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Así suena la agridulce despedida

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El Muelle de Cádiz acoge la última parada de la gira OT 2018

Numerosos fans de los televisivos cantantes hicieron cola durante horas para poder oír de cerca a sus ídolos

Los concursantes de Operación Triunfo 2018 durante su actuación en Cádiz / Lourdes De Vicente

CÁDIZ/Cádiz se convirtió sin esperarlo en la última parada en ruta de la gira de Operación Triunfo 2018, tras la cancelación de varias citas por la escasa venta de entradas. Algo de coitus interruptus con los acérrimos del concurso musical también se apreció en la velada celebrada la noche del sábado en el muelle gaditano: el recinto acotado para el concierto lleno solo hasta la mitad, aproximadamente con, eso sí, las dos gradas repletas en un noventa por ciento de público. A la contra, mucho entusiasmo del respetable ante lo que estaba por venir. En los prolegómenos del recital, los familiares de los artistas también fueron protagonistas involuntarios de la noche. El joven público les pedía que botasen y ellos no se hicieron de rogar. Así el previo al espectáculo se hizo más llevadero.

Un espéctaculo cuya característica más sorprendente fue la selección de canciones para ser interpretadas por un elenco de artistas tan jóvenes. Para la mayoría de los asistentes, cuya media de edad no superaría los 20 años, la musica de Britney Spears o las Spice Girls debe de parecerle ya una verdadera antigualla, pero es que las hubo más añejas encima del escenario.

El ganador del concurso Famous y Marta interpretaron al alimón September de Earth, Wind & Fire; Julia, Natalia y Alba Reche se atrevieron con Este amor ya no se toca de Yuri; de nuevo Marta, con mucha garra, encaró el One more try de George Michael; y La llorona vibró en la garganta de Alba Reche. Todas ellas melodías de antes de que los triunfitos fueran proyecto de embrión. Quizá sea ese el mayor logro musical de este producto televisivo, llevar a las nuevas generaciones títulos míticos de la música que suenan en sus voces casi como si se hubieran lanzado hoy en día.

Y aquella canción popular mexicana podría resumir a la perfección el ánimo del concierto. La lágrima rebosante de todos y cada uno de los protagonistas al enfrentarse a la agridulce y repentina despedida de esta aventura conjunta por los escenarios fue la nota dominante de la noche, con muchísima emoción contenida. Una despedida por el momento, “de la gira de verano”, se empeñaban en repetir como sin dar crédito a que los días de vino y rosas vividos en común se fueran a acabar tan pronto antes de enfrentarse, algunos ya lo están haciendo, a la jungla discográfica y el juicio implacable del público una vez abandonada la academia.

Fueron los gaditanos Dave y Julia los anfitriones de este adiós relativo, recibiendo también el cariño de sus vecinos. Se vistieron, cómo no, de amarillo y entonaron la letra de Manolito Santander para delirio del joven respetable mientras los dieciséis aspirantes a figuras de la música se proferían continuos cariños, piropos y gestos de complicidad durante las dos horas y media de espectáculo.

Entre lo más destacado, la fuerza y tablas en directo de la gallega Sabela, el silencio sepulcral que reinó ante la interpretación de Give me love por Damion, el desparpajo de Dave cantándole a su tierra, la emocionante 90 minutos de Julia, la gran voz de Noelia en Stone cold o la eurovisiva La venda de Miki.

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