La esencia del retrato de Manolo Cano
El pintor inaugura en la galería Benot la muestra 'Poética del retrato', en la que escenifica a más de veinte personas
La mirada es el punto del que parten los elementos que convergen en el retrato de Manolo Cano. El eje vertebrador de su universo retratístico. Un trabajo que inicia con el parecido físico que exige este género, de la destreza técnica de quien clava las facciones de una persona. Pero que una vez salvado a través de la disciplina del dibujo, trasciende a la propia psicología de sus retratados, en la propia esencia interior de cada persona. Así lo explica el veterano artista, que acaba de inaugurar Poética del retrato en la galería Benot.
Un poema de versos octosílabos y rimas asonantes de su amigo Jesús Fernández Palacios, también retratado en la muestra, da título a la exposición, en la que exprime el jugo espiritual de más de una veintena de personas. "Personas del mundo de la literatura, la abogacía, la medicina y familiares como mi hijo Mikel, que aparece vestido con ocasión de su graduación en la Universidad de Colchester", explica sobre los criterios de selección Manolo Cano.
A cada uno de ellos se enfrenta en su obra desde "el subjetivo punto de vista de interpretar todo lo aquello que el modelo evoque a través de sus posturas, sus manos y otros rasgos físicos", asevera. Porque la carga gestual es muy evidente en este muestrario de retratos elaborados expresamente en en gran formato y vertical para la exposición. "Lo ideé para la galería Benot con la idea de conseguir una muestra muy homogénea". También habla del hecho de encajar en el mismo espacio a tan diferentes personajes. Entre ellos figuran, aparte de Fernández Palacios, José María Alcayde, Antonio Amaya, Diego Barón, Francisco Javier Barroso, José Barroso, el propio Rafael Benot, Germán Bernal, su hijo Mikel Cano, Emilio Corbacho, Carlos Cortés, José Gómez Vela, Alfonso Jiménez, Antonio López Cano, Javier Pérez Mariscal, Francisco Manuel Ramírez, Antonio Rosado, Antonio Suazo, Guillermo Urbano o Ana Cortés. Junto a ellos puede verse alguna obra de sugerentes miradas -retrato de ojos-, de las que parte cada uno de sus trabajos, como decía.
Cano añade que en cada uno de ellos busca "resaltar la humanización del modelo antes que su idealización, plasmar la sencillez huyendo de grandilocuencias".
Y en esta búsqueda de fórmulas de representación de la realidad más objetiva y subjetiva, la de las facciones y la personalidad, también juega un papel fundamental "la composición, los blancos del papel, las manchas libres o los trazos sueltos". Y es que sus personajes aparecen en poses bien estudiadas, fieles a sus maneras, a su estilo, muchos de ellos casi aparecen de forma natural, como andando de un lado a otro de la composición escénica.
Una faceta, la retratística, presente desde los albores de su carrera profesional, "empecé con 20 años con un retrato del presidente de la Caja de Ahorros de Cádiz", pese a ser conocido por su obra de interiores de patios gaditanos y su arquitectura.
Para la ocasión Benot ha editado un catálogo -con el patrocinio de Plaza de la luz apartamentos turísticos-, en el que Rafael Benot se ha volcado. "Es una exposición especial y la ocasión lo merece. La muestra es un mes pero el catálogo perdurará, y es una herramienta muy útil para el autor para captar a futuros personajes para el retrato", expresa el gerente de la galería.
Un catálogo especial para el trabajo también especial del veterano artista, que el próximo septiembre protagoniza una colectiva con varios colegas como Miguel Ángel Valencia, Candi Garbarino, Antonio Sánchez Alarcón y Lita Mora.
'POÉTICA DEL RETRATO'
Manuel Cano Galería Benot, Pintura. Puede verse hasta el 5 de julio. De 10.00 a 13.30 y de 17.00 a 21.00. Y sábados, de 10.30 a 13.30.
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