"Esta exposición permite identificarte con el Museo del Prado en su conjunto"
Miguel Zugaza. Director del Museo del Prado
Miguel Zugaza abre las puertas de la pinacoteca a 'Diario de Cádiz' para hablar de la muestra itinerante que el Museo inaugura en la ciudad.
Miguel Zugaza (Durango, Vizcaya, 1964) recibe a Diario de Cádiz en su despacho de la calle Ruiz de Alarcón, desde el que se otea la trasera del museo que dirige desde hace 13 años. Rodeado por seis grabados contemporáneos de Andreu Alfaro y Ramón Gaya inspiradas en la colección del Prado, habla de arte y de su manejo desde una de las pinacotecas más importantes del país. De un ambicioso proyecto de ampliación y modernización de la casi bicentenaria institución. Una labor no exenta de los golpes de la crisis, con la que ha tropezado y ha sabido levantarse en un proceso en el que este apasionado del arte, de talante afable y sosegado, ha exprimido todos sus esfuerzos e ideas. Y en el afán de llevar la calidad de sus fondos a toda España se encuentra El Prado itinerante, que hoy alcanza Cádiz de la mano de la Fundación La Caixa y el Ayuntamiento gaditano. Los objetos hablan es el título de la muestra que se inaugura en la Casa de Iberoamérica.
-La muestra ahonda en el sentido de los objetos a través del arte. Pero la gente irá buscando a los grandes nombres del Prado. ¿Cómo se produce este diálogo entre objetos, artistas y espectador?
-La exposición nace junto a la Fundación La Caixa, de los itinerarios que hacemos con los colegios para visitar el Prado. Es una forma transversal de entrar en sus colecciones por diferentes épocas y diferentes escuelas. Es un argumento que despierta la curiosidad del visitante. Cómo los objetos nos dan información sobre las obras de arte que tenemos en el Museo. Esta exposición permite identificarte con el Museo del Prado en su conjunto, con los pintores flamencos, españoles e italianos y con los grandes autores del Museo. Es una oportunidad de conocer y entrar en el Prado abriendo una puerta en la Casa de Iberoamérica.
-¿Qué obras no podemos perder de vista?
-Como novedades hemos incorporado un Goya a esta parte de la itinerancia que es el retrato de El Cardenal don Luis María de Borbón y Vallabriga, y una de las Inmaculadas de Murillo. Además hay bodegones maravillosos de Van der Hameny de Meléndez.
-También se exhiben objetos de la colección del Prado.
-Se han incorporado objetos para completar la visión de las obras como es el gran espejo del XVII que se presenta junto al retrato de Carlos II de Carreño Miranda. O la paleta del pintor Eduardo Rosales junto al retrato que pinta a otro pintor, Jiménez Aranda a Sorolla.
-Es la primera vez que el Museo del Prado se acerca a Cádiz con una exposición. ¿Por qué Cádiz?
-Hemos ido a otras ciudades de Andalucía y faltaba ir a Cádiz con el Prado itinerante, y la verdad es que era una oportunidad para volver. Y algo han tenido que ver las buenas artes del presidente del Patronato, José Pedro Pérez Llorca. Tuvimos hace unos años una colaboración muy importante con Cádiz, con la restauración de los Goya de la Santa Cueva. Fue un proyecto de restauración de los más importantes que ha hecho el Prado en torno a las colecciones de Goya fuera del Prado.
-'La visión de San Francisco' del Greco de la capilla del Carmen de Cádiz también estuvo hace un año por vuestro taller.
-Vino en preparación de la exposición que se hizo en Toledo. Tuvimos la oportunidad de estudiar la obra, que es otro motivo maravilloso para visitar Cádiz.
-¿Qué obra de calado se está restaurando ahora?
-La actividad de restauración de Museo es muy relevante, muy intensa. La obra más importante que acaba de salir del taller es El Calvario de Roger Van der Weyden, que nos ha llevado tres años y medio y se presenta en el contexto de esta primera exposición dedicada a este gran pintor de la historia del renacimiento flamenco. Se están haciendo cosas muy interesantes en restauración, es una de las misiones más importantes del Prado.
-Ha afrontado uno de los procesos más ambiciosos de ampliación y modernización del Prado. ¿Es más complicado que gratificante?
-Yo creo que para los que trabajamos en torno al arte, yo que soy historiador, hacerlo en un museo como el Prado es un privilegio y una enorme responsabilidad. Me siento muy orgulloso de haber construido todo este proceso de modernización, ampliación y transformación de la institución, al mismo tiempo que es un riesgo. Pero es más placentero que otra cosa. Son ya 13 años de trabajo y el tiempo se me ha pasado rápido.
-Pendiente de la última fase...
-Sí. De la incorporación de lo que llamamos el campus de Prado, del antiguo Museo del Ejército, que está muy cercano y sus colecciones ya se exponen en Toledo. De cara al horizonte del Bicentenario trataremos de dar un nuevo proyecto a ese espacio. Pero necesitamos presupuesto.
