"La ficción oral creó los arquetipos que llevamos dentro, como patrimonio"
josé maría merino. escritor
El autor presenta hoy en el edificio Andrés Segovia de la UCA su última antología, 'La trama oculta'.
Cádiz/-En 'La trama oculta' (Páginas de Espuma) juega con esa otra historia que no se ve y que a menudo es la verdadera historia. ¿Descubrir esas tramas es la clave para ser feliz? ¿O es lo que llamamos inteligencia? ¿O ambas cosas?
-No sé si tiene que ver con la felicidad, pero no cabe duda de que descifrar las tramas ocultas de lo que nos rodea nos ayuda a entender mejor la confusa realidad, muchas veces ininteligible, y eso nos permite estar menos inseguros. Y claro que tiene mucho que ver con la inteligencia.
-Dice que la literatura es la clave para desentrañar esa trama.
-La literatura es ficción materializada mediante palabras escritas. Y gracias a la ficción, los seres humanos, desde que somos una especie diferente de seres vivos, hemos intentado explicarnos la realidad. La literatura es el mejor instrumento que tenemos para saber qué somos y cómo nos comportamos, algo que creo que es fundamental para nuestra más adecuada supervivencia.
-Divide los relatos de esta antología en cuentos de un lado y cuentos del otro, pero las fronteras entre ambos hay veces que se volatilizan.
-De un lado estarían los cuentos realistas y del otro los fantásticos, pero es cierto que la frontera entre la realidad y lo fantástico es muy movediza, porque a pesar de todo también los sueños forman parte de lo que somos... Mas ¿qué es la realidad? Estamos instalados tranquilamente en un sólido hotel y de repente un inesperado terremoto desencadena un inhabitual alud de nieve, en un lugar no señalado por la abundancia de nevadas, con terribles resultados... Eso está impregnado de elementos extraños, no sé si llamarlos casi fantásticos, pero pertenece a lo que llamamos realidad.
-'La trama oculta', apunta en la introducción, bien podría servir de arca de Noé frente a los tiempos que estamos viviendo.
-La literatura, al permitirnos entender mejor, y acaso descifrar, la realidad siempre extraña que nos rodea, nos ayuda a sobrevivir con menos angustia, con más conocimiento de las cosas, tanto de las que forman parte de lo que somos como de las que parecen ajenas. Y para mí escribir, que es siempre una especie de "arca de Noé", en este caso lo fue especialmente, porque traté de muchos temas que siempre me han desasosegado.
-En la mayor parte de estos textos está muy presente la importancia de los abuelos a la hora de contar, de las historias antiguas, de la tradición oral.
-Es que llevamos muchos miles de años intentando explicar las cosas mediante las narraciones orales. La escritura es muy reciente, solo tiene seis mil años, y además al principio se utilizó para la contabilidad, para la religión... La ficción oral es vieja como nuestra especie, y creó los arquetipos que llevamos dentro, como una especie de patrimonio
-Hay un cuento en torno a la prisa como el gran mal de nuestro tiempo. Pero parece que resistirse es una batalla ludita, batalla perdida.
-Desdichadamente, creo que eso es cierto. La Prisa es uno de los grandes enemigos de lo que somos y de nuestros cada vez menos estimados valores, eso que llamábamos las humanidades. Pero la Prisa es estupenda para que todo se pase de moda rápidamente, es magnífica para la vitalidad del mercado. Usar y tirar con rapidez produce muchos beneficios. Ya no podemos destruir la maquinaria absurda, sino esperar que ella no nos destruya a nosotros...
-Una pregunta en su condición de miembro de la RAE. Tradicionalmente, este ha sido uno de los países con peor nivel de inglés del mundo. ¿Por qué tenemos esa tendencia a trufarlo todo con anglicismos?
-Precisamente por el puro papanatismo de un país que no conoce lenguas extranjeras. Refleja un indudable complejo de inferioridad. Los padres de la RAE la crearon, a principios en el siglo XVIII, para luchar entonces contra la absurda invasión de galicismos. Si supiésemos más inglés, estoy seguro de que no estaríamos invadidos por tanto anglicismo innecesario.
-Mañana tiene un encuentro con alumnos de ESO. ¿De qué temas suele hablar con ellos?
-Me gusta hablar con la gente más joven, porque me permite estar al tanto de cómo va la batalla en los centros docentes, donde creo que está el frente y hasta las trincheras de la guerra de la cultura... Suelo hablar de muchas cosas, pero procuro que deriven hacia la ficción literaria, para transmitirles lo que pienso de ella, que no es algo banal y prescindible, sino un asombroso instrumento de conocimiento, que además puede resultar muy interesante y divertido... y que mantiene vivo y abundante nuestro patrimonio léxico, lo que nos permite no solo expresarnos mejor, sino pensar con mayor claridad.
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