"La gente se conecta en nuestros conciertos como si fuera pop"
andrea motis. trompetista y cantante de jazz
Llega hoy a la tercera edición del festival de jazz de Vejer una de las revelaciones musicales de nuestro tiempo
Con 23 años ha grabado para Impulse, la casa de Coltrane y Mingus
Cádiz/-empezaré por la pregunta que seguro que está harta que le hagan. ¿Cómo le sienta que le sigan llamando niña prodigio?
-Bueno, es un factor temporal. Empecé a actuar muy joven, a los 13 años. No me preocupa ni lo veo como un estigma. Con el tiempo me dejarán de llamar niña y prodigio.
-A Fernando Torres le siguen llamando niño.
-¿Y cuántos años tiene?
-Pues 33 o así, creo.
-Uf, la que me queda. Espero que a los 33 no me pase eso.
-Tengo entendido que llegó a la trompeta por casualidad.
-Claro, los niños cuando empiezan no piensan en la trompeta. Piensan en la guitarra o el piano, pero en el Conservatorio que estudié no había plazas disponibles y lo que quedaba, por descarte, era la trompeta. Mi padre había tocado la trompeta de joven y había una trompeta en casa, así que se dijo pues que toque la trompeta. Y ahí me veías con nueve años y una trompeta.
-De modo que escuchaba jazz en casa.
-Mi padre era un gran fan de Charles Mingus y sonaba muchísimo en casa, pero la verdad es que de pequeña no me gustaba tanto. A fuerza de escucharlo sí. Me gustaban mucho las canciones bonitas antiguas.
-Pero no creo que tuviera muchas amigas que en su casa tuvieran siempre presentes a Mingus o Coltrane.
-Bueno, a mí me parecía natural y entre lo que estudiaba y casa...
-Ya que hablamos de Mingus y Coltrane, con sólo 23 años ha grabado Emotional Dance para su sello en sus estudios de Nueva York. Está ahí su nombre, al lado de los grandes mitos, en el repertorio de Impulse.
-Es todo un privilegio, naturalmente. Es un punto de referencia para los aficionados.
-Bueno, al punto que le ha quitado la cabeza de cartel a su padre artístico, que no es un cualquiera, nada menos que Joan Chamorro.
-Seguimos siendo el mismo quinteto de siempre, pero en esta ocasión, más que nada por el disco, que va mi nombre, se han invertido los términos. Pero sigo con mi banda, rodeada de buenos músicos. Nos llevamos muy bien y eso se nota en los conciertos.
-He leído una crítica sobre su disco bastante elogiosa, pero donde también se decía: "Es una niña cantando canciones de viejos".
-Cuando el jazz era una música que generaba grandes estrellas, como luego lo fueron las del pop y el rock surgieron fans de esa música que a día de hoy podrían ser mis abuelos. Aquellos fans jóvenes siguen siendo fans hoy y es normal que me vean como una niña. para mí no son canciones de viejos, son simplemente canciones bonitas.
-Le gusta recrear clásicos. Supongo, además, porque su voz se lo permite.
-Sí, pero no entiendo por clásicos los repertorios más conocidos del jazz. Me gusta, sobre todo devolver bellas canciones a la vida, quizá no las más conocidas. Las reinterpreto a mi manera y con mis posibilidades. Si conseguimos descubrirlas a un público más joven o que alguien las recuerde y las vuelva a escuchar nos sentiremos satisfechos.
-Por primera vez compone. ¿Ha sido muy complicado?
-Lo he hecho más que nada porque me animó la discográfica, pero no, no ha sido muy complicado. En la cabeza tenía las influencias y las armonías. Estaban ahí.
-Usted vive del jazz. Pocos lo pueden decir.
-Soy muy afortunada y soy consciente de ello. Tenemos actuaciones por todo el mundo y siguen saliendo. Porque para vivir de esto hay que actuar muchísimo.
-¿Conectan igual en todas partes?
-Será por el repertorio que siempre estamos muy conectados con el público en cualquier sitio. Damos alegría y energía y casi parecería, por la reacción del público, que estuviéramos en un concierto pop.
-¿Qué se verá hoy en Vejer?
-Un poco de todo, repertorio clásico, música de películas, canciones originales y un pequeño avance de algo en lo que estamos trabajando de música brasileña. Pero no La Chica de Ipanema, eh? Algo un poquito original.
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