-El Museo de Cádiz está a la cola, con casi una década esperando la ampliación en los Presupuestos Generales del Estado. ¿Es lo que toca a los museos provinciales que no están en las grandes capitales?
-Es un museo maravilloso, de los primeros que sufrió una transformación museográfica importante. Esa mezcla de arqueología y bellas artes es interesante y ponerlo en valor es una responsabilidad. Esperemos que se cumpla pronto este proyecto.
-Bajo su mandato se ha ampliado el horario del Prado. Y en Andalucía se ha reducido el horario en las tardes de verano de museos y conjuntos arqueológicos, independientemente del calado turístico de cada ciudad. ¿Qué opina?
-Yo creo que cada museo y conjunto arqueológico tiene sus propias reglas de juego. En el Prado claramente había una demanda para ampliar primero el horario de apertura diaria del Museo, y luego la iniciativa más ambiciosa ha sido abrirlo siete días de la semana en 2012, metidos ya en plena crisis. Los horarios y accesos hay que ajustarlos a la demanda de público. No sé si lo que hace el Prado es conveniente que lo hagan otras instituciones.
-Los políticos tienen esa manía de no valorar que la cultura jalona de la economía. El Prado ha visto reducido la inversión pública en más de un 60 por ciento, pero ha salido al paso. ¿Se debe a vuestro modelo de autogestión?
-Cuando en 2003 el Parlamento aprobó una ley propia para el Prado, nos concedió una mayor autonomía por un lado, pero también una mayor responsabilidad, incluida la autofinanciación y la verdad es que en estos últimos años hemos crecido mucho, desde un 20 a un 70 por ciento. Esto también lo puede hacer el Prado, pero debe haber una mayor implicación de las instituciones en la autogestión financiera. Incluso el Prado está al límite, porque es un esfuerzo en años de pérdida. Los museos europeos y españoles debemos exigir que nos financien.
-¿Cómo vive los actuales cambios políticos un director que ha superado a varios ministros de Cultura?
-Yo creo que antes que a los políticos hay que convencer a la sociedad de que la cultura es un servicio público fundamental. La cultura es tan importante como la sanidad y la educación y, en cambio, no hemos sido capaces de movilizar a la sociedad con la misma fuerza. Cuando tocan malas da igual el político que esté, que siempre pierde la cultura.
-¿Qué confianza le inspira Podemos?
-No conozco cuál es su programa a nivel nacional.
-En 2014 se superaron las visitas con respecto a 2013. ¿A qué se debe?
-2013 fue malo para el turismo en Madrid y se notó. Perdimos un 15 por ciento respecto a 2011 y 12 . En el 14 se ha recuperado un 7 por ciento y este año estamos creciendo en torno a un 9 por ciento. Se ha recuperado en dos años lo que se perdió, también por la coyuntura del turismo en Madrid.
-¿Qué público es más entregado y cuál se resiste?
-Tenemos la fama de recibir a un público más maduro y que la gente joven tiende más al arte contemporáneo. Esto no es cierto, es un público muy variado en procedencias y edad. Pero las estadísticas hablan de un dominante del público femenino y de mediana edad. Siempre intentamos que la gente joven nos visite. Es la asignatura de todos los museos porque lo proyectas al futuro. Pero el Prado tiene un reparto de público razonable. Antes de la ampliación era muy visitado por extranjeros. Y cambió al 50 y 50 por ciento.
-¿Cuánta gente viene al día?
-La media de visitantes diaria es de 8.000 y los fines de semana la media es de 9.000.
-¿Cree en la democratización de la cultura por encima de la taquilla con gestos como horas gratis cada día o el propio acercamiento digital al Museo?
-Con la era digital se ha creado una oportunidad de excepción de cumplir con la función democratizadora de la cultura. Es una proporción muy pequeña de público la que llega a Madrid y entra por la puerta. Otros sectores de la cultura están preocupados, pero para los museos es como la invención de la imprenta.
-En terreno de adquisiciones, ¿qué pieza le gustaría ver algún día colgada en estas paredes?
-A mí me gusta lo que está colgado. Hay muchos historiadores que cuando llegan echan en falta lo que falta. Y aunque hay que estar atentos a las oportunidades que van apareciendo, hay que fijarse en lo que tiene que es mucho y extraordinario
-¿Ni siquiera Picasso? Aunque ahora está en la temporal '10 Picassos del Kunstmuseum Basel'
-Los museos históricos caminamos hacia nuestro futuro y queremos estar abiertos a la realidad del arte hoy. Y Picasso poco a poco tendrá que ir incorporándose a los museos históricos y al Prado.
-¿En qué proyectos trabajan de cara al Bicentenario del Museo?
-Es una oportunidad magnífica de pensar en los próximos 20 o 25 años de institución.
-¿Qué obra no se cansa de mirar cuando baja a sala?
-Sobre todo Velázquez. Lo decía Miquel Barceló, que es un artista del que sabemos muy poco, pero cuya obra nos provoca mucha reflexión en torno al misterio de su arte. Si hay un artista inagotable dentro del Prado es Velázquez y dentro de su obra, Las Meninas.
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