluminada Pérez, Rosa Rodríguez e Isabel Urrutia. Y a las ocho de la noche en el Teatro Falla, la actuación del guitarrista Rafael Riqueni y del cantaor Sebastián Cruz.
